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LA GUERRA QUE NUNCA TERMINO

Hace 10 años salía el último soldado norteamericano de Saigón

27 de mayo de 1985

Es el 30 de abril de 1975 el Saigón (29 de abril en Estado Unidos), los últimos soldado norteamericanos en Vietnam --lo que protegían la embajada norteamericana-- son evacuados por la azotea del edificio. Graham Martin, el último embajador estadounidense allí, se embarca en un helicóptero con la bandera de su país bajo el brazo. Cuatro horas después las fuerzas revolucionarias vietnamitas entran a la ciudad, que pronto recibirá un nuevo nombre: Ho Chi Minh. Estados Unidos acaba de sufrir una gran derrota Atrás, la mayor potencia militar de mundo deja 58.000 soldados muertos, 300.000 heridos, millones de dólares en el fango y una humillación difícil de tragar. El régimen de Thieu en desbandada, abandona en el campo equipo militar norteamericano --compuesto de tanques, aviones y cañones-- de proporciones descomunales. La sangrienta guerra de Vietnam ha terminado.
¿Cómo se llegó a eso? ¿Quién fue el culpable de esa derrota? ¿Los políticos de Washington? ¿Los generales del Pentágono? ¿El intervencionismo norteamericano? Durante 10 años la memoria norteamericana le ha dado vueltas al asunto, intentando las más diversas explicaciones. Archivos orwelianos han sido consultados para reescribir la historia y sacar las más diversas lecciones. Sin embargo, en este décimo aniversario, según encuestas realizadas por medios noticiosos estadounidenses, dos nociones parecen imponerse entre los norteamericanos: el uso de la fuerza estadounidense en los conflictos del Tercer Mundo es un alto precio que los norteamericanos no quieren volver a pagar, y la opinión pública puede desarrollar, en determinadas coyunturas históricas, formidables instrumentos de presión.
Esto último explica el movimiento antibélico, que movilizó a millones de personas en las capitales norteamericanas a finales de los años 60 y en los años 70 y llegó a convertirse en uno de los principales factores que condujeron a la firma de los acuerdos de enero de 1973 entre Estados Unidos y Vietnam del Norte, tendientes a poner fin a la guerra iniciada formalmente entre los dos países (la ayuda norteamericana al régimen de Vietnam del Sur data de 1955) en agosto de 1964, tras el incidente del Golfo de Tonkín. Emprendido como un movimiento muy pequeño, con pocos activistas en la calle y sólo dos senadores a favor (Morse y Gruening, quienes votaron en contra de la resolución del Golfo de Tonkín), el movimiento se expandió hasta el punto de que el 24 de abril de 1971 realizó manifestaciones de 750 mil personas en Washington y 300 mil en San Francisco.
A pesar de los acuerdos del 73, que detuvieron los bombardeos de EE.UU. sobre Vietnam del Norte y que obtuvieron el retiro de los 23 mil soldados norteamericanos que aún quedaban en Vietnam del Sur, la guerra continuó dos años más. Otros 300 mil vietnamitas de ambos lados murieron en ese período. El régimen de Saigón en ese momento nunca había sido tan fuerte: disponía de un millón de hombres fuertemente equipados, aunque con una baja moral de combate ante las victorias de los rebeldes. En sólo el año fiscal 74-75 Washington había donado al general Thieu mil millones de dólares en ayuda militar y económica. Esto no impidió que el 7 de enero el ejército norvietnamita y los guerrilleros del sur, quienes habían configurado un Gobierno Revolucionario Provisional (GRP), tomaran la estratégica ciudad de Phuocbinh. En Camboya, otro teatro de la misma guerra, el gobierno de Lon Nol comenzaba así mismo a derrumbarse, hasta el punto de que a mediados de marzo, el personal norteamericano fue evacuado de Pnom Penh (el Khmer Rojo entró a dicha capital ese 17 de abril).
El Congreso norteamericano, entre tanto, presionado por la ola pacifista en su país, rehusa aprobar nuevas partidas de ayuda militar a los tambaleantes gobiernos de Vietnam del Sur y Camboya a pesar de que ante el intento del general Thieu por recapturar las zonas en poder del GRP el ejército survietnamita comienza a desmoronarse en forma tan acelerada que el mismo Hanoi es tomado por sorpresa. Es cuando caen Hue y el resto de ciudades costeras de Vietnam del Sur y Saigón es cercado.
Para Washington, la derrota total sólo se podía evitar reintroduciendo 90 mil soldados suyos. Pero no puede hacerlo. Nuevas manifestaciones se oponen a ello exigiendo el retiro inmediato y total de Estados Unidos de Vietnam y el billón de dólares de ayu da militar y económica para Saigón que el presidente Ford solicita desesperadamente al Congreso el 10 de abril, no es aprobado. Así se llega a la última semana de abril cuando las fuerzas del GRP bombardean el aeropuerto Tansonhut de Saigón.
¿Terminó la guerra con la toma de Saigón? No. Hoy en día las relaciones entre Estados Unidós y Vietnam no han sido normalizadas. Washington se niega a entregar los 3.500 millones de dólares en ayuda para reconstruir el país que fueron prometidos en 1973, y Hanoi a retirarse de Camboya. En diciembre de 1978 y énero de 1979 tropas vietnamitas cruzaron la frontera para ayudar al derrocamiento del régimen de Pol Pot, una sanguinaria tiranía que sembró de muertos el país. Pekín, en represalia, invadió a Vietnam en febrero de 1979 siendo repelida en un mes. Por otra parte, el gobierno de Tailandia aliado de Washington, apoya al derrocado Pol Pot y los combates en la frontera continúan día por día. Como se ve, la de Vietnam es una guerra que nunca ha terminado.--