Home

Mundo

Artículo

El presidente Alberto Fujimori observa a su hija Keiko, entonces la primera dama, en la celebración del día de la independencia de Perú en 1997

PERÚ

La heredera

Keiko, la hija del ex presidente Fujimori, es la estrella ascendente de la política peruana. Tanto, que se perfila como una posible carta presidencial para 2011.

20 de septiembre de 2008

Conoce el poder desde pequeña. Pero para Keiko Fujimori la vida en el Palacio Presidencial de Lima no fue un sueño ideal, sino el escenario de la tempestuosa relación de sus padres. Cuando ellos se separaron, Keiko, que tenía 19 años, regresó de Boston, donde estudiaba administración, para convertirse a regañadientes en la primera dama de Perú. Pasó de disfrutar como otras universitarias a vivir bajo estrictas medidas de seguridad y asistir a acartonadas reuniones con sus colegas del momento, como Hillary Clinton. Entonces nada la habría convencido de querer dedicarse a la política.

Pero han pasado los años y hoy, de nuevo, la vida la ha conducido al ambiente público. La razón principal es que el exilio de su padre, su regreso controvertido y su juicio, acusado de corrupción y hasta de asesinato, no lograron acabar con su herencia política. La supervivencia del 'fujimorismo' como alternativa de poder en Perú, a pesar del derrumbe personal de su padre, convirtió a Keiko en símbolo de su continuidad. Hoy, la hija del ex presidente Alberto Fujimori es una de las congresistas más conocidas en ese país.

Así quedó revelado en varias encuestas recientes, que incluso la ubican en la lista preliminar de candidatos presidenciales para 2011 y como una de las políticas por las que los encuestados sienten mayor simpatía.

Para algunos analistas consultados por SEMANA, su popularidad es heredada. "No es Keiko Fujimori por ella misma, sino una simpatía que migra desde el padre", aseguró el analista Eduardo Toche. Además, para el común de los peruanos, su imagen se relaciona más con los logros del ex presidente que con sus escándalos políticos. "Ella ha logrado contrarrestar elementos negativos de su padre, como la corrupción, el juicio por violación a los derechos humanos y el autoritarismo", indicó Luis Benavente, director del grupo de opinión pública de la Universidad de Lima.

Pero también tiene sus méritos. "Las transferencias políticas no son totales y ella tiene un capital político propio", añadió Benavente. Keiko ha sabido explotar el hecho de ser una política joven y carismática. Tras vivir en Estados Unidos, donde conoció a su esposo, regresó en 2006 y logró la mayor votación en las elecciones al Congreso. Además, el nacimiento de su primera hija la han convertido en una mujer que proyecta una imagen de unión familiar y estabilidad emocional, en contraste con su entorno. Todo ello le ha significado el liderazgo del clan Fujimori por encima de su tío Santiago, senador como ella, y de su hermano Kenji, quien trabaja en su campaña y de quien se creía que iba a ser el heredero natural del 'Chinito'.

Con el ex presidente fuera de competencia, sus seguidores ven en la joven política la encargada de llevar las riendas de la bancada, especialmente con la recolección de firmas para inscribir al nuevo partido Fuerza 2011. Además, con su popularidad en aumento, muchos entienden que ella es quien debe defender la inocencia de su padre. Esto quedó claro cuando declaró que indultaría a Fujimori si él es declarado culpable en el juicio y si ella resulta elegida presidenta.

El cercano vínculo político de padre e hija es particularmente importante en el actual clima de insatisfacción social en Perú. A pesar del sostenido crecimiento económico, la popularidad del presidente Alan García y del Congreso es cada vez más baja, y hay un ambiente de angustia por la inflación. Esto ha reforzado la imagen de Alberto Fujimori como un mandatario que, en su momento, ordenó el país y lo libró de la catástrofe económica, independientemente de los medios que utilizó. Y con Keiko como la heredera natural de ese legado, no es extraño pensar que, aunque todavía falte bastante tiempo, una Fujimori se podría convertir en una de las opciones para reemplazar a Alan García en 2011.