NO TE RAJES

Cuando Carlos Salinas de Gortari se posecionó como nuevo presidente de México hace unas semanas, pocos creían que ese hombre menudo, de voz aflautada y maneras de tecnócrata pudiera enfrentar con exito las numerosas taras que afectan el sistema político mexicano, minado por la prolongada presencia del Partido RevolucionarioInstitucional como fuerza hegemónica. Sin embargo la semana pasada ese hombre calificado de pusilánime dio un golpe espectacular al poderoso sindicato de trabajadores petroleros, tradicional fortin de la corrupción al apresar a su maximo dirigente, Joaquín Hernandez Galicia (La Quina) y a otros dirigentes.

La enemistad del presidente con Hernández Galicia proviene de la época en que Salinas era ministro de Presupuesto y Planeación del gobierno de Miguel de la Madrid. En esa época, Salinas bloqueó la adquisición por parte del sindicato de mayores poderes en la conducción del gigante estatal petrolero Pemex. La organización laboral ya disponía de enormes prerrogativas, dentro de las que se mencionan la capacidad de disponer de los contratos de distribución, a cambio de la paz laboral y el voto de los 400 mil trabajadores afiliados.
Esas prerrogativas permitieron que tanto Hernandez Galicia como otros dirigentes amasaran enormes fortunas mientras Pemex, que maneja el 40% de los ingresos del país por exportaciones, se sumía en la corrupción y la ineficiencia.

De allí que el golpe a Hernández acusado por un "largo historial de delitos" sea uhnb campanazo de alerta sobre la realidad de las intenciones del nuevo presidente, que parece dispuesto a llevar a efecto la "salinastroika" que los observadores loca;les le piden con insistencia y que prometió al asumir el cargo. Al menos, al tomar el toro por los cuernos, y efrentar el virtual estado de guerra planteado por las huelgas y manifestaciones que siguieron a la atención de Hernandez han demostrado que sus intenciones son serias, sobre todo si se tiene en cuenta que los sindicatos petroleros eran uno de los bastiones electorales del PRI. Aunque es demasiado temprano para afirmarlo, Salinas no parece querer desaprovechar la oportunidad de pasar a la historia, ya que si es, como se cree, el ultimo presidente del PRI, su imagen podría quedar como la del precursor del Nuevo México. -