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El Ejército israelí está transmitiendo el mensaje de que Siria se está preparando para una guerra, mientras los sirios dicen lo mismo de Israel. La manzana de la discordia es la zona de el Golán, conquistada por Israel en 1967. Para la ONU, Israel debería llegar a un acuerdo de paz y retirarse de esta región de importancia estratégica

oriente medio

¿La siguiente guerra?

En Israel y en Siria se habla de un conflicto entre ambos si no llegan a un acuerdo sobre el Golán. Aunque dicen que son rumores, ambos ejércitos se preparan.

12 de mayo de 2007

El tema se discute ya en las cenas de los viernes o en los almuerzos campestres del fin de semana. También en la televisión y en los periódicos. La pregunta cunde: ¿Y crees que podría haber guerra este verano? Aún no se han cerrado las heridas de los enfrentamientos frente a Hezbolá el verano pasado y ya se habla de la próxima contienda. Organismos de inteligencia y oficiales del ejército israelí anuncian combates para los meses próximos. .Hace unas semanas, se probaron las alarmas de emergencia en todo el país y se realizaron simulacros de rescate y con cámaras antigases en algunos colegios. Aunque se dijo que eran procedimientos de rigor, algunos dicen que son preparativos para lo que podría venir.

Y el rumor se ha convertido en un tema que se debate hasta en los salones del gobierno. Hace unos días, el jefe del Comité de Defensa Nacional, Ilán Mizraji, dijo ante el Parlamento israelí que Siria adquiere más misiles de largo alcance. Pero al mismo tiempo manifiesta que sus deseos de iniciar un proceso de paz son auténticos. En los pasillos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel también se comentan los programas que la televisión siria ha transmitido a propósito de la celebración de su independencia, el pasado 17 de abril. En las emisiones se habla de recuperar, a las buenas o a las malas, al Golán, una tierra que Israel ya considera parte integrante de su territorio.
El Golán. Con este nombre se conoce a la cuenta pendiente entre los dos países, la meseta que se localiza al suroccidente de Siria. Israel conquistó el lugar en la Guerra de los Seis Días, en 1967, y los sirios trataron de retomar el control en la Guerra de Yom Kippur en 1973. Posteriormente, la zona comenzó a ser poblada por familias israelíes. En 1981 Israel anexó este territorio de forma oficial mediante una ley. Esta decisión no fue aprobada por la comunidad internacional. Y organismos como la ONU creen que Israel debe llegar a un acuerdo de paz y retirarse de la zona.

El problema es que esa zona –especialmente el Monte Hermón– es de importancia estratégica para Israel. Porque desde allá se tiene una vista perfecta del territorio sirio y se puede ver cualquier movimiento de tropas. Fuera de esto, el Golán es una de las fuentes de suministro de agua más importantes de Israel.

Cuando se habla de devolver el Golán, muchos israelíes sienten que les duele el alma. Dicen que sería el comienzo del fin. Eso lo ratifica Amir Rublin, un comerciante que ya pasa de los 50 y fue uno de los soldados israelíes que participó en la guerra de 1967. “Antes de que Israel tomara el control de esa zona, los sirios y los países árabes enemigos usaban la zona para infiltrar terroristas y desarrollar operaciones en contra nuestra”.

Sin embargo, asociaciones pacifistas como Paz Ahora –Shalom Akshav en hebreo– han hecho un llamado al gobierno de Ehud Olmert para que negocie con el gobierno sirio. Esta agrupación, considerada de izquierda, cree que Israel debe retirarse del Golán para que haya paz en la zona.

Actualmente, la zona es habitada por unos 17.000 israelíes y 20.000 druzos sirios. Debido a la presencia israelí en la zona, no es extraño encontrar familias que fueron separadas. Algunos de sus miembros viven en el lado sirio y otros en el israelí.

Columnistas de prensa y ex funcionarios del gobierno han venido analizando la viabilidad de una guerra en el próximo verano. Para Guy Bechor, colaborador permanente de Yedioth Aharonoth, el periódico con mayor tiraje de Israel, hay varios hechos que anuncian nuevos enfrentamientos en la zona. “El Ministro del Interior de Irán ha dicho que en caso de que Estados Unidos ataque a su país para detener el avance de sus dispositivos nucleares, lanzará cientos de misiles contra Israel. Así mismo, Hezbolá sigue trabajando fuertemente para reponer el armamento que perdió en la pasada guerra y se ha comprobado que Hamas ha logrado ingresar una cantidad considerable de explosivos a la Franja de Gaza en las últimas semanas”.

Más que esto, considera que los recientes reportes de la Comision Winograd instalada para investigar a Olmert, el Ejercito israelí y a otros funcionarios por lo ocurrido en la pasada guerra del Líbano, son un campanazo de alerta. “Esta comisión trabaja con rapidez para analizar las consecuencias y las fallas de la pasada guerra para que el Ejército y el gobierno se preparen para los futuros sucesos”.

Shlomo Ben Ami, ex ministro y vicepresidente del Centro Internacional Toledo para la Paz, dice que “el Ejército israelí está transmitiendo el mensaje de que Siria se está preparando para una guerra. Los sirios dicen lo mismo sobre Israel. Hay un sentimiento general que habla de la disminución de la capacidad del Ejército israelí; esto podría llevarlo en algún momento a prepararse y a tratar de recobrar su capacidad. Sin embargo, si Israel fuera obligado a pelear, esto ocurriría porque es inevitable y no porque sea algo necesario”.

El 5 de mayo la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice afirmó que los sirios son un problema real en el Oriente medio. Son ellos los que se oponen a un acuerdo de paz que hable de dos Estados: uno israelí y otro palestino. Se dice que el gobierno sirio apoya a Hamas, cuyos miembros desconocen la existencia del Estado de Israel. Así mismo se sabe que Rice pidió al ministro de Asuntos Exteriores sirio, Wualid Mouallen, detener el envío de militantes sirios a Irak.

Nawap Sheik Faras, gobernador de Damasco, capital siria, ha dicho hace un par de semanas a la televisión del país que su gobierno piensa conseguir la liberación de esa tierra a través de distintas formas.

Como es habitual en el Oriente Medio, muchos indicios señalan que no habrá tranquilidad en el futuro cercano.