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NO HAY CUARTA MALA

Murdoch, el magnate de los medios, crea la cuarta cadena de T.V. en EE.UU.

10 de noviembre de 1986

Treinta y cinco años tuvieron que pasar en la historia de los Estados Unidos para que alguien se atreviera a repetir la osadía de Leonard Goldenson en 1951: irrumpir en el exigente y multimillonario mundo de las cadenas de televisión. Media docena de intentos fallidos desde que Goldenson lanzara la ABC, 150 millones de dólares al año que pueden esfumarse en un instante, y una industria que no perdona ni el más mínimo error fueron los retos que tuvo que vencer el multimillonario Rupert Murdoch antes de lanzarse a crear la que desde este 9 de octubre constituye la cuarta cadena de televisión en los Estados Unidos: la Fox Broadcasting Company (FBC).

Sólo el empuje y la visión de alguien como Murdoch, dueño ya de un imperio de 33 periódicos y revistas en los EE.UU., Gran Bretaña y Australia que incluye el New York Post y The Times de Londres y cuyo sueño es extenderlo a la televisión, podrían lograrlo. Y junto a él, el talento demostrado a lo largo de una corta pero exitosa carrera en la ABC, la Paramount y posteriormente la 20th Century Fox por Barry Diller, sobre cuya espalda recaerá directamente la responsabilidad de la nueva empresa.
Con un sueldo anual de 3 millones de dolares, Diller deberá afrontar no sólo el reto del impulso inicial sino, además, el lastre de toda la industria de la gran televisión de hoy: el crecimiento incontenible de las estaciones independientes cuyo número ha pasado de 98 en 1980 a 328, la pérdida de audiencia de las cadenas, sus recientes cambios de dueño y el boom de la televisión por cable y los videocasetes.

Con seis estaciones, por las cuales pagó la "bicocadita" de 1.650 millones de dólares, ubicadas en Nueva York, Los Angeles, Washington Chicago, Houston y Boston, la FBC aspira por el momento a trabajar con base en el mismo tipo de comedias historias de detectives y películas especiales para televisión que tan buen resultado han dado ya a las cadenas.
Pero a partir del próximo marzo entrará a competir los sábados y los domingos en las horas de mayor audiencia con programas estelares entre los que incluirá una serie de aventuras de una hora de duración realizada por el creador de "Los magníficos". Aunque su cobertura con estaciones propias es de sólo un 22% del país, la FBC cuenta con estaciones afiliadas que le garantizan llegar a un 80% de las ciudades norteamericanas. La nueva cadena posee además una ventaja con que muchos otros que quisieron meterse en la misma "vacaloca" no contaban: la sólida fortuna de Murdoch, un australo-británico nacionalizado en los Estados Unidos, que puede darse el lujo de trabajar a pérdida por lo menos durante tres años, a pesar de que se calcula que mantener la cadena costará por lo menos unos 150 millones de dólares anuales.

Si triunfa, la hija menor de la 20th Century Fox podrá, sin embargo, superar rápidamente el capital de su progenitora. Un buen programa de televisión transmitido primero a través de las estaciones propias y vendido luego a las filiales, sin mencionar las posibilidades de mercado en el extranjero, puede resultar una verdadera mina de oro. Solamente "El show de Bill Cosby", una de las series más populares, le producirá a la NBC por concepto de venta a estaciones independientes cerca de 400 millones de dólares, después de haber estado 4 ó 5 años al aire. Al éxito de una serie se suman además las entradas por publicidad en la cadena y la participación en la publicidad de las filiales.
Ahorrándose las angustias de una temporada de invierno con la sala completamente vacía sin poder hacer nada, la Century Fox puede haber encontrado en la FBC su mejor estrella. --