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LA HORA DE LA VERDAD

Esta vez, la unidad de la patria de Tito podría terminar para siempre.

17 de junio de 1991


CUANDO VIVIA EL MARIScal Tito, Yugoslavia era el ejemplo de lo que se puede lograR cuando pequeños países se cobijan bajo un mismo estado. Pero a partir de la muerte del fundador en 1980, ese sueño comenzó a desmoronarse.

En 1990 los gobiernos comunistas de Yugoslavia fueron barridos y su presidencia colectiva fue perdiendo cohesión. Solamente Serbia -la mayor- y Montenegro, mantuvieron regímenes de esa filiación política. Desde entonces la supervivencia de Yugoslavia se convirtió en un verdadero milagro.

El gobierno democrático croata - como el eslovaco, que ya realizó un plebiscito al respecto- aspira a que el país se organice en una confederación amplia y si ello no es posible, a la disolución pacífica del país. Esa posibilidad es rechazada por Serbia por dos razones. Por un lado, porque en Croacia viven más de 600 mil serbios. Y por el otro, porque la maltrecha industria de esa república requiere, con inusitada frecuencia, el apoyo de Croacia.
Detrás de todo, está la pugna ancestral de la católica y próspera Croacia, cuyo presidente Franjo Tudjman es un ferviente anticomunista, y la ortodoxa, pobre y mayoritaria Serbia, regida por el marxista Slobodan Milosevic. Y detrás de ellas, múltiples pugnas entre minorías musulmanas, albanesas y húngaras, conforman un mosaico de desunión difícil de desentrañar.

Los últimos ocho meses han sido cruciales, desde cuando los serbios bloquearon el acceso a un pequeño pueblo croata. Pero el detonante fue la muerte de nueve policías especiales de Croacia, cuando buscaban a tres compañeros secuestrados en una población habitada por serbios.

Los croatas explican que la crisis se debe a que desde mediados del año pasado, parte de la minoría serbia que vive en Croacia, está levantada en armas contra el gobierno local. Afirman que el ejército ha impedido que su policía entre en las áreas controladas por serbios levantados en armas. Sea como fuere, los choques motivaron que la cúpula militar decidiera dar un ultimátum al gobierno para que declarara la ley marcial y les autorizara para tomar