Home

Mundo

Artículo

PACTO CON EL DIABLO

Sihanouk se une a Pol Pot contra el dominio vietnamita

23 de agosto de 1982

Tres movimientos de la resistencioa camboyana ratificaron, el 9 de julio, en una "zona neutra liberada", el establecimiento de un "gobierno camboyano de coalición antivietnamita".
Creado el 22 de junio en Kuala Lumpur (Malasia), el gobierno está presidido por el príncipe Norodom Sihanouk y dirigido, en calidad de primer ministro, por el señor Son Sann, presidente del Frente Khmer de Liberación Nacional. Khieu Sampan, principal responsable de los Khmer Rojos, fue nombrado Vicepresidente encargado de Relaciones Exteriores. La proclamación de este gobierno es el resultado de más de dos años de negociaciones en las que intervinieron Europa, China, los Estados Unidos y, sobre todo, los países de la Asean (Asociación de Naciones de Asia del Sureste. Comprende Filipinas, Malasia, Indonesia, Singapur y Tailandia)
La oposición de los movimientos nacionalistas a este acuerdo se explica por la aversión a los Khmer Rojos quienes sometieron a Camboya, de 1975 a comienzos de 1978, a una "utopía mortífera" que causó tres millones de muertos, la destrucción de todos los hospitales, escuelas y mercados y la concentración de la población en campos militares donde se trabajaba quince horas diarias, sin comida.
Tal régimen de terror desató una guerra civil que, con la ayuda de los vietnamitas, terminó con la expulsión del gobierno de Pol Pot de Camboya y la instauración del régimen de Heng Samrin. Este emprendió la reconstrucción del país y efectuó elecciones generales. Con los vietnamitas lograron replegar a la frontera con Tailandia las fuerzas de Pol Pot, pero éstas, con el apoyo de China y Estados Unidos, han retenido la representación de Camboya en las Naciones Unidas.
LOS PRINCIPIOS INTANGIBLES DE LA COALICION
Conscientes de la imagen detestable del Khmer Rojo, las fuerzas de Pol Pot emplean ahora el nombre de Sihanouk o de Son Sann para enmascarar su pretensión de hegemonizar la resistencia al gobierno de Phnom Penh.
Por eso, además, han hecho varias concesiones en las conversaciones en Kuala Lumpur. Después de renunciar a su programa "comunista" y de reemplazar a su máximo líder, Pol Pot, este sector disolvió su partido y aceptó los "cuatro principios intangibles" que rigen esa coalición: los tres movimientos gozarán de las mismas prerrogativas, pero cada organización conservará su identidad política. su libertad de acción y el derecho a recibir, a su manera, la ayuda internacional.
Sin embargo, los Khmer Rojos podrán reivindicar, en caso de ruptura, la representación oficial de Camboya en la ONU. Esta cláusula habría sido introducida por la China para salvaguardiar la supervivencia política de sus aliados y evitar que, en caso de anulación del acuerdo, el puesto de Camboya se encuentre vacante en el seno de las Naciones Unidas. En este sentido, la formación del gobierno de coalición, asegura la representación de Camboya en el próximo debate de la ONU y descarta, por tercera vez, el reconocimiento de las actuales autoridades de ese país.
La entrada de Sihanouk y Son Sann al gobierno y las garantías exigidas por los países dé la Asean deberían favorecer inclusive la ayuda militar contra Heng Samrin. La mayor parte de los países occidentales no ha ocultado, en efecto, que el sostén brindado a los Khmer Rojos, en tanto que "gobierno legal". era más un acto de condena a la presencia militar de cerca de 200.000 soldados vietnamitas en Camboya que un apoyo político al régimen sanguinario dirigido por Pol Pot.
30 MIL GUERRILLEROS CONTRA 200 MIL SOLDADOS
Pero las ayudas cuyas modalidades están siendo definidas en varias cancillerías, serían limitadas. "No se trata de vencer al ejército vietnamita, sino de crearle problemas de todo tipo hasta llevarlo a negociar" había declarado el príncipe Sihanouk en París, quien agregó: "Sin una pujante guerra de guerrilla nadie puede esperar que el Vietnam aplique las resoluciones de las Naciones Unidas".
Esa política de "desgaste" basada en un hostigamiento continuo refleja, por un lado, la inferioridad militar (30.000 guerrilleros contra 200.000 militares) y, por otro lado, la voluntad de establecer, desde ahora, relaciones de buena vecindad con los vietnamitas "con los que, de todas maneras, tenemos que vivir".
Sihanouk, de 60 años, es un antiguo monarca de Camboya, y concurre a la coalición con su grupo "Moulinaka". Son Sann, de 72, fue primer ministro de Sihanouk desde mediados de 1967 hasta enero de 1968. Es dirigente de un pequeño grupo guerrillero de 8.000 hombres. Estas fuerzas y las 30.000 de los Khmer Rojos, apoyados por Pekín, están embotelladas en la frontera de Tailandia, pese al fuerte respaldo militar de este país. Según Hor Nam Hong, Viceministro de Relaciones Exteriores de Camboya, durante 1981, hubo 6.307 incidentes de artillería provenientes del citado territorio, además de 445 violaciones del espacio aéreo por aviones tailandeses y 1.337 incursiones de barcas artilladas tailandesas en aguas camboyanas.
La coalición ha sido vista como un triunfo de la Asean; pero una reciente gira de Nguyen Co Thach, Ministro de Relaciones Exteriores vietnamita, antes de firmarse el pacto, hizo pensar a los observadores que el gobierno en el exilio había sido precipitado por la bienvenida que le dio la Sean al funcionario vietnamita.
Hanoi, por su parte, parece decidido a cambiar de táctica en función de la creación del gobierno de coalición. Primer gesto, la retirada de una parte de sus tropas que, según el Ministerio de Relaciones Exteriores, se lleva a cabo desde el 20 de julio. El gobierno vietnamita propuso, igualmente, la creación de una zona desmilitarizada a lo largo de la frontera cuyo control sería dejado en manos de las Naciones Unidas y aceptó, por primera vez, el principio de una conferencia internacional sobre Camboya.