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NEGRI REGRESA A LA CLANDESTINIDAD

24 de octubre de 1983

En menos de tres meses, Toni Negri acusado de ser el principal ideólogo de la lucha armada en Italia, pasó de los incómodos asientos de la cárcel a los confortables escaños de Cámara de Diputados, y a partir del miércoles pasado, a los inciertos y peligrosos ámbitos de la clandestinidad. ¿La razón? La mayoría de sus colegas parlamentarios, tras una agitada votación, le levantaron el fuero parlamentario y autorizaron su detención, solicitada por jueces italianos. La votación, impulsada por los demócratas cristianos fue asi 287 a favor, 75 en contra y 227 abstenciones.
Socialistas y comunistas se abstuvieron permitiendo que Fuera autorizada su detención. De 50 años, profesor universitario y elegido el 20 de junio pasado, Negri es buscado ahora en Europa, en especial en Francia donde existe una "colonia " de casi 200 italianos acusados de haber participado en actos terroristas en Italia. Francia, que no les ha concedido el asilo político, tampoco ha otorgado la extradición solicitada por magistrados italianos. Negri enfrenta cuatro procesos judiciales por insurrección armada y concurso en homicidio.
Inquietudes militares en España Tras la destitución del general Fernando Soteras Casamayor, jefe de la séptima región militar, con sede en Valladolid, ordenada por el gobierno central, las inquietudes golpistas parecen haber renacido en algunos círculos militares de España.
Soteras fue removido a raíz de unas declaraciones hechas por él en las que describía como "caballeros" motivados por patriotismo, a los autores del intento de golpe de Estado de febrero de 1981. Para frenar tales brotes, Felipe González advirtió en un discurso del 20 de septiembre contra la tentación de sectores de las Fuerzas Armadas de constituirse en poder fiscalizador. El Presidente del gobierno español dijo: "Lo que más me preocupa es que haya algunas personas que puedan pensar que la Constitución prevé un supuesto de hecho, según el cual no es el parlamento quien tiene el deber de controlar al gobierno. No se puede hablar de un poder militar autónomo, sino de una institución encargada de cumplir una alta misión y la democracia tiene perfectamente establecidos sus poderes ".