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"NO APROBARIAMOS UNA INVASION EXTRANJERA"

Arturo Cruz habla con SEMANA

Arturo J. Cruz, 60 años, es el candidato presidencial de la Coordinadora Democrática Nicaraguense (CDN) la mayor coalición opositora del país.
Cruz fue miembro de la junta de gobierno de Nicaragua desde marzo de 1980 hasta marzo de 1981. En septiembre de ese último año, rompió con el gobierno y viajó a Estados Unidos donde reside actualmente. Hasta el momento Cruz no participará en las elecciones del 4 de noviembre pues la CDN no quiso registrar sus candidatos el 25 de julio pasado. Eduardo Mackenzie de SEMANA lo entrevistó durante su paso por Bogotá. Apartes: SEMANA: La oposición legal en Nicaragua parece tener una actitud contradictoria frente a las elecciones.
Cuando el sandinismo no planteaba elecciones, ustedes hacían de ello su mayor bandera; ahora que el gobierno nicaraguense las concede ustedes se oponen a ellas...
ARTURO CRUZ: No veo la contradicción. Siempre la oposición pidió elecciones para regularizar el período posterior a la guerra, pues considerábamos que la guerra de liberación había dado origen a un gobierno transitorio que debía desembocar en una situacion de normalidad. Nos pareció lógico el período de los cinco años. Nunca lo protestamos. Ahora desembocamos una situación de elecciones pero sin garantías.
S.: ¿Cuáles son esas garantías que ustedes piden para que haya elecciones libres?
A. C.: Libertad de prensa, de asociación, acceso a toda la información relacionada con el registro de votantes y el voto mismo. Queremos tener seguridad de que las urnas electorales estén ubicadas en lugares apropiados donde no pueda haber ninguna clase de presion, y que se reconozcan los resultados de las elecciones, o sea, que si mañana ganamos nosotros las elecciones queremos tener seguridad de que vamos a poder ejercer el poder.
S.: En estas elecciones de hecho, van a haber muchas garantias: espacios para hacer proselitismo en televisión y radio, derechos para hacer reuniones políticas, para recibir fondos incluso del extranjero; habrá cientos de observadores extranjeros, etc...
A. C.: Usted menciona la televisión. Durznte los cinco años que lleva el gobierno revolucionario, el Partido Sandinista ha tenido el monopolio completo de eso. Ahora dice que durante el período de elecciones graciosamente permitirá a los partidos que se inscriban tener unos pocos minutos en TV. Nosotros demandamos elecciones que sean reales, no simplemente ir a participar en unas elecciones cuyos resultados ya los sabemos. El mismo Walesa de Solidaridad, en Polonia, ha dicho una cosa extraordinaria: "No se debe participar en elecciones cuando ya se sabe el resultado".
S.: Ustedes tenían la posibilidad de inscribirse y de participar en ese proceso. ¿Por qué no concurrieron a la inscripción el 25 de julio?
A.C.: Por seriedad nosotros desechamos la posibilidad de inscribirnos sabiendo que no había garantías.
Creímos que era más honesto decirle al frente sandinista: señores nosotros queremos participar, pero primero discutamos las condiciones. Si esas elecciones no conducen a reafirmar el pluralismo en Nicaragua no se ha logrado absolutamente nada.
S.: ¿Cuál es laforma concreta que debe asumir en Nicaragua el pluralismo político?
A. C.: Sencillamente, un pacto social, político de todas las fuerzas vivas del país, sobre ciertos puntos de convergencia nacional, por ejemplo libertad de prensa, libertad de organización política, libertad de organización sindical, una política exterior no alienada, un régimen de economía que defina de una vez el rol de la propiedad privada siempre que llene la función social, un sistema de gobierno que sea respetuoso del resultado de las elecciones. No pretendemos volver al pasado pero nosotros empezaríamos restableciendo un sistema de elecciones que arranque con el empadronamiento de todo ciudadano nicaraguense. Nosotros buscaríamos asistencia técnica, cooperación técnica de Venezuela, Colombia, Costa Rica, para establecer un sistema electoral. Creemos además en la necesidad de una amnistía general sobre todos los delitos políticos.
S.: Hay un proceso de amnistía para los contras mismos y el gobierno nicaraguense retoma algunos elementos de los procesos electorales latinoamericanos. Sergio Ramírez estuvo en Colombia consultando al respecto.
A. C.: Nosotros demandamos tener acceso a toda la información relativa al registro de los ciudadanos y al acto mismo del voto. Aquí ustedes votan sencillamente mostrando su cédula,pero en el caso de Nicaragua las elecciones no son serias por la falta precisamente de cédula. La información de la inscripción previa en Nicaragua esta en manos del gobierno.
Nosotros supimos que hay un millón 350 mil ciudadanos inscritos para votar y que había sido un éxito las inscripciones, por los diarios oficialistas.
S.: Pero también hay en Nicaragua un Consejo Supremo Electoral que incluye figuras de la oposición...
A. C.: No. Las figuras de la oposición es un representante del Partido "Zancudo" Conservador, Partido que es un grupo de personas no representativas del verdadero Partido Conservador que jefa Mario Rapacholli.
S.: ¿Cómo cree usted que se puede poner fin a la guerra civil en su país?
A. C.: Nosotros sugerimos un diálogo de reconciliación nacional y nos extraña poderosamente que el Frente lo rechace tan violentamente con los líderes alzados en armas. Nosotros iríamos a ese diálogo de reconciliación nacional a tomarle la palabra de esos líderes que han ofrecido deponer las armas. Entonces si se logra parar esa guerra civil, ¿usted cree que algún gobierno extranjero puede seguir apoyando grupos alzados en armas? ¿Por qué razón el Frente Sandinista dialoga con los Estados Unidos en Manzanillo pero no quiere dialogar con sus conciudadanos?. Yo no me quiero meter en los asuntos internos (de Colombia) pero para mí lo que aquí ha ocurrido, como ocurrió en Venezuela en tiempos de Leoni, es una cosa extraordinaria.
Además, el Frente Sandinista apoya el diálogo entre los rebeldes salvadoreños y el gobierno salvadoreño, con la diferencia que los rebeldes salvadoreños dicen que necesitan primero compartir el poder, en cambio los rebeldes nicaraguenses no están demandando eso.
S.: ¿Cuál es su opinión de Edén Pastora. ?
A. C.: Yo respeto a Edén Pastora, he sido su amigo. Cuando anunció públicamente su disidencia lo apoyé.
Pastora duró un año sin disparar un tiro y durante todo ese período de iniciativa política yo estuve identificado con él. Más tarde en junio o julio de este año cuando él dice "no vengo con mi sombrero de guerrero sino vengo como ciudadano nicaraguense para buscar apoyo para la democracia nicaraguense", yo me uno a él inmediatamente.
S.: ¿Si Pastora en este momento pudiera su ingreso a la CDN ustedes lo aceptarían?
A. C.: La Coordinadora Democráta Nicaraguense es una asociación de fuerzas políticas y gremios de cámara. Si el movimiento del Comandante Pastora no es un movimiento armado está en pro de la democracia y actúa dentro de Nicaragua, posiblemente sí. El Frente Revolucionario Sandino merece nuestros respetos, son nuestros conciudadanos. Lógicamente no pueden ser nuestros aliados porque nosotros no estamos por la vía armada.
S.: ¿Cuál sería la posición de la CDN, en caso de una invasión a Nicaragua?
A. C.: Nosotros no aprobamos una invasión extranjera. Queremos evitar los horrores de una invasión. Por eso exigimos el pluralismo, elecciones genuinas.
S.: Repudiarían una invasión, pero usted mismo ha dicho que si hay algún culpable de una invasión éstos serian los sandinistas "porque han provocado a Estados Unidos... "
A. C.: Seguro. Al cerrar el espacio político el Frente Sandinista creó resentimientos dentro de su propia sociedad: los que han sido expropiados injustamente, los que han sido privados de sus derechos ciudadanos, los que rechazan un sistema que consideran totalitario, que ven el conflicto frente a la Iglesia Católica tradicional. Hay que ver,además, quien empezó el armamentismo en Centroamérica; fue el gobierno nuestro, del cual yo formaba parte. Esto creó desconfianza en toda la región centroamericana y luego el coqueteo con el otro bloque. Esto ha puesto en peligro la seguridad de Nicaragua.
S.: Esos cambios internos, el armamentismo, etc., ¿justifican una intervención norteamericana?
A. C.: No, pero como dice Pablo Antonio Cuadra, los que aman a la patria empiezan por protegerla y el que protege es prudente, no expone.
Lo que tenemos en América Central hoy es una confrontación a través de agentes de las dos superpotencias. Estados Unidos es defensor del statu quo en la región, la Unión Soviética inteligentemente, a través de los cubanos, retan esa estabilidad. Un gobernante prudente que de verdad ame a Nicaragua, no expone al país ni al pueblo nicaraguense a ese juego de dos grandes potencias en el que, en realidad, nosotros no somos mas que un peón. -