Reflexiones de Gorbachov

El aniversario 20 de la caída del muro de Berlín es un día de gran importancia. No sólo para alemanes y europeos, sino para todos los habitantes de la Tierra. Por esta razón, las celebraciones también deben servir para reflexionar sobre los acontecimientos revolucionarios de nuestro pasado reciente. Y en especial, para hacer conclusiones significativas en relación con los desarrollos de la actualidad. Las experiencias de la historia son siempre un apoyo para el futuro.
 
La caída del muro hace 20 años se ha convertido en uno de los eventos más trascendentales de la segunda mitad del siglo XX. En ese momento, el mundo se encontraba desde hacía décadas en un estado de “Guerra Fría”, en un conflicto que, por momentos con gran fuerza, constituyó una amenaza para toda la humanidad.
 
Desde muy temprano todos estuvimos convencidos de que, para evitar que sucediera lo peor, era necesario ponerle fin a la Guerra Fría. En Alemania, esto se hizo evidente a través de la nueva política de acercamiento, “Ostpolitik”, del gobierno de Willy Brandt. Esta línea política adquirió una forma más concreta, cuando que el gobierno de la Unión Soviética, con base en el “Nuevo Pensamiento”, dio pasos decisivos en la misma dirección; lo cual sólo fue posible gracias al apoyo de los gobiernos de Occidente. Pronto se hizo claro que no sería posible terminar con la Guerra Fría sin antes encontrarle una solución a la llamada “Cuestión Alemana”. No podemos olvidar que, ya entonces, los mismos alemanes orientales habían dado muestras inconfundibles de una voluntad de cambio.
 
Al evidente anhelo de unidad en Alemania los pueblos de Rusia y de las demás naciones de la Unión Soviética respondieron con benevolencia y comprensión. Sin este apoyo de la gente, el gobierno soviético nunca habría podido actuar en este asunto con tanto equilibrio y optimismo. La políticos de aquel tiempo fueron los autores de una gran obra. Mostraron resolución, sentido de la realidad, así como el deseo y la capacidad de brindarse comprensión unos a otros. El papel del canciller alemán Helmut Kohl siempre ha merecido mi mayor admiración, y aún la merece. Y sin embargo, hay algo que debo enfatizar: los ciudadanos de Alemania, en especial los de la ex Alemania Oriental, así como el pueblo ruso fueron los mayores héroes de la Revolución Pacífica y de la Reunificación Alemana.
 
La caída del muro de Berlín y la Reunificación le han abierto a Alemania y al mundo grandes y nuevas perspectivas para el futuro.