La nueva alternativa

Marina Silva ha revolucionado el panorama electoral brasilero. El pasado miércoles el Partido Socialista confirmó su candidatura a la Presidencia en reemplazo de Eduardo Campos, quien murió en un accidente aéreo. Silva, quien era la fórmula vicepresidencial de Campos, es reconocida por sus políticas ecologistas y cuenta con un importante apoyo de los votantes jóvenes, algo que ya se empieza a evidenciar en las encuestas. En efecto, según datos lanzados por Datafolha,  en la primera vuelta, a realizarse el 5 de octubre, Silva quedaría en el segundo lugar, con un 21 por ciento de las votaciones, superando en 13 puntos el registro de su antecesor. Pero el dato relevante es que en una hipotética segunda vuelta Marina superaría a la presidente candidata Dilma Rousseff con una ventaja de cuatro puntos, pues varios partidos entrarían a apoyarla. Según dijo a SEMANA Paulo Roberto Neves Costa, doctor en Ciencias Sociales en la Universidad Federal de Paraná, “Silva podría actuar en el sentido de promover un cambio no solo en las formas institucionales de la política brasileña, sino sobre todo en la forma como la población se relaciona con la política”. No cabe duda entonces que dará de que hablar en las próximas elecciones.