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Daniel Filmus asegura que la población de las Malvinas fue "trasplantada" como parte del proceso colonizador. | Foto: SEMANA

ENTREVISTA

“Las Malvinas son Argentina”

El secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, habló con Semana.com sobre las estrategias para ejercer su soberanía.

4 de octubre de 2014

Semana.com: Señor Filmus, usted afirmó durante su posesión como secretario que “la Argentina es todavía un país incompleto”. ¿Por qué?

Daniel Filmus: Argentina es un país incompleto y América Latina es un continente incompleto desde 1833, cuando las islas Malvinas fueron usurpadas militarmente por el Reino Unido. Es uno 17 territorios inscritos en la lista del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.

Semana.com: El canciller Héctor Timermann ha dicho: "La cuestión Malvinas es el último espacio colonial que queda en nuestro continente". ¿En qué consiste ese caso de colonialismo?

D. F.: Es un caso muy particular, que no se resuelve por autodeterminación. La ONU habló hace 50 años de la cuestión en la resolución 2065, que habla de un conflicto de soberanía entre dos países, y estableció que ambos tienen que sentarse a dialogar. Y el gran problema es que Argentina quiere el diálogo, pero Reino Unido no, a pesar de que todos los años o la Asamblea General o el Comité de Descolonización le recuerdan que debe hacerlo.

Semana.com: ¿Cómo entiende el Gobierno de Argentina el argumento según el cual la población de las islas Malvinas desea ser británica?

D. F.: Aunque la población del archipiélago es británica y puede querer seguir siéndolo, hay que tener en cuenta que se trata de una población trasplantada como parte del mismo proceso colonizador. En 1833, cuando los ingleses invadieron el territorio, allí había una población local, que fue desplazada. Desde entonces, se les ha prohibido a los argentinos instalarse en las islas. Por otro lado, la población que nació en Malvinas tiende a desaparecer: desde hace medio siglo, el número de habitantes es el mismo, entre 2.300 y los 2.800, pero mientras que en los años cincuenta nueve de diez habitantes habían nacido en el archipiélago, hoy la población nativa es inferior al 50 %.

Semana.com: Al Reino Unido y a las islas Malvinas los separan casi 13.000 kilómetros. ¿Qué intereses tiene Londres en ese territorio?

D. F.: En primer lugar, hay una base limitar muy importante. De hecho, las Malvinas son el lugar del mundo donde hay más militares por kilómetro cuadrado: casi el 50 % de sus habitantes pertenece al Ejército británico. En segundo lugar, es un espacio geopolíticamente muy bien ubicado porque controla el único pasaje bioceánico que, junto con otros territorios como Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, le permiten a Reino unido dominar esa área del Atlántico sur. En tercero, la apetencia del Reino Unido por la Antártica. Y en cuarto, las riquezas de la región en cuanto petróleo, minerales, pesca y una gran biodiversidad oceánica.

Semana.com: ¿Cómo evitar que este asunto se instrumentalice con fines nacionalistas, como hizo la dictadura presidida por Jorge Videla a finales de los años setenta?

D. F.: La decisión de limitarse al diálogo, la diplomacia y la paz no es de un solo partido sino de toda la institucionalidad de Argentina. Mi país sufrió enormemente con las desapariciones, las torturas y los secuestros de niños emprendidos durante ese periodo, y de ninguna manera está de acuerdo con emplear las armas. Solo a través de la Justicia Argentina busca impedir que Reino Unido se lleve las riquezas del país y de América Latina. Nosotros tenemos muchísima paciencia y sabemos que no hay otra forma de resolver el problema.