Maduro duerme con el cadáver de Chávez

Una cosa sí es clara. Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, no les teme a los difuntos. Al contrario, en el caso del cuerpo de Hugo Chávez le genera una placidez que le permite dormir tranquilo después de sus exhaustas jornadas.

Esta es la conclusión de la confesión de Maduro que emitió, por cadena nacional y estatal: “A veces vengo en las noches, a veces me quedo a dormir aquí, bastantes veces, ustedes ni se dan cuenta. Los vecinos son los que a veces se dan cuenta, entramos en las noches y nos quedamos a dormir aquí, a reflexionar aquí (en el Cuartel de la Montaña, donde reposa el cuerpo de Hugo Chávez)”, dijo.

Maduro hizo tan sorprendente revelación en el programa ‘Diálogo bolivariano’. En otras ocasiones, el presidente venezolano había contado que tiene una comunicación muy especial con Chávez. “De repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba”, dijo en la campaña y señalando su cabeza e imitando un aleteo. El pájaro, prosiguió Maduro algo emocionado, “se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito”, relató en su momento.

En otra oportunidad, Maduro comparó a Chávez con el Cristo redentor y afirmó que él, al igual que el llamado hijo de Dios, “vino a proteger a los que nada han tenido”. Esa afirmación la hizo en un homenaje al fallecido gobernante cuando cumplió cinco meses de su muerte.

“Cristo redentor se hizo carne, se hizo nervio, se hizo verdad en Chávez”, dijo Maduro también desde el Cuartel de la Montaña en el oeste de Caracas, donde reposan los restos del líder de la “revolución bolivariana”, y como ahora que confesó dormir junto a él en una ceremonia que fue transmitida en cadena obligatoria de radio y televisión.

“Hugo Chávez, en el encuentro que tuvo con este mundo, se encontró con los valores de Cristo y se compenetró con sinceridad de corazón con los valores de nuestro redentor, el Cristo de los pobres, el Cristo de los humildes, el que vino a proteger a los que nada han tenido”., señaló en ese momento el jefe de Estado.

Cristo, pajarito, lo que nadie se imaginaba hasta ahora, era que era un muy buen compañero para el descanso.