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Presidente de EE. UU., Barack Obama | Foto: AP

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Obama invita a los líderes del Congreso a la Casa Blanca

El presidente estadounidense busca evitar un "precipicio fiscal" con aumentos de impuestos generalizados y agudos recortes de gasto.

AP
27 de diciembre de 2012

Con la fecha límite acechante, el presidente Barack Obama se reunirá este viernes con líderes del Congreso en la Casa Blanca en busca de un compromiso para evitar un "precipicio fiscal" de fin de año con aumentos de impuestos generalizados y agudos recortes de gasto.

El anuncio cerró un día de creciente urgencia. Obama regresó el jueves a la Casa Blanca acortando sus vacaciones mientras legisladores demócratas y republicanos se culpaban mutuamente por un episodio de paralización de gobierno que amenaza a la economía con una recesión. El presidente de la Cámara de representantes, John Boehner, llamó a la cámara baja para una inusual sesión la tarde del domingo.

Al infortunio de la clase media se suma el ajuste pendiente de un alza de dos dólares o más por galón de leche si los congresistas no aprueban la legislación agrícola al fin de año.

Cuatro días antes de la fecha límite, la Casa Blanca contradijo reportes de que Obama estaba enviando a los legisladores un plan reducido para evitar al "abismo fiscal".

Funcionarios del gobierno confirmaron la reunión del viernes en la Casa Blanca en un anuncio escueto que dijo que el presidente "encabezaría una reunión".

Un asesor del líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo que el legislador de Kentucky "está ansioso de escuchar al presidente".

Un vocero del presidente de la Cámara de Representantes John Boehner emitió rápidamente un comunicado señalando que el legislador republicano asistiría y "continuaría expresando que la cámara baja ya aprobó una legislación para evitar todo el abismo fiscal y que ahora debe actuar el Senado".

Aunque no había garantías de un acuerdo, republicanos y demócratas dijeron en privado que los elementos de cualquier acuerdo probablemente incluirían una extensión de los recortes de impuestos a la clase media con aumentos de tasas a los mayores ingresos así como la cancelación de los recortes de gasto presupuestados. Una extensión de los beneficios por desempleo que expiran, una prórroga para los médicos que enfrentan un recorte en los pagos del programa Medicare y posiblemente una medida de corto plazo para evitar que se disparen los precios de los lácteos, también podrían ser parte del proyecto de ley, aseguraron.

Eso postergaría las disputas políticas sobre los recortes al gasto hasta el 2013.

Prominentes líderes del Senado dijeron que se mantienen listos para buscar un acuerdo de último minuto. Pero no existía una legislación pendiente en la cámara baja o el Senado para aplazar un aumento a los impuestos y recorte de gastos que según los economistas podría enviar a la economía a una recesión.

Lejos de ser conciliatoria, la retórica ha sido de confrontación y en ocasiones inusualmente personal.

Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, acusó a Boehner de operar una dictadura, citando su renuencia a llamar a votación sobre la legislación para mantener los impuestos estables para la mayoría de los contribuyentes, permitiendo un incremento a los de mayor ingreso.

La iniciativa "hubiera sido aprobada por mayoría abrumadora", enfatizó. Reid dijo que el líder republicano no cambiará de opinión debido a que teme que le podría costar la reelección como presidente de la cámara baja cuando se congregue el próximo Congreso la semana siguiente.

"Boehner parece más interesado en conservar su presidencia que en mantener a la Nación con una base financiera firme", señaló en comentarios en el pleno del Senado.

Unas horas después, McConnell, el líder de la minoría republicana en el Senado, expresó frustración y culpó del punto muerto a Obama y los demócratas.

Advirtió que los "republicanos no están a punto de firmar un cheque en blanco a cambio de cualquier cosa que propongan los demócratas únicamente porque estamos en el borde del precipicio".

Brendan Buck, un vocero de Boehner, respondió de un modo similar a los comentarios de Reid. "Harry Reid debería hablar menos y legislar más si quiere evitar el precipicio fiscal. La Cámara de Representantes ya aprobó una legislación para hacer eso", señaló refiriéndose a una medida que extiende el plazo de los recortes fiscales actuales a todos los niveles de ingreso.

Dirigiéndose a las bases del Partido Republicano en conferencia telefónica, Boehner dijo que el siguiente movimiento depende del Senado, el cual tiene aún que actuar en las iniciativas aprobadas en la cámara baja para mantener todos los recortes fiscales que expiran en todos los niveles de ingreso, así como para reemplazar los recortes generalizados de gasto dedicados mayormente a programas sociales.

"La Casa Blanca tomará esta acción sobre cualquier cosa que apruebe el Senado, pero el Senado debe actuar", subrayó, según un participante en la conferencia.

Al mismo tiempo, Boehner señaló a los legisladores republicanos que la Cámara de Representantes se congregará el domingo por la tarde.

El riesgo de un alza al precio de la leche se debe a la posibilidad de que los programas agrícolas existentes expirarán al final del año, y ninguna de las cámaras del Congreso ha agendado una votación ni siquiera para una extensión temporal para evitar el incremento.