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Los fotógrafos captaron esta imagen de las notas de Berlusconi en la votación en el Congreso en las que se puede leer "308 (votos a favor) - 8 traidores". | Foto: AP

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Los posibles sucesores de Berlusconi en Italia

Análisis de los que suenan para reemplazar al primer ministro italiano, quien prometió dimitir de su cargo cuando se pruebe la reforma conómica. En la imagen se observan apuntes de Berlusconi cuando perdió la mayoría parlamentaria: "308 (votos a favor) - 8 traidores", anotó.

Alianza BBC
8 de noviembre de 2011

Las cuentas no le salieron este martes al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, y por eso le prometió al presidente Giorgio Napolitano que renunciará cuando el Parlamento haya aprobado las reformas económicas exigidas por la Unión Europea para afrontar la actual crisis económica.
 
Berlusconi tomó esta decisión horas después de perder la mayoría parlamentaria en la legislatura en una votación crucial en la que, sin embargo, consiguió aprobar medidas presupuestarias con 308 votos a su favor. Necesitaba 316 para obtener la mayoría.
 
La aprobación de la medida fue posible por la decisión de la oposición de abstenerse y pese a que Berlusconi no contó con el voto de algunos de sus hasta ahora aliados.
 
En los últimos días, además de a la creciente presión de los mercados por gran el crecimiento de la deuda italiana, Berlusconi ha recibido un revés.
 
A las reiteradas peticiones de dimisión que llegaban de las filas opositoras se sumó en las últimas horas la que hizo su aliado más cercano, Umberto Bossi, de la Liga del Norte.
 
"Después de aprobar la Ley de Estabilidad (ley de presupuestos) presentaré mi dimisión, de manera que el jefe del Estado pueda abrir las consultas y decidir sobre el futuro. No me corresponde a mi decidir qué tendrá que ocurrir, pero yo sólo veo la posibilidad de comicios anticipados porque en este momento el Parlamento está paralizado", sostuvo el primer ministro en sus primeras declaraciones a una televisión local tras anunciar su decisión al presidente Napolitano.
 
Por el momento, habrá que esperar que el Parlamento apruebe las reformas exigidas por la Unión Europea, algo que se esperaba que se llevase a cabo a fin de mes, si bien es probable que ahora se acelere el proceso.
 
Es muy probable que esta decisión suponga el fin de la vida política de Silvio Berlusconi, que ha estado vinculado a la administración italiana en los últimos 17 años y que ha superado más de 50 votos de confianza. 
 
Por eso, en Italia ya están analizando quién podría ser su sucesor como primer ministro italiano.
 
Mario Monti
 
Entre los nombres que más suenan para ese puesto está Mario Monti, un reconocido economista y excomisario europeo.
 
Cuando se desempeñó como Comisario de Competencia de la Unión Europea, entre 1999 y 2004, se ganó el apodo de "Súper Mario" por su perseverancia al enfrentar a los poderosos bancos regionales alemanes y bloquear la fusión entre General Electric y Honeywell.
 
Ahora Monti tiene 68 años, preside la Universidad Bocconi de Milán y es también presidente honorario de Bruegel, una organización de política económica europea creada en 2005.
 
"Tiene experiencia y a nivel europeo es una de las personalidades italianas más valoradas", dijo recientemente de él Gianfranco Fini, portavoz de la Cámara Baja del Parlamento italiano.
 
Monti tiene los conocimientos en economía y conexiones en la Eurozona, pero la pregunta es si la coalición Berlusconi estará dispuesta a entregar el poder a un líder no electo.
 
Gianni Letta
 
Se le considera la mano derecha de Berlusconi y tiene la fidelidad de la coalición de centro-derecha ganadora de las últimas elecciones de 2008.
 
Pero precisamente por eso, muchos le asocian con las políticas fallidas del actual gobierno.
 
De 76 años, es graduado en Derecho, ex periodista y ex presentador de televisión y ha sido subsecretario de gabinete en los tres gobiernos de Berlusconi. Su relación con el primer ministro se remonta a 1980 cuando comenzó a trabajar en el grupo Fininvest, el conglomerado empresarial de Berlusconi que incluye la casa Mondadori, el diario Il Giornale y el club de fútbol AC Milán, entre otros.
 
En 2006, fracasó en su intento de ser elegido presidente de Italia, un puesto que consiguió y mantiene Giorgio Napolitano.
 
Angelino Alfano
 
Es el sucesor elegido por Berlusconi, quien en más de una ocasión le ha mencionado como su sucesor a primer ministro.
 
Con 41 años, es el secretario general del partido de Berlusconi Pueblo de la Libertad (PDL) después de renunciar como ministro de Justicia en julio.
 
Es conocido por haber creado una ley que causó una fuerte polémica pues se alega que protegía a Berlusconi de investigaciones penales.
 
La "ley Alfano" le otorgó inmunidad penal al presidente y al primer ministro, pero fue revocada en 2009.
 
Aliado de Berlusconi desde mediados de los 90, este exabogado siciliano, ascendió al liderazgo del PDL este verano después de que el partido de Berlusconi perdiera las elecciones locales en Milán y Nápoles.
 
Si el próximo gobierno que lidere Italia es una mera remodelación de la coalición actual, Alfaro está muy bien situado para liderarlo.
 
Sin embargo, su juventud puede ser un argumento para que por el momento no de un paso adelante y que sea la "vieja guardia" del partido la que afronte la crisis de la deuda que agobia a Italia.
 
Renato Schifani
 
También siciliano, el jefe del Senado es como Alfaro licenciado en Derecho y un político que siempre ha sido fiel al partido de Berlusconi.
 
Antes de ser elegido como líder parlamentario en 2008, fue el jefe de la bancada del PDL en el Senado.
 
Con el puesto que ostenta en la actualidad, se convertiría automáticamente en Jefe de Estado en caso de que el actual presidente no pudiera desempeñar sus funciones.
 
Con 61 años, tiene la experiencia y trayectoria política que le puede faltar a Alfano, pese a que todavía es lo suficientemente joven como para que se considere que llega a renovar la escena política italiana, al contrario que Letta.
 
Sin embargo, como Letta y Alfano, en Italia se le asocia con los años de gobierno de Berlusconi, lo que puede jugar en su contra.