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RECOGIENDO ESCOMBROS

El "Angelazo" podría ser crucial para el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre.

8 de junio de 1992

LOS MUERTOS FUERON FInalmente 58,y los daños alcanzaron los mil millones de dólares. Las protestas contra la exoneración de los policías agresores del negro Rodney King produjeron un efecto demoledor en la siquis colectiva de los norteamericanos. Lo que llama la atención es el efecto que la tragedia de Los Angeles pueda tener sobre eI resultado de las elecciones de noviembre. A primera vista el beneficiario podría ser el casi seguro oponente de Bush, el gobernador de Arkansas Bill Clinton.
quien es un sureño que ha hecho énfasis en la unión de las razas. lo que lo coloca en posición privilegiada para aprovechar la coyuntura.
Pero por el otro lado, las imágenes de TV que llevaron a los hogares los disturbios. podrían producir el efecto contrario de aumentar eI temor y la prevención blanca contra éstos, que favorecería a Bush. Un efecto de esas características, anotan los observadores, fue la razón fundamental de la recuperación del poder por parte de los republicanos en la década de los 70. En el medio está el potencial candidato independiente Ross Perot, quien podría atacar a ambos extremos, con el argumento de que se requiere una actitud nueva, pues si los demócratas tuvieron la oportunidad de luchar contra los problemas emanados de la pobreza y la discriminación racial, los republicanos no han tenido mayor éxito en las últimas dos presidencias.
Quien dio el primer golpe en la polémica consecuente fue el propio gobierno. EI vocero de la Casa Blanca Marlin Fitzwater afirmó en una rueda de prensa que los problemas actuales nacieron en los decenios de 1960 y 1970, aunque no especificó detalles. Los programas de esa época, llamados la Gran Sociedad, como respuesta a la lucha por los derechos civiles, se caracterizaron por destinar grándes fondos federales a la nutrición infantil, los servicios médicos a los pobres, programas de empleo para los jóvenes, proyectos de construcción y programas de educación preescolar para los niños marginales. Todo ello produjo grandes expectativas, pero la guerra de Vietnam las frustró al aumentar las restricciones presupuestales. La Gran Sociedad no pudo evitar que en Los Angeles se produjeran grandes desórdenes anualmente entre 1965 y 1968. Como consecuencia, importantes segmentos blancos que se solidarizaron con la lucha de derechos civiles en los primeros 60, optaron por los programas republicanos de mayor represión, abandonando de paso las tesis de ayuda social. Richard Nixon continuó con lo esencial de esas políticas, pero la llegada de Ronald Reagan significó su desaparición, pues éste consideraba que esa participación del Estado había creado una especie de "ingeniería social" y fomentaba la dependencia de los beneficiarios.
Clinton contestó en una conferencia en Nueva York, que era "sorprendente que los republicanos, quienes han controlado la Casa Blanca durante 20 de los últimos 24 años, culpen a una administración demócrata que gobernó hace 30", y que el asunto de Los Angeles había sido la consecuencia de 12 años de negligencia estatal. Pero nada garantiza que Clinton pueda capitalizar el evidente derrumbe de la popularidad de Bush. De hecho sus comentarios iniciales resultaron demasiado ambiguos, y Fitzwater no tuvo inconveniente para llamarle "Billy el aceitoso", un apodo que ha hecho carrera en la campaña.
Eso querría decirque el equipo de Bush está confiado en que los ataques contra Clinton no sólo se deben dirigir hacia los temas de fondo, sino contra la persona del candidato, que sigue mostrando grandes debilidades.
Sin embargo hay quienes dicen que la tragedia ha puesto más cerca que nunca a los demócratas de recuperar la Casa Blanca. Pero todo depende, según los mismos analistas, de la capacidad de Clinton para conmover a la gran masa de norteamericanos para quienes los problemas de las grandes ciudades no son más que un tema de las primeras planas de los periódicos.