La OEA aprueba documento para reformar Relatoría para la Libertad de Expresión

El Consejo Permanente de la OEA aprobó este miércoles una serie de recomendaciones sobre el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, pese a las críticas de varias ONG que creen que con ello se busca limitar la autonomía de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y, en particular, de su Relatoría para la Libertad de Expresión.

Las recomendaciones, elaboradas por un grupo de trabajo creado por la propia OEA y que no son vinculantes, fueron aprobadas por consenso por los 34 países miembros en el primer Consejo Permanente del año celebrado por el organismo.

La OEA encargó el año pasado al mencionado grupo de trabajo una revisión del funcionamiento del sistema interamericano de derechos humanos, en parte a raíz de dictámenes duros emitidos por la CIDH contra los Gobiernos de países como Venezuela, Ecuador y Brasil.
 
Por su parte el expresidente y exsecretario de la entidad hemisférica Cesar Gaviria emitió un comunicado en el que instaba a la OEA a fortalecer las relatorías que han permitido garantizar el derecho de expresión en el continente.
 
Este es el comunicado completo:
 
Desde que dejé el cargo de Secretario General de la OEA he guardado silencio sobre las decisiones de los órganos que representan la institucionalidad de los Estados miembros, y sobre las actuaciones del Secretario General, José Miguel Insulza, al que siempre le he ofrecido mi concurso.
 
En las próximas horas el Consejo Permanente de la OEA  deberá pronunciarse sobre el Informe del Grupo de Trabajo conformado para evaluar el funcionamiento  de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Confío en que los países que han tomado esta iniciativa, incluido Colombia, no tengan intención distinta de la de fortalecer la Comisión en su economía, en su autonomía y en su capacidad para crear y desarrollar relatorías dirigidas a promover los Derechos Humanos en el Hemisferio.
 
Es preocupante, particularmente, el caso de la Relatoría para la Libertad de Expresión, cuya misión y desempeño pretenden cuestionar algunos países miembros, ha servido de instrumento eficaz para evitar abusos donde gobiernos –a pesar de su origen democrático– han concentrado poder en todas las ramas del Estado, hasta llegar a poner en peligro las libertades de prensa y de expresión.
 
Ello ha ido en menoscabo de los  contrapesos institucionales que son parte esencial de la democracia tal como lo establece la Carta Democrática Interamericana. La Comisión Interamericana y la Relatoría han sido un pilote fundamental para defender la libertad de prensa y de expresión, las cuales han sido sometidas a serios menoscabos por leyes y regulaciones que empiezan a constituir una grave amenaza para la preservación de esos derechos, en particular en Ecuador y en Venezuela.
 
El Consejo  debe procurar preservar su autonomía, tan difícilmente lograda a lo largo de los últimos años.

Con EFE.