Messi y su padre, imputados por fraude fiscal

El juzgado de instrucción número tres de Gavá (Barcelona) citó a declarar como imputados el próximo 17 de septiembre al futbolista del FC Barcelona Lionel Messi y a su padre, Jorge Horacio Messi, a raíz de la querella por fraude fiscal que presentó la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona.

Según informaron las fuentes judiciales, en un auto, la juez acordó admitir a trámite la querella por presunto fraude fiscal, y abrir una investigación a Messi y su padre, a quienes el Ministerio Público acusa de defraudar más de 4 millones de euros.

Al futbolista y a su padre se les acusa de tres delitos contra la Hacienda Pública por los tres ejercicios fiscales -correspondientes a los años 2007, 2008 y 2009- en los que, presuntamente, burlaron la tributación de los ingresos derivados de la cesión de los derechos de imagen del jugador a terceros.

El entramado de empresas

Ni siquiera la más alevosa patada ni el marcaje más férreo puso en una situación tan inesperada al mejor jugador de fútbol del planeta y ganador por cuatro años consecutivos del Balón de Oro: el pasado jueves se conoció la denuncia que le hace la Fiscalía española al crack y a su padre por evadir más de 4 millones de euros por derechos de su imagen.

Se trata de un documento en el que se especifica por qué deben procesarse a la estrella del Barcelona y de la selección Argentina como a su padre Jorge Horacio Messi y a Rodolfo Schinocca, un experto contable.

El documento de 14 páginas es demoledor. Allí se consignan, incluso, los nombres de las empresas, dos de ellas colombianas y una filial peruana de otra firma nacional, que le pagaron al jugador por aprovechar su imagen. Fue ese dinero que habría utilizado el papá de Messi para ocultar en paraísos fiscales y con el cual evadió impuestos en España.

Según las cuentas, Messi ganó entre los años 2007 y 2009 más de 10 millones de euros por la explotación de su imagen comercial. De estos, más de 4 millones de euros habrían dejado de pagarse el fisco español a través de maniobras con empresas en paraísos fiscales. (Vea en este artículo más detalles sobre los contratos)

¿Cómo es la historia?

El punto de partida de la presunta defraudación fue la constitución de la empresa Sports Consultants Ltd. el 14 de diciembre del 2004, domiciliada en Belice (paraíso fiscal) y manejada por el papá de Messi. En él se establecía la cesión del jugador para el manejo del dinero por diez años prorrogables. En ese momento se hizo así porque Messi era menor de edad.

La denuncia asegura que el 4 de marzo del 2005, cuando Messi alcanzó la mayoría de edad, Sports Consultants Ltd. “licenció” con efectos desde el primero de febrero del 2005 a la sociedad Sport Enterprieses Ltd., domiciliada en el Reino Unido, como agente exclusivo para la explotación comercial y publicitaria de los derechos de imagen de Lionel Andrés Messi en todo el mundo con la única salvedad del propio Reino Unido.

Meses más tarde, Sports Consultand Ltd. encomendó a otra sociedad, Lazario Gmbh., con sede en Suiza, la prestación de servicios relativos a la conclusión de contratos de patrocinio, mercadeo y demás, a cambio de una comisión de entre el 5 % y el 8 % de los pagos netos que se derivaran de dichos contratos.

El papá de Messi y Rodolfo Schinocca tuvieron “desavenencias” y este último fue apartado de la gestión económica sobre la imagen de Messi. Se creó entonces otra figura en la que confluyeron tres empresas: Jenbril S. A. Sidefloor y Tubal Soccer Management Gmbh., a través de las cuales se realizó la explotación económica de los derechos de imagen de Messi a partir del 2007. Jenbril, domiciliada en Uruguay contrató con otra sociedad, Sidefloor Ltd., domiciliada en el Reino Unido, para que cumpliera la misma labor.

Messi dice que ha pagado sus impuestos

El futbolista aseguró que "nunca hemos cometido infracción alguna" en relación a la querella. El argentino se mostró sorprendido en un comunicado en su página de Facebook, en el que aseguró haber conocido la denuncia a través de la prensa.

La denuncia "nos causa sorpresa porque nunca hemos cometido infracción alguna. Siempre hemos atendido todas nuestras obligaciones tributarias siguiendo los consejos de nuestros asesores fiscales, quienes se encargarán de aclarar esta situación", señaló el delantero.

Messi, ¿en la cárcel?

La pregunta ahora es: ¿Messi puede terminar en la cárcel? Según el nuevo Código Penal español, en caso de que el juez impute por delito fiscal al astro argentino, éste tiene un plazo de dos meses para reconocer el delito y pagar la cuota defraudada (más las sanciones interpuestas) de acuerdo con la Fiscalía.

El objetivo de este movimiento sería reducir en hasta dos grados la pena prevista. Tras el pago de una suma que ronde los 10 millones de euros, la condena quedaría reducida a entre tres y seis meses de cárcel, por lo que no cumpliría ninguno.

Según EFE, la ley castiga con penas de prisión de dos a seis años, cada uno, los delitos contra la Hacienda Pública y con una multa del doble al séxtuplo de la cuota defraudada cuando la cuantía evadida exceda los 600.000 euros.

La querella de la Fiscalía se circunscribe a los años 2007, 2008 y 2009, pero, una vez concluya la campaña de declaraciones de la renta, la Agencia Tributaria podría ampliar a los ejercicios de los años 2010, 2011 y 2012 sus investigaciones sobre el futbolista y remitirlas al Ministerio Público en caso de detectar que también burló la tributación por ingresos derivados de sus derechos de imagen.

El futbolista y su padre tendrían todavía la oportunidad de regularizar ese hipotético fraude en los tres ejercicios precedentes mediante declaraciones complementarias pero, de no ser así, la Agencia Tributaria remitirá el resultado de sus indagaciones a la Fiscalía para que las incorpore a su investigación.

Por ahora, lo más grave para el jugador es el terrible golpe que sufre su imagen. Esto, porque en contraposición con su gran archirrival, Cristiano Ronaldo, el argentino siempre había irradiado sencillez, humildad y un perfil bajo alejado por completo de cualquier escándalo.

Lo más grave que Messi había hecho, por ejemplo, era tomar una Coca Cola cuando por contrato debía ser fiel a Pepsi. Ahora, sin embargo, está en la primera plana de todos los rincones del planeta por cometer un delito fiscal.