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"ME DEFIENDO PARA LA HISTORIA"

EL FISCAL GENERAL DE VENEZUELA, IVAN Badell, formuló cargos contra el ex presidente Carlos Andrés Pérez, que agravan el proceso por el manejo de 250 millones de bolívares de fondos secretos, ...

19 de diciembre de 1994

SEMANA: ¿Qué opina usted, señor Presidente, de esa formulación de cargos?

CARLOS ANDRES PEREZ: YO quiero decirle que para mí no constituyó ninguna sorpresa. Yo estaba plenamente convencido de que el fiscal no se abstendría de formular cargos. A pesar de que, como he dicho reiteradamente y se ha publicado, no existe realmente en el expediente que se levantó en torno a la situación absolutamente ningún indicio, ninguna razón, ni cuerpo de delito, este es un juicio sin delito. Pero dentro del clima creado yo estaba seguro que el fiscal no tomaría una actitud distinta a la que ha asumido la Corte. De manera, pues, que esa era una situación que se daba como inevitable. Por otra parte, en el mismo nombramiento del fiscal ya se notaban ciertos compromisos en torno a esa situación.

SEMANA: ¿Por que dice usted eso último, señor Presidente?

CAP: Bueno, pues porque aquí, como es costumbre, se trata de un juicio político, hay intereses que han estado involucrados en la confabulación contra mi...

SEMANA: ¿Y usted a qué atribuye a que haya habido esa especie como de ensañamiento?

CAP: Si los fines políticos de sacarme del poder ya se consiguieron, precisamente la pregunta es cómo harían ahora, de la noche a la mañana, para decir que no, que no fué así. Si no, cómo se justificaría esa actitud de haber llegado al extremo de sacar del ejercicio del poder a un jefe de Estado.

SEMANA: Pero ahora están ampliando la acusación. Ahora se trata de una malversación agravada...

CAP: YO he dicho que el señor fiscal resultó más papista que el Papa. El hecho de la malversación agravada es algo increíble. Lo que dicen es que el Ministerio del Interior, el gobierno, solicitó el cambio de 250 millones de bolívares a dólares en el momento en que estaba suspendiendo el control de cambios, y que el dólar pasó a 34 bolívares y no a los 14 bolívares en que se cambió la partida. Resulta que esto es absolutamente falso. La transacción se hizo a ese precio porque estaba vigente el control de cambios. Y, en todo caso, el precio del dólar no lo fija el gobierno sino el Banco Central, que es un organismo absolutamente autónomo en Venezuela. De manera que en ese caso, si ahí hubiera habido cualquiera irregularidad sería del Banco Central y no del gobierno. Esa es la "malversación agravada".

Otra cosa más: la malversación, de acuerdo con nuestra legislación y entiendo yo que con la doctrina, requiere que el malversador sea la persona que maneja el dinero. Y resulta que el presidente de la República no maneja ningún dinero; el presidente, de acuerdo con la Constitución, tiene la administración de la hacienda pública. Pero entonces el fiscal dice que como tiene la administración de la hacienda pública, es el que maneja todo el dinero de la Nación y, por consiguiente, le cabe la responsabilidad por este hecho. Resulta que el presidente tiene el manejo de la hacienda pública, pero esta se realiza a través de los órganos que el mismo Estado ha creado, de los ministerios, etc.

SEMANA: Se dice que los fondos de la partida secreta de seguridad nacional supuestamente malversados fueron utilizados en la creación de una fuerza de seguridad para la señora Violeta de Chamorro. Si eso fuera así, sería legal?

CAP: En primer lugar, la Constitución venezolana establece, como atribución privativa del jefe del Estado, las relaciones internacionales, la seguridad y la defensa del país. De manera que es el presidente de la República quien determina estas consideraciones. El Poder Judicial no tiene absolutamente ninguna atribución para intervenir en este campo. Esta atribución del presidente está sujeta al control, desde luego, del Poder Legislativo, al control del Congreso. En segundo lugar, es verdad, dentro de los acuerdos que se hicieron en esta etapa entre varios gobiernos para contribuir a la solución del problema nicaragüense, mi gobierno envió en un momento dado una fuerza de seguridad, de acuerdo con el gobierno sandinista, que estaba en el poder, para entrenar a los grupos que se encargarían de la cuestión de vigilancia del nuevo presidente de la República, Violeta Barrios de Chamorro.

Ahora, no está de ninguna manera probado, ni está señalado, que haya una relación de causalidad real en que cuanto a que esto haya salido de esos 250 millones de bolívares que se cambiaron en dólares de la partida secreta, porque se establece una causalidad increíble. Esta rectificación al presupuesto de gastos de Venezuela fué hecha el 17 de febrero de 1989. Para ese momento ni se había establecido fecha para las elecciones en Nicaragua, ni mucho menos se sabía que Violeta Chamorro iba a ser candidata. Y la posesión de ella fué año y medio después de haber realizado esta rectificación de los 250 millones de bolívares. De manera que caprichosamente se establece que esa plata fué para eso. Y por otra parte, desde luego, ahí no hay delito.

SEMANA: ¿Y cómo se explica que tratándose de una partida secreta a usted se le exija ahora que diga para que se usó ese dinero?

CAP: Por eso mismo... Es que aquí no hay ninguna racionalidad. El derecho ha quedado completamente aparte. Otra cosa: no está juzgándose toda la partida secreta; esta juzgándose una rectificación que se le hizo al presupuesto para la partida secreta. Es una cosa absurda. Tanto es así que yo me ocupé de que se editara en un libro toda la ponencia, que es un resumen del expediente, y allí se puede ver el exabrupto, la monstruosidad de este juicio que se me sigue. Eso, en el aspecto de malversación. Pero luego, del mismo hecho se saca otro delito, cuando de acuerdo con los abogados ese hecho da lugar a un solo delito. O es malversación o es peculado, pero no las dos cosas. Entonces luego dicen que como este dinero favoreció a Violeta Chamorro y a los ministros, que fueron protegidos por una policía venezolana, que eso fué un dinero en provecho de terceros y que eso entonces significa que cometí también peculado.

SEMANA: Y su abogado sostiene que malversación y peculado no son compatibles por el mismo hecho. ¿No?

CAP: No son compatibles, en absoluto. Es una doctrina universal.

SEMANA: Bueno, señor Presidente, ¿y si a usted lo condenaran tendría con qué pagar la solicitud adicional de una multa de 3.6 millones de dólares?

CAP: Dentro de toda esta campaña de difamación, pues se dice que yo debo ser un hombre muy rico. Pero resulta que yo soy un hombre sin fortuna, yo tengo solamente una casa y más nada. Toda mi vida la he dedicado a la política y nunca he tenido otra clase de trabajo. No he tenido herencia de ninguna naturaleza, no me dedico a especulaciones ni a juegos que me pudieran enriquecer. De manera que si yo tuviera un dinero importante, sería un dinero mal habido, puesto que no tendría cómo justificarlo. De manera que esa es mi situación, y lo he dicho. Y es más: cuando se armó aquí un escándalo en torno a presuntas cuentas mías en el exterior, yo le dije tanto al fiscal como al contralor de la República que yo no iba a decirles que me lo probaran, sino que yo estaba dispuesto a probarlo. Que estaba dispuesto a firmar y a autenticar ante los países que fuera las solicitudes que quisieran ante cualquier banco o sistema financiero del mundo para que les entregaran a quienes ellos designaran el estado de mis cuentas corrientes, o mis depósitos. Porque he dicho y he afirmado que yo no tengo cuenta en ningún banco del exterior. Nunca he manejado una chequera de un banco en el exterior. Así de rotundas son mis afirmaciones en esta materia.

Mi vida ha sido una vida larga, pero una vida íntegra dedicada a la política. Yo comencé a los 14 años, allá en mi pueblo zuliense, en la frontera con Colombia, y ya tengo 72 años, y desde entonces, sin interrupción de ninguna naturaleza, he vivido de la lucha política. Y he vivido para la democracia y la libertad de mi país y de América Latina.

SEMANA: ¿En este momento siente rencor?

CAP: No. Afortunadamente nos hemos hecho a esta lucha y al conocimiento de nuestras realidades, por eso es que no siento amargura. Y, aunque restringido a mi casa, sigo actuando todo lo que puedo para ayudar a resolver esta crisis que esta viviendo Venezuela. Nuestro país es un disparate. Estamos viviendo una crisis sumamente grave y, desgraciadamente, sin ver salida por ninguna parte porque no se toman las medidas que deben ser. También supe que en estos días se trató de aprobar una ponencia para prohibírseme hablar, pero no se atrevieron a llegar hasta allá.
SEMANA: Pero a usted se le nota tranquilo...

CAP: Claro que estoy tranquilo. Pero eso se debe a mi tranquilidad de conciencia. Yo tengo una fortaleza espiritual que nace de la profunda convicción de que con todos los errores que haya podido cometer a lo largo de mi vida de nada tendré que avergonzarme ni nada podrá manchar mi historia, porque he sido un hombre dedicado a realizar lo que he deseado hacer por Venezuela y América Latina.

SEMANA: O sea que usted espera tranquilamente el juicio de la historia...

CAP: Absolutamente sí. Y, como usted ha visto, a mi casi se me trató de inducir a que me fuera del país. Yo no me he ido y he estado haciéndole frente a mi situación aquí en Venezuela. Y así seguiré y ahora iré a esta apertura de juicio, a la presentación de cargos del fiscal y a la respuesta que debo dar, etc., pero en la convicción de que estoy defendiéndome para la historia, no para la justicia, porque en estos momentos en Venezuela el derecho ha quedado aparte.

SEMANA: En esas condiciónes uno pensaría que es inevitable su condena.

CAP: Yo creo que si, claro que lo pienso. Pero eso no me arredra ni me echa atrás. Porque si esa es mi vida, eso es lo que me toca, así seguiré.-