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Quiénes están detrás de los disturbios en Inglaterra

El mapa de los disturbios coincide con las zonas más deprimidas. La respuesta fácil es jóvenes sin empleo ni futuro. Pero si se observa con detenimiento, no son tan jóvenes, ni desempleados.

Alianza BBC
10 de agosto de 2011

¿Quiénes son los autores de los disturbios y los saqueos en Inglaterra? La pregunta es obvia pero de momento la respuesta parece no existir o es demasiado compleja.

Lo primero que piensan muchos es que son jóvenes, desapegados, que no encuentran un lugar en su comunidad y la falta de perspectivas de futuro y de valores los lleva a caer en la violencia.

Incluso eso parece que es lo que cree el primer ministro, David Cameron: "Si eres lo suficientemente mayor para cometer estos crímenes, lo eres para afrontar las consecuencias", dijo.

Pero si se mira detenidamente a los autores de los hechos, es difícil sostener que sean única y exclusivamente jóvenes.

Tampoco hay un elemento racial ni siquiera político o económico en la ola de violencia surgida en Londres y que se extendió por otras ciudades.

Políticos y académicos reaccionan con perplejidad. Una ciudad aparentemente tranquila y relativamente segura de repente se incendia sin que esté claro quiénes son, ni mucho menos por qué lo hacen.

"Momento de locura"

La Policía Metropolitana de Londres (Scotland Yard) ha detenido ya a más de 800 personas en relación con los disturbios y saqueos. Se enfrentan a cargos de hasta seis meses de prisión por los delitos cometidos.

La policía puso en marcha la mayor investigación de su historia para, a partir de las imágenes captadas por cámaras de seguridad, identificar a los supuestos responsables y continuar con los arrestos.

¿Quienes son los detenidos? Según el corresponsal de asuntos legales de la BBC Clive Coleman, ante la justicia están compareciendo hombres, la mayoría veinteañeros, aunque también hay más jóvenes.

¿Pobres y desempleados sin perspectivas de futuro? "Entre los acusados del martes había un diseñador gráfico, estudiantes universitarios, un maestro de escuela ayudante, un graduado universitario y un hombre recientemente reclutado por el ejército", relató Coleman.

Según el corresponsal, muchos de los enjuiciados aseguran que son personas que llevaban una vida tranquila y hasta tienen buen carácter. Simplemente cayeron en la tentación de cometer crímenes.

"Uno de los abogados defensores reconoció que su cliente cometió un delito, pero alegó que fue en 'un momento de locura'".

Ciudad sin ley

Para ilustrar que no son sólo los jóvenes los autores de los saqueos, un magnífico ejemplo es el relatado en el diario londinense The Guardian sobre una conocida tiendas de bicicletas que había sido saqueada.

Dos cuarentones que permanecían en su tienda para protegerla de ser atacada, conversaban sobre la oportunidad que tenían para quedarse con una bicicleta –usada como medio de transporte para moverse por la ciudad por muchos londinenses–:

"Si vamos ahora nos conseguimos una bicicleta", dice uno. "No, no lo hagas", responde el otro. Entre tanto, una mujer también de mediana edad no dudó y salió con su botín de dos ruedas. También un adolescente, que dejó de sonreír cuando se la arrebató un mayor.

Lo que comenzó como una protesta por la muerte de un hombre en un incidente con la policía terminó en una ola de saqueos por diferentes barrios de la capital y por otras ciudades.

Uno de los elementos que ayudó a expandir los saqueos fue cuando la gente "se dio cuenta de que podía hacerlo sin control", comentó en entrevista con la BBC John Pitts, profesor de Derecho en la Universidad de Bedforshire.

"Cuando se dieron cuenta de que podían hacerlo, lo vieron en televisión o se lo dijeron sus amigos, se salió de control. Puedes hacer lo que quieras sin que nadie haga nada para evitarlo", dijo el profesor.

Eso mismo le dijo una joven de Brixton que habló con la BBC: "Cuando desde aquí se vio lo que había pasado en Tottenham y se vieron los robos en las tiendas, todo el mundo se excitó y pensó: ¡Guau! ¡Cosas gratis, cosas gratis! Y pensaron que también podían hacerlo ellos".

Hasta tal punto llegó la sensación de impunidad, que en algunas tiendas se pudo ver a los saqueadores probándose la ropa antes de llevársela.

El mapa de los saqueos

Un elemento que no se puede despreciar para tratar de entender qué ha pasado en Londres es el de que los peores enfrentamientos se han dado en algunos de los barrios más deprimidos de la capital, donde el desempleo juvenil es mayor.

Pero claro, son personas que viven sus problemas de integración y de desapego social en Londres, una ciudad desarrollada donde ser "pobre" tiene sus particularidades.

Como apuntó, en Social Europe Journal el sociólogo Zygmunto Bauman, parafraseando a Cervantes, "todas las variedades de inequidad social derivan de la división entre los que tienen y los que no tienen".

"Hace dos siglos en Europa (...), lo que trazaba la línea entre los que tienen y no tienen era el pan y el arroz. Gracias a dios, la ciencia, la tecnología y ciertas medidas políticas razonables, esto ya no es así", considera Bauman.

"El objeto de deseo cuya ausencia es más violentamente resentida son variados, y su número y la tentación por tenerlos crece cada día. Y así crece la ira, la humillación, el desprecio y el rencor que suscita no tenerlos. Saquear tiendas y prenderles fuego, deriva de ese impulso".

Otro elemento que comentó el profesor Pitts es el de que los barrios donde se han registrado los peores disturbios, como Tottenham y Hackney en el norte o Brixton en el sur, coinciden con donde la policía ha detectado la presencia de pandilleros.

"Hay una coincidencia en el mapa de los barrios que padecen la presencia de pandillas y los afectados por los saqueos. Eso no significa que sea sólo un problema de bandas", dijo en el académico en la entrevista.

Odio a la policía

Pitts además hizo alusión al "historial de confrontación con la policía" con el que cuentan barrios como los que han registrado los más fuertes disturbios.

Y es que no hay que olvidar que la chispa que hizo saltar el incendio fue la muerte de un hombre en Tottenham el pasado sábado en un incidente con la policía.

El escritor y periodista Darcus Howe, orginario de Trinidad y Tobago pero vecino de Londres hac e décadas, le dijo a la BBC que no estaba en absoluto sorprendido con la violencia desatada en los barrios.

"Escuchando a mi nieto y a mi hijo, sabía que algo muy grave iba a pasar en este país", dijo Howe, con un edificio incendiado como telón de fondo.

"Lo que más me preocupa es que a un joven llamado Mark Duggan, con padres, hijas y hermanas, cerca de donde vivía, un policía le voló la cabeza", dijo el autor.

Visiblemente indignado con las preguntas de la periodista, que llegó a cuestionarle si había participado en los destrozos, dijo: "No lo llamo disturbios (riots, en inglés) sino insurrección".

Sin aparente motivos políticos

Aunque Howe lo llame "insurrección", la suya es una voz aislada en ese sentido. En lo que parecen coincidir todos, incluso los autores de los saqueos que han hablado con los periodistas, es que no hay un movimiento político detrás de la violencia.

Una joven le comentó a la BBC que estos disturbios no tienen ningún programa y que carecen de demandas políticas. Más bien, aseguró, se produjo un efecto de imitación de lo sucedido en Tottenham en otras partes de Londres. En la línea del "¡cosas gratis!" que después se contagió al resto del país.

Pero el contexto en que se da es sin duda político y la respuesta también. De momento, los conservadores en el gobierno insisten en que es "pura criminalidad", por citar a la ministra del Interior, Theresa May, y apuestan por endurecer la represión como solución.

Los laboristas, sin dejar de condenar y exigir una respuesta policial, buscan una "explicación" como prerrequisito para encontrar una solución. El líder de la oposición, Ed Miliban, pidió que no se caiga en "respuestas simplistas".

Uno de los vídeos de los disturbios que más ha circulado por internet en el Reino Unido es el de una mujer que, en Hackney, planta cara a los saqueadores y les echa en cara que simplemente se dediquen a robar y no se comprometan con una agenda de reivindicaciones sociales.

"Esa mujer trabaja para sacar adelante su tienda y ustedes llegan y se la queman. ¿Para qué? ¿Para poder decir que son peligrosos y hombres malos?", espetó la mujer enfurecida a la multitud.

"Si van a luchar por una causa, luchen por una maldita causa. Me da vergüenza ser de Hackney. No estamos uniéndonos y luchando por una causa, estamos saqueando tiendas de deportes y electrónica".