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PACIENCIA, CORAZON

Tras la muerte en Manila de once manifestantes a manos de la Policía, Corazón Aquino enfrenta su más aguda crisis

23 de febrero de 1987

La paciencia parece ser un elemento que escasea en estos días en Filipinas. Más de 10 mil campesinos impacientes por una reforma agraria que no llega, se tomaron las calles de Manila y, con la misma impaciencia, comenzaron a presionar sobre los escudos de protección de la guardia antimotines en los que en grandes letras amarillas se lee el slogan de Corazón Aquino: "Máxima tolerencia". Los guardias, apostados alrededor del Palacio Presidencial de Malacañang, impacientes también, comenzaron a disparar. El resultado: 12 muertos y más de 94 heridos en una masacre que recordó la tristemente célebre del 21 de septiembre de 1983, cuando en el mismo lugar tropas del entonces presidente Ferdinando Marcos mataron a 11 personas, en una manifestación de protesta por el asesinato de Benigno Aquino, el esposo de Corazón Aquino.
Como siempre en este tipo de situaciones, no es fácil establecer quién tiró la primera piedra. La Policía insiste en que los manifestantes dispararon primero. Los campesinos culpan a la Policía. Desde antes de la protesta se habían oído rumores de que elementos tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda, tenían intenciones de utilizar la marcha campesina para atacar al gobierno. Lo más probable es que unos y otros tomaran parte activa en la batalla campal con que culminó la manifestación campesina.
Aunque jamás se logre establecer a ciencia cierta el origen del incidente, lo real es que quienes pretendían desestabilizar a Corazón Aquino están logrando su cometido. Con la votación del plebiscito sobre la nueva Constitución ad portas, "Cory" enfrenta su más aguda crisis desde que llegó al poder en marzo del año pasado. No sólo las repetidas amenazas de golpe de Estado pesan sobre sus espaldas. El diálogo con los comunistas se encuentra estancado a pesar de la tregua decretada. El destituido ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, ahora el mayor opositor al gobierno, ha enfilado todas sus baterias contra Aquino. Y, como si fuera poco, el hecho de que los comunistas hubieran obtenido un documento secreto sobre las estrategias de gobierno frente a los disidentes del Nuevo Ejército del Pueblo, ha llevado a pensar que dentro del mismo Palacio Presidencial hay elementos desleales agazapados.
En una alocución televisada después de la matanza, la Presidenta anunció que una comisión independiente investigaría los hechos y pidió calma. Pero la impaciencia reina. La fecha del plebiscito es el 2 de febrero y la tregua con la guerrilla comunista vence el 8, sin que se vislumbre hasta ahora acuerdo alguno. El tiempo apremia, y de lo que menos parecen tener ganas los filipinos es de tener paciencia.-