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Enrico Letta, de centro izquierda, hizo concesiones a sus aliados de la coalición gobernante. | Foto: Andrew Medichini/AP

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Nuevo gobierno italiano pasa primer filtro

El nuevo primer ministro recibió en el Parlamento 453 votos favorables contra 153. Pero aún falta.

29 de abril de 2013

El nuevo gobierno italiano superó con facilidad su primer voto de confirmación en el Parlamento este lunes después de que el nuevo primer ministro, Enrico Letta, hizo concesiones inmediatas a sus intranquilos aliados de la coalición gobernante, prometiéndoles relajar parcialmente las medidas de austeridad que han pesado en los italianos impacientes por la lentitud de la recuperación económica.

Aunque prometió que el país haría lo que la zona euro quisiera para mejorar sus finanzas públicas y el problema de la deuda, el gobernante de centro izquierda tiene que aminorar las tensiones en su coalición, integrada hace dos días y que incluye a los conservadores del exprimer ministro Silvio Berlusconi, cuyo apoyo necesita para conseguir los votos de ratificación en el Parlamento.

La Cámara Baja del Parlamento aprobó su gobierno en ciernes al votar a favor 453 contra 153. El gobierno enfrenta el segundo voto de confianza obligatorio para su ratificación en el Senado el martes por la tarde.

Al ceder en parte ante una crucial promesa de campaña de Berlusconi, Letta dijo que su gobierno suspenderá de inmediato el impopular impuesto a la vivienda que entraría en vigencia en junio y hará más justo el sistema fiscal para los contribuyentes menos ricos.

También se comprometió a no incrementar el impuesto a las ventas y a reducir los impuestos de nómina.

"La reducción de impuestos es una prioridad", expresó Letta, quien prometió que "detallará una estrategia para reactivar el crecimiento sin interferir en el proceso de saneamiento de las finanzas".

La Unión Europea ha insistido en rigurosas medidas austeridad para mejorar las finanzas de Italia, pero la paciencia pública ha sido puesta a prueba con la reducción al gasto y el alza de impuestos.

Los electores en todo el continente se han rebelado contra los gobiernos que han impuesto este tipo de medidas.

Aunque Letta hizo hincapié en la urgencia de reducir la carga impositiva a los dueños de viviendas, consumidores y empresas, no precisó cómo compensaría la reducción de ingresos fiscales. Quizá se vea obligado a recurrir a nuevos recortes al gasto, que podrían al final agudizar una parte de por sí difícil de los planes de austeridad.

Los mercados financieros al parecer se mostraron complacidos del corte del gobierno de Letta.

La bolsa de valores de Italia ganaba 2,2% al cierre, en tanto que bajaron los costos del dinero prestado al país; el rendimiento de los bonos a 10 años bajó a menos de 4% por primera vez desde 2010.

El fracaso del partido de Letta en su intento por obtener la mayoría en ambas cámaras en las elecciones de febrero dejó al país en una parálisis política hasta que el primer ministro llegó a un acuerdo con Berlusconi el sábado.

Berlusconi había exigido que el nuevo gobierno respete su máxima promesa de campaña a los votantes: abolir el impuesto a la propiedad para sus viviendas y el reembolso de lo que los italianos gastaron en ese impuesto el año pasado. Letta no dijo si los pagos de ese impuesto realizados el año pasado serían reembolsaron, pero un asesor clave de Berlusconi de inmediato cantó victoria e insistió en que ese pago será reembolsado.

"Si Letta desea los votos del PDL, esta es la condición planteada en un gobierno de coalición", dijo un exultante Renato Brunetta por televisión estatal, en referencia a las iniciales del partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad.