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"NO PODEMOS PARAR LA GUERRA"

SEMANA dialoga con el interlocutor de Richard Stone días antes del nuevo diálogo en Bogotá

24 de octubre de 1983

Rubén Zamora, con Guillermo Ungo, pertenece al comité diplomático del opositor FMLN-FDR de El Salvador, y forma parte del equipo encargado de dialogar con el embájador itinerante norteamericano para Centroamérica Richard Stone.
Considerado como un moderado de izquierda, Zamora explica que el partido Demócrata Cristiano se sale de la concepción política de estas agrupaciones en el contexto latinoamericano y que ha sido más bien la coyuntura histórica de su país la que ha hecho que ese partido, tradicionalmente de derecha, esté ahora aliado con una agrupación guerrillera de extrema izquierda como el FMLN.
El enviado especial de SEMANA, Alvaro Osorio, dialogó con Zamora en Managua.
SEMANA: ¿Cómo se programó la primera reunión con el embajador Stone y el presidente Betancur en Bogotá?
RUBEN ZAMORA RIVAS: Después del fallido contacto que tuvimos en San José de Costa Rica, con el embajador Stone, el gobierno de ese país continuó transmitiendo mensajes entre las partes. Nosotros propusimos que para superar los problemas que se habían presentado, hubiera una reunión previa para concertar un diálogo entre las dos partes. Transmitimos esa idea, a través del gobierno de Costa Rica y dado que en ese momento el embajador Stone se encontraba en ese momento en Bogotá y que el presidente Bentacur ofrecía su territorio para que allí se realizara la reunión de concertación, fue que nuestros frentes determinaron que me trasladara para Bogotá con el fin de reunirme con el señor Stone. En ese sentido, el presidente Betancur, jugó el papel de anfitrión de la reunión.
S.: ¿Cuál es la impresión que tiene de Richard Stone, después de esas conversaciones?
R.Z.R.: Creo que la delegación norteamericana, estaba en ese momento interesada en que se superaran los obstáculos que salieron en San José, tan es así que estos problemas se superaron.
Mi impresión es que había interés en realizar la reunión.
S.: ¿Qué problemas fueron los de San José?
R.Z.R.: La propuesta que fue enviada al embajador Stone a principios de junio, consistía en puntos de procedimiento para desarrollar el diálogo. El diplomático contestó haciendo algunas modificaciones de nuestra propuesta. Nosotros las aceptamos y por eso concurrimos a San José. Pero en el momento de iniciarse las conversaciones, aparecieron nuevos planteamientos del señor Stone que modificaba sustancialmente nuestra propuesta original del mes de junio y precisamente en torno a esto fue la discusión.
S.: ¿Qué fue lo que se trató en Bogotá?
R.Z.R.: Se habló exclusivamente de cómo realizar una reunión entre nuestros frentes, por eso la llamamos reunión preliminar. Allí se discutió, lugar de reunión, fecha, tipo de agenda, garantías, publicidad. Detalles de procedimiento.
S.: Cuando se está negociando uno ofrece algo y pide algo. ¿ Qué es lo que pide la guerrilla salvadoreña al gobierno norteamericano?
R.Z.R.: En estos momentos no estamos negociando con el gobierno norteamericano. Lo que se ha abierto es un diálogo. En éste sentido nosotros hemos expuesto nuestro planteamiento y hemos escuchado cual es el planteamiento de la parte norteamericana.
No podemos hablar todavía de un proceso de negociación, sino de un proceso de diálogo.
S.: ¿Pero se sabe ya qué se va a discutir?
R.Z.R.: Por nuestra parte sí. Hemos hecho una propuesta de lo que nos interesa, en un proceso de solución política negociada. Básicamente hemos propuesto seis puntos, manteniendo siempre el criterio de que la agenda debe ser abierta. Estamos dispuestos a escuchar cuáles son los puntos que la otra parte quiere plantear.
S.:¿Cuáles son esos seis puntos?
R.Z.R.: Uno, un acuerdo sobre las reformas socioeconómicas que el país necesita, pues estamos conscientes que la injusticia social es la causa fundamental del conflicto. Dos, lograr un acuerdo sobre la composición de un gobierno provisional en el que participen las diversas fuerzas que contribuyan a una solución política negociada del conflicto. Tercero, discutir el problema de los dos ejércitos. Hay dos ejércitos enfrentados en El Salvador en este momento y no habrá paz, mientras ese problema no sea resuelto.
Cuarto, las elecciones: cuándo, cómo, bajo qué reglas. Quinto, la cuestión de la política internacional del gobierno salvadoreño, ésto tiene referencia a una política activa de no alineamiento y a la desmesurada injerencia que Estados Unidos tiene en los asuntos salvadoreños. Sexto, la cuestión del cese de fuego.
S.: Sin embargo, ante la prensa norteamericana ustedes han dejado ver cierto pesimismo sobre el resultado final de esas conversaciones...
R.Z.R.: Nuestros frentes, juzgan la posición del gobierno de Reagan con base en los hechos. Y los hechos que estamos viendo en el área nos lleva a pensar que los gobernantes de Estados Unidos, no están a favor de una solución política. Lo que estamos viendo, es que los Estados Unidos está pidiendo cada día más ayuda militar para dársela a los militares. Ahora mismo están pidiendo 11O millones de dólares de refuerzo para ayuda militar; han mandado una flota de guerra a aguas territoriales centroamericanas; están realizando maniobras conjuntas con el ejército hondureño de una dimensión desproporcionada para la situación de la región; están incrementando su apoyo a la contrarrevolución somocista que trata de amenazar al régimen popular sandinista.
S.: Ustedes han incrementado la acción armada, ordenado a todos sus efectivos combatir en todos los frentes...
R.Z.R.: Nosotros tenemos dos años de estar planteando la necesidad de una solución política negociada, en estos dos años nuestra política ha sido consistente. Estamos dispuestos ha iniciar un proceso de negociación política, sin precondiciones. Esto quiere decir que la guerra continúa en El Salvador hasta que logremos una solución satisfactoria a través de un proceso de negociación. No puede ser de otra manera. No podemos parar la guerra antes de empezar las negociaciones, puesto que la guerra tiene una dinámica que es dada por el pueblo salvadoreño y no por nuestra voluntad. Por otra parte, no tendría sentido ninguna negociación, cuando nosotros ya hubiéramos tenido que parar la guerra. Lo que sucedió con la toma de San Miguel hace algunos días y el inicio de la campaña del FMLN denominada, "Libertad, justicia y democracia para nuestro pueblo", es el desarrollo lógico de un proceso de guerra que existe en El Salvador que una negociación política puede llevarla a su final.
S.: ¿Cómo analiza la guerrilla salvadoreña al grupo de Contadora, ha tenido éxito en susgestiones o ha sido torpedeado por los Estados Unidos?
R.Z.R.: Creemos que Contadora es una iniciativa importante en el área centroamericana. Porque contribuye a una distensión en nuestro territorio que se encuentra altamente conflictivo. Es importante también en la medida que ha podido presentar algún tipo de resultado concreto, como la situación de Nicaragua y Costa Rica, que bajo la contribución de Contadora ha sido distensionada efectivamente. Por otra parte nosotros creemos que Estados Unidos ha estado torpedeando al grupo de Contadora. Le ha dado un apoyo verbal, pero por otra parte Estados Unidos ha impulsado la creación de un bloque de gobiernos reaccionarios, con Guatemala, Honduras y El Salvador, tres dictaduras militares que arrastran a Costa Rica también, y que forman un bloque contra Nicaragua.
S: ¿Esto explica el golpe de Estado que sucedió en Guatemala en agosto pasado?
R.Z.R.: Evidentemente. Si bién el gobierno de Ríos Montt no era de ninguna manera democrático (era altamente represivo), por situaciones internas en Guatemala había presiones para una cierta neutralidad en torno a los conflictos centroamericanos. El derrocamiento de Ríos Montt y la llegada de su ministro de Defensa Oscar Mejía Victores, es una consolidación de un triángulo de hierro militar, formado por Honduras, El Salvador y Guatemala. Las muestras las estamos viendo ya en estos días: el nuevo gobierno de Guatemala se ha lanzado a una campaña para tratar de revivir el CONDECA, que tiene una historia antipopular y represiva en la región. Esta es ya una forma concreta de la manera como el nuevo régimen guatemalteco está sirviendo a los intereses inmediatos de la administración Reagan.
S.: Algunos sectores de El Salvador han expresado su desilusión ante la actitud de la guerrilla de querer negociar, cuando prevé un triunfo armado.
R.Z.R.: Siempre hemos planteado que es triunfo de la causa popular en El Salvador, no es un triunfo exclusivamente militar. Es siempre un triunfo político-militar. No podemos aislar los factores políticos de los militares. Por eso de un lado desarrollamos el proceso de la guerra popular, pero por otro lado desarrollamos una política que se expresa en nuestro pensamiento de diálogo y negociación. No vemos contradicción en las dos cosas. Por el contrario, vemos que son necesarias para el proceso de liberación de nuestro pueblo.
S.: En Colombia se ha criticado la actitud del presidente Betancur en el sentido de que si internamente le ha sido difícil un diálogo con la guerrilla colombiana, ¿cómo puede servir de interlocutor en Centroamérica?
R.Z.R.: Quiero señalar que el presidente Betancur ha tenido un papel, no de mediador entre las partes, sino el papel de un gobierno que ofrece su territorio y sus buenos oficios, para que las partes se reunan. esto no lo puede hacer un Pinochet, puesto que no tiene la autoridad moral que sí posee el presidente Betancur. En cuanto a la situación interna de Colombia, nuestros frentes son cuidadosos de no emitir conceptos sobre la política interna de los países con los que tenemos relaciones. La situación de su país, es un problema de los colombianos, que debe ser resuelta por los colombianos.
S.: ¿Cuáles serían las condiciones para negociar con el gobierno de El Salvador?
R.Z.R.: Tienen que ser conversaciones sin precondiciones, para ninguna de las partes. Tienen que ser conversaciones con agenda abierta, es algo que entre las partes tenemos que discutir una vez se abra el proceso de diálogo.
S.: Una de las acusaciones que el gobierno norteamericano le hace a Nicaragua, es que proporciona ayuda logística a la guerrilla de El Salvador. ¿ Qué opina de esta acusación ?
R.Z.R.: Nosotros hemos recibido y continuaremos recibiendo ayuda del pueblo y del gobierno de Nicaragua, al igual que hemos recibido solidaridad de varios pueblos, fuerzas sociales y gobiernos de otros continentes. El cargo de los norteamericanos que de Nicaragua salen las armas para El Salvador es un cargo totalmente falso.
Ellos tienen en toda la frontera entre Honduras y Nicaragua, todo un sistema de vigilancia y espionaje bastante sofisticado, al grado que el Pentágono ha llegado a decir que si en Nicaragua se acciona la palanca de un inodoro, eso lo pueden escuchar los norteamericanos. Si eso es cierto ¿por qué nunca han podido presentar una prueba del supuesto tráfico de armas de los nicaraguenses?
La fuente de las armas no es Nicaragua, ni Cuba, ni la Unión Soviética; es Estados Unidos. Estados Unidos da armas al ejército salvadoreño y nosotros por medio de operaciones militares se las quitamos a los soldados salvadoreños. De esa manera nos armamos. Esa es la realidad que los norteamericanos no quieren aceptar. Ellos realmente saben que así son las cosas. -