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A MEDIA LUZ

A oscuras, como murieron 16 personas en el avión secuestrado en Pakistán, se encuentran aún las investigaciones sobre los autores

6 de octubre de 1986

"Abrieron fuego salvajemente, los niños lloraban, el avión era un holocausto". Así describió Hussain Shaffi, una de las 358 personas a bordo del Boeing 747 de Pan Am secuestrado por cuatro palestinos en el aeropuerto de Karachi en Pakistán, el desenlace del episodio que costara la vida a 16 personas, entre ellas uno de los asaltantes, y dejara cerca de un centenar de heridos.

Los secuestradores, al parecer temerosos de que se estuviera intentando un rescate cuando un grupo de negociadores se acercó al aparato, decidieron emprender fuego indiscriminadamente contra los rehenes. Fue entonces cuando las fuerzas de seguridad pakistaníes entraron en la nave mientras, aterrorizados, los pasajeros trataban de escapar.

El episodio, uno de los más cruentos de la piratería aérea, se había originado 16 horas antes, en los momentos en que el avión se preparaba para despegar con destino a Nueva York.
Provistos de armas automáticas y usando uniformes iguales a los de los guardias de seguridad del aeropuerto, los secuestradores irrumpieron en el avión abriendo fuego e hiriendo a un pasajero y tres empleados. El pasajero, un norteamericano de origen hindú, fue arrojado inmediatamente del avión y moriría horas más tarde.

El piloto y los dos copilotos lograron escapar, sin embargo, por la escotilla de seguridad de la cabina. Por este motivo, el pedido inicial de los secuestradores consistió precisamente en solicitar una tripulación de emergencia que pilotara el avión hasta Chipre, donde pensaban rescatar según las primeras informaciones obtenidas, a tres compañeros condenados a cadena perpetua por el asesinato, en 1985, de tres israelíes que pasaban vacaciones en un yate.

Después de amenazar con que empezarían a matar un pasajero cada diez minutos si no se les proporcionaba una nueva tripulación, los se cuestradores se encontraban a la espera de esta cuando, tras de apagarse momentáneamente las luces del avión, se inició el tirateo.

Al cierre de esta edición, ni la identidad de los secuestradores ni su filiación política habían sido claramente establecidas. Inicialmente reivindicado por las "Células Revolucionarias Libias" (el gobierno libio negó de inmediato su participación) y posteriormente por los "Soldados de Dios", un grupo musulmán pro iraní aludiendo la presencia en el avión de agentes de inteligencia norteamerica nos e israelíes; lo cierto es que el se cuestro, dadas sus características, parece sumarse a otros similares en los cuales los norteamericanos han sido escogidos como objetivo, como el de avión de la TWA en Beirut o el de Achille Lauro. Hecho que, tal como el desenlace de las experiencias anteriores demuestra, ciertamente no hace ninguna gracia a la administración Reagan, empeñada en acabar a toda costa con el terrorismo que tenga como blanco a norteamericanos.--