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Colgada de un edificio en la ciudad del estado de Connecticut donde 20 niños y seis adultos fueron muertos a tiros en una escuela primaria, se encuentra una pancarta con una leyenda de cuatro palabras en inglés: "Abraza hoy a un profesor". | Foto: Archivo Semana

ESTADOS UNIDOS

Los profesores son los héroes olvidados

Los maestros que sacrificaron sus vidas por los niños durante el tiroteo en la escuela primaria de Connecticut motivaron la campaña "Abraza hoy a un profesor".

24 de diciembre de 2012

El mensaje de agradecimiento que cuelga en la fachada de las escuelas estadounidenses está dedicado a los maestros que se pusieron en acción cuando un joven armado irrumpió en la primaria Sandy Hook y abrió fuego con un fusil. Los profesores ocultaron a alumnos en armarios y sanitarios, e incluso los protegieron de los disparos con sus propios cuerpos. Algunos lo pagaron con la vida.


Su sacrificio fue abnegado y heroico y la mayoría de los profesores afirmaron que harían exactamente lo mismo en caso de encontrarse cara a cara con un atacante armado en el aula. Durante la semana pasada, en varias escuelas numerosos maestros recibieron nuevas muestras de agradecimiento de padres y estudiantes, que tras la matanza en la ciudad nororiental de Newtown, Connecticut, recordaron cuánto dan los profesores.

"Espero que muchos padres vean a los profesores de alguna manera diferente, sobre todo lo que hacemos", dijo Hal Krantz, docente en el centro de enseñanza media de Coral Springs, unos 32 kilómetros al norte de la ciudad de Fort Lauderdale en el estado suroriental de Florida.

Esa gratitud hacia los maestros es un respiro respecto a los últimos años en que políticos y ciudadanos los han visto como cualquier cosa menos como héroes. Los profesores han estado en el centro de críticas por recibir, según perciben algunas personas, generosas e inmerecidas prestaciones, además de seguridad laboral.

"Pienso que un momento como este nos hace apreciar y entender hasta qué grado dependemos de nuestros maestros para cuidar a nuestros niños en todo tipo de formas, no sólo por lo que aprenden en la escuela", dijo Paula Fass, maestra de historia en la Universidad de California, campus Berkeley.

En los últimos cuatro años, una ola de reformas, promovidas en su mayor parte por el Departamento de Educación y su iniciativa Carrera a la Cima, ha quitado antigüedad a los profesores y ha establecido evaluaciones más estrictas basadas en parte en las calificaciones de los estudiantes en exámenes estandarizados. Este mayor énfasis en la evaluación ha hecho que se perciba menos el papel del profesor en el salón de clases.

"La mayoría de las discusiones sobre maestros últimamente han sido sobre si debemos juzgarlos simplemente por el desempeño de los niños en exámenes estandarizados", dijo Patricia Albjerg Graham, maestra de historia de la educación en la Universidad de Harvard. "Y aunque es importante que los profesores ayuden a los niños en el aprendizaje, también es verdad que ellos les ayudan a tener ganas de aprender y los protegen mientras están en la escuela".

Graham comenzó a impartir clases en una escuela rural de Virginia en 1955 y dijo que incluso entonces los maestros veían el proteger a sus alumnos como parte de su labor. Durante la Guerra Fría, los maestros conducían simulacros en caso de un ataque nuclear. Hoy, realizan simulacros de incendio e incluso asumen como parte del trabajo amenazas como los tiroteos.

"Sin duda estoy orgulloso de esos maestros que perdieron la vida o resultaron heridos", dijo Krantz. "Siempre te hace sentir orgulloso ser parte de esa sociedad".

AP