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LA RETIRADA

Después de 65 días de negociaciones, Israel acuerda plan de evacuación de los palestinos. Arafat se retira para salvar a la población libanesa

20 de septiembre de 1982

Por fin Beirut respira. El gobierno israelí, reunido el 19 de agosto en sesión extraordinaria, dio su acuerdo al plan de evacuación de los palestinos de Beirut, después de 65 días de negociaciones ininterrumpidas con el mediador norteamericano Philip Habib. Los bombardeos del 1 y del 12 de agosto, que se prolongaron durante 11 y 14 horas provocando cientos de víctimas civiles en Beirut occidental, terminaron convenciendo a los palestinos de que el gobierno israelí no transigiría en sus objetivos.
"Nos retiramos de Beirut, dijo Arafat, a la televisión francesa, para salvar la población libanesa e impedir la destrucción de la capital". Vencidos militarmente, los palestinos tuvieron que renunciar a la mayor parte de las exigencias formuladas a lo largo del conflicto para abandonar Beirut: apertura de un debate internacional sobre el problema palestino, retirada de las tropas israelíes de la capital libanesa, mantenimiento de una presencia militar palestina en Líbano, implantación de la fuerza de interposición internacional antes de su salida (ésta se efectuará de manera simultánea). Deberán además entregar sus armas pesadas fuera de la capital.
Los palestinos remitieron, por otra parte, una lista no nominal como Israel exigía, precisando qué países estaban dispuestos a acogerlos y el número de combatientes que integra cada continente y restituyeron los dos prisioneros y los cuerpos de cinco soldados israelitas muertos sin haber logrado canjearlos, como lo habían previsto, por una parte de 9.000 prisioneros palestinos.
Los dirigentes de la OLP consiguieron, en cambio, que los gobiernos de Estados Unidos, Francia e Italia, garanticen la salida de sus tropas de manera digna y segura. En efecto, el gobierno libanés pidió a esos tres países constituir el jueves 19 de agosto, una "fuerza multinacional de interposición" entre el ejército israelí y las fuerzas palestinas, compuesta por unos 8.000 soldados norteamericanos, 800 franceses y un poco más de 500 italianos -a los que se adjuntarían 3.000 soldados del ejército regular libanés-. La fuerza multinacional cumplirá su misión bajo la autoridad del gobierno libanés pero no dependerá de un mando único sino de una estructura de coordinación que funcionará a través de dos comités, uno político y otro militar.
Según la radio libanesa, los franceses se establecerán entre el Puerto de Ras El Nabaa y Tayuneh, en donde comenzará el control de los italianos hasta el aeropuerto de Beirut. Los norteamericanos por su lado, ocuparán la línea que divide Beirut este y oeste hasta el puerto de Ras El Nabaa. Los tres mil soldados libaneses acompañarán los tres ejércitos extranjeros.
EL PLAN HABIB
Anunciado el pasado fin de semana, la fuerza multinacional debería controlar la salida de los combatientes palestinos, como sigue: Siria acogería 3.000; Irak 2.500; Argelia 800; Sudán 900; los dos Yemen 2.000; Túnez 1.000 entre los que se encontraría Yasser Arafat; Jordania 800; Grecia 300 heridos y tres mil niños. Se agregarían 1.500 soldados sirios y otros combatientes que luchan con la OLP y cuyo número no fue precisado. La evacuación se llevará a cabo respetando cuidadosamente el plan Habib, cuyos ejes principales son:
- La retirada se hará sin ninguna etapa, en territorio libanés, para los palestinos.
- La duración de la evacuación ha sido fijada en 15 días. Esta se efectuará de día y según un calendario preciso.
- Cualquier retardo implicará la retirada de la fuerza multinacional.
- La fuerza multinacional permanecerá 30 días y su estancia será prolongada únicamente si el gobierno libanés lo solicita.
- Sin abandonar sus posiciones, el ejército israelí deberá retirar sus puestos a lo largo de la carretera Beirut-Damasco en donde se dividirán los palestinos en función de los países que los acogerán.
- Las tropas sirias se establecerán en el norte y en la región de la Bekka.
Si todo se desarrolla como está previsto, piensan los observadores Líbano asistirá en las próximas dos semanas al epílogo de la Batalla de Beirut.
Al este del país, en cambio, la tensión ha crecido entre las tropas sirias e israelíes. El general Sharon indicó, el martes 17, que había pedido al mediador norteamericano comunicar a Damasco que Israel "no toleraría indefinidamente las intolerables violaciones al alto el fuego". Las advertencias del general Sharon podrían indicar que Israel, liberado del problema militar con los palestinos, se dedicará a su segundo objetivo: lograr que los sirios se retiren del Líbano.
En este ambiente, el presidente de la asamblea nacional, Kamel El Assad, convocó a los diputados el 19 de agosto para elegir el nuevo presidente de la República, sesión que fue aplazada por falta de quorum.
La presencia de un solo candidato, Bachir Gemayel, y las disensiones políticas y confesionales hacen temer que Líbano, después de una guerra extranjera en su territorio, caiga en la espiral de la guerra civil que ensangrienta este país desde hace siete años.
ARAFAT PROPONE CUMBRE ARABE-ISRAELI
"Varios países árabes han propuesto recibir a nuestros combatientes, pero se trata de una presencia provisoria. ¿A dónde iremos luego?. El mundo entero debe preocuparse de este problema en una conferencia internacional que podría reunir a todos los países concernidos así como a las grandes potencias, después de esta guerra", afirmó Yasser Arafat en una entrevista la semana pasada al periódico francés "Le Monde".
Interrogado sobre si estaba dispuesto a reconocer el Estado de Israel, Arafat recordó la afirmación de los señores Begin y Sharon según la cual Israel "no tiene necesidad del reconocimiento" palestino y repitió las decisiones de la OLP que habían sido anunciadas por el senador norteamericano McCloskey.
Los palestinos "aceptan todas las resoluciones de la ONU en lo tocante al problema palestino". "No olvidemos, dijo Arafat que Israel fue creado por una decisión de las Naciones Unidas" en 1947 que preveía el reparto de Palestina en dos Estados, uno israelí y otro palestino.
Extrañándose que sea precisamente a los palestinos "que no poseen nada" a quienes se les pide reconocer a Israel "que posee todo" y que además "rechaza el derecho a la autodeterminación", el líder palestino confesó. "Todo lo que tengo que decir en lo que respecta al reconocimiento (de Israel) no lo diré bajo la coacción, mientras los tanques del general Sharon nos rodeen".
Repitiendo que el problema más urgente, en la actualidad, es el derecho del pueblo palestino a la existencia y a la autodeterminación, trató de "ridículas" las afirmaciones según las cuales la creación de un Estado palestino, en Cisjordania y Gaza, constituiria una amenaza real para Israel. "Israel es la fuerza más importante del Medio Oriente. ¿Se puede tener miedo, se preguntó Aratat de un Estado palestino que necesitará más de 20 años para poder ponerse en pie?".
Hablando de la lucha armada y de los artículos de la "Carta Nacional de la OLP", que niega la existencia del Estado de Israel, el líder palestino dijo a "Le Monde". "Hemos afirmado varias veces que la lucha armada no constituye la única vía". En cuanto a la Carta, y "para poner fin a esas ambiguedades, propongo que se reúna, después de la guerra, un coloquio que reagrupe a los pensadores palestinos, israelíes y árabes para examinar a fondo todos los problemas y llegar a conclusiones nuevas".
Arafat señaló que "existe entre los palestinos una neta evolución en la comprensión de los cambios acaecidos en los últimos años" pero que las posiciones de Begin nó han cambiado.
Reconociendo no haber sabido explicar su causa a la población de Israel ("No hemos comprendido la mentalidad israelí"), Yasser Arafat felicitó al coronel israelí Elie Geva por su decisión "de no participar en el asalto contra Beirut" y afirmó que, en fin, "un día los israelíes sentirán verguenza y buscarán olvidar lo que sus dirigentes actuales han hecho al pueblo palestino en este verano de 1982, en Libano".