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Las armas femeninas

26 de febrero de 2002

El primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, ha perdido en estos días la popularidad de que gozaba entre las mujeres de su país. Todo comenzó cuando la ministra Makiko Tanaka fue acusada de mentir en el Parlamento. Ella se indignó y terminó llorando. El primer ministro no se dejó conmover y replicó a los periodistas que lo interrogaron sobre el asunto con un comentario que en su momento pareció muy sagaz: “Las lágrimas son la mejor arma de las mujeres”. No se imaginó el avispero que se le vendría encima. Además de las numerosas protestas espontáneas de mujeres que lo tildan de sexista, el partido de oposición ha usado el hecho para restarle credibilidad al gobernante. Para completar, un grupo de 18 legisladoras entregaron a Koizumi una carta en la que exigían que se retractara. El asunto es muy grave para el primer ministro, cuyo electorado se compone principalmente de mujeres.