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Foto de la boda de Mariam Ishaq (der.) y su marido, Daniel Wani (izq.). | Foto: BBC.

INTERNACIONAL

El drama de una sudanesa convertida al cristianismo

Mariam Ibrahim Ishaq había sido condenada a muerte por dejar el Islam. Tras ser liberada, ella y su familia fueron detenidos de nuevo.

24 de junio de 2014

Un día después de haber sido liberada, Mariam Ibrahim Ishaq, una médica quien había sido condenada a muerte en Sudán por convertirse al cristianismo, volvió a ser detenida por las autoridades por razones aún desconocidas. Aparentemente, la mujer pretendía salir de ese país con rumbo a Estados Unidos debido a que su marido, Daniel Wani, también sudanés, tiene pasaporte estadounidense.

Un agente de seguridad del aeropuerto confirmó a la agencia de noticias alemana DPA que Ishaq, su esposo y sus dos hijos fueron detenidos en el aeropuerto. “Su marido la acompañó a la oficina de los servicios de seguridad, junto con sus hijos”, explicó el abogado de la mujer. “Por el momento, no hemos podido conversar con ella”, añadió. Según la BBC, Ishaq, de 27 años, fue detenida por unos 40 agentes de seguridad.

La joven, quien se casó con un cristiano, fue condenada a muerte en mayo por blasfemia y apostasía, tras haberse negado a renunciar a la fe cristiana. También fue condenada a 100 latigazos por adulterio, ya que su matrimonio con Daniel Wani es considerado ilegal por la sharia (ley islámica) que rige en Sudán. Tras semanas de presión internacional, un tribunal de apelación levantó la pena de muerte que se le había impuesto y ordenó su libertad.

“Detención”, no arresto


Mariam Ibrahim Ishaq tuvo a su bebé en prisión y sin asistencia médica. Foto: AFP.
La razón que esgrimió el Tribunal de Apelación es que el fallo en primera instancia dictado contra la joven contenía “pruebas débiles y contradictorias”. También apuntó que hubo un error de procedimiento al anular el matrimonio entre Ishaq y su marido. El hermano de la mujer hizo una denuncia ante la policía y amenazó con matarla si no se retractaba de su conversión al cristianismo. Entonces el caso explotó en la prensa internacional, dada la condena que se dictó inicialmente contra Ishaq.

Wani, cristiano practicante, fue absuelto del cargo de adulterio por falta de pruebas, tras argumentar que había contraído matrimonio con Ishaq cuando ya había cambiado de religión. El tribunal recordó que la ley sudanesa prohíbe la conversión del islam al cristianismo y que, por tanto, la acusada cometió adulterio al ser "nulo" su matrimonio como cristiana.

La ley islámica dice que las mujeres musulmanas no pueden casarse con no musulmanes.

Parto en cadenas


La joven nunca renegó de su fe y aseguró que nunca había sido musulmana, porque fue educada por su madre, quien es cristiana. Los gobiernos occidentales y grupos de Derechos Humanos criticaron la condena de horca que fue dictada el pasado 15 de mayo y presionaron para que la mujer fuera liberada. Inicialmente, el juez había accedido a darle dos años 'de gracia' para que pudiera amamantar al bebé que esperaba, que nació el pasado 27 de mayo. Cuando se emitió el fallo, Ibrahim tenía unos ocho meses de embarazo, según medios internacionales.

En un comunicado emitido la tarde de este 24 de junio, el gobierno de Estados Unidos dijo que monitorea de cerca el caso y que, tras contactar a fuentes del régimen sudanés, se les informó que la detención no sería un arresto. La portavoz Marie Harf dijo en Washington que "la familia fue temporalmente detenida en el aeropuerto, por varias horas, por cuestiones relacionadas con su viaje y, creo, por sus documentos de viaje, pero no han sido arrestados".

Ibrahim fue encarcelada y durante su estancia en prisión dio a luz sin ayuda médica y encadenada.

El padre de Ibrahim es musulmán y su madre cristiana ortodoxa de Etiopía. Según la sharia, en Sudán se considera musulmán a todo el que tenga al menos un progenitor musulmán. Pero ante la ausencia continuada de su padre, la joven fue criada como cristiana y se casó con un cristiano.

Con Deutsche Welle.