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Museo maloliente

9 de octubre de 2000

Las costumbres de los pueblos son inescrutables. Según el diario Vasterbottens Kuriren, en el norte de Suecia, una de las tradiciones más difíciles de digerir está a punto de conseguir su meca. Se trata de un museo destinado a honrar la costumbre de comer pescado fermentado, que tiene su origen en los pescadores del golfo de Botnia, que le agregaban una pequeña cantidad de sal al arenque en descomposición. Se necesita ser sueco para apreciar el plato resultante, llamado surstromming (arenque amargo) que tradicionalmente aparece en el mercado en el mes de agosto. A pesar de ello, los olores son tan fuertes que el museo está siendo levantado lejos del casco urbano.