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Plan contra la deforestación enfrenta obstáculos en Copenhague

Se cree que la destrucción de los bosques y las selvas representa aproximadamente el 20% de las emisiones en todo el mundo.

14 de diciembre de 2009

Una propuesta que busca salvar las selvas del mundo sufrió un revés el domingo, cuando los negociadores en la cumbre de la ONU sobre el clima descartaron los planes para que se enfrente el problema con más rapidez debido a los temores de que los países ricos no están dispuestos a financiarlo.

La mayoría de los encabezados en estas conversaciones sobre el clima han girado en torno a los llamados gases de efecto invernadero, generados por el consumo de carbón, petróleo y otros combustibles fósiles. Sin embargo, se cree que la destrucción de los bosques y las selvas —con la quema o el derribo de árboles con el fin de despejar tierras para establecer sembradíos o haciendas ganaderas— representa aproximadamente el 20% de las emisiones en todo el mundo. Eso es la misma cantidad de dióxido de carbono que el que generan todos los automóviles, camiones, ferrocarriles, aviones y barcos del mundo juntos.

Así, se considera que un acuerdo contra la deforestación es un componente crucial en torno a un pacto más amplio para revertir el cambio climático que está siendo negociado en Copenhague.

El domingo, las frases que pedían reducir la deforestación en un 50% para el 2020 fueron reitradas del texto que está siendo analizado. Y el documento sólo menciona el financiamiento, sin explicar qué tanto le correspondería a las más de 40 naciones en desarrollo en América Latina, Asia y Africa.

Los europeos quieren plantearlo como una meta a cumplir en un plazo más breve, "y los países que tienen selvas dicen que estamos complacidos en tener una meta siempre y cuando esté equilibrada con el financiamiento apropiado... lo cual falta en el texto", dijo Federica Bietta, subdirectora de la Coalición de Países con Selvas. El grupo representa a la mayoría de las naciones que podrían tomar parte en un plan de acción para salvarlas.

El filipino Antonio Gabriel La Viña, el negociador que encabeza las conversaciones sobre las selvas y autor del borrador más reciente, minimizó los cambios y dijo que eran una solución negociada entre los que quieren metas más ambiciosas y los que no.

Anteriormente este mes los ambientalistas elogiaron las conversaciones sobre las selvas como un área en la que las negociaciones estaban avanzando, y algunos sugirieron que podrían servir como un catalizador para alcanzar un acuerdo más amplio sobre el clima aquí en Copenhague.

Sin embargo, se han visto inmersas en las mismas disputas entre las naciones ricas y las pobres que han provocado lentitud en los avances para alcanzar un acuerdo más amplio.
AP.