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Arriba: Laurent Monsengwo Pasinya, cardenal del Congo; Oswald Gracias, cardenal de Bombay, Reinhard Marx, arzobispo de Múnich; Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile. Abajo: Sean Patrick O'Malley, arzobispo de Boston; George Pell, arzobispo de Sidney; Giuseppe Bertello, Presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; Óscar Rodríguez Maradiaga, cardenal de Tegucigalpa. | Foto: AP y EFE

IGLESIA CATÓLICA

Los cardenales que tratarán de reformar el Vaticano

Este es el grupo que asesorará al Papa en la reforma de la Curia Romana y el gobierno de la Iglesia.

Alianza BBC
Maruxa Ruiz del Árbol
1 de octubre de 2013

Los próximos tres días serán de fuego en la historia de la Santa Sede. Un consejo de ocho sabios procedentes de los cinco continentes se reunirá en el Vaticano para comenzar un histórico proceso de discusión sobre las bases de la Iglesia que se prevé largo.

"No se terminará en dos meses", dijo el Cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, coordinador del grupo, la semana pasada en Quebec.

Dos de los ocho sabios son latinoamericanos y, con el Papa Francisco, serán tres los miembros de esta región en el grupo. Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile, será el representante de América Latina, mientras que Maradiaga, cardenal de Tegucigalpa y hombre de gran confianza del Pontífice, actuará de coordinador del grupo.

Federico Lombardi, portavoz oficial de la Santa Sede, insiste que será un órgano "sólo consultivo" y que las decisiones finales las tomará el Papa. "Aconsejarán al Papa en el gobierno de la Iglesia universal", explica.

Sin embargo Gerard O'Connell, analista en asuntos del Vaticano, asegura que es un "hito histórico porque es el primer intento serio de promover la colegialidad y descentralizar el poder decisional del la Iglesia" .

"Ningún Papa hasta ahora había creado un grupo de cardenales, cada uno de un continente, para asesorarlo y ayudarlo en el gobierno de la Iglesia desde cada una de las esquinas del mundo", dice.

La formación de este consejo fue anunciada exactamente un mes después de que Jorge Mario Bergoglio fuera elegido Papa, pero ésta es su primera reunión.

Su objetivo es reformar la Curia Romana, que es el conjunto de órganos que forman el servicio civil papal. Es el equivalente a que un país cambie la estructura y funcionamiento de todos sus ministerios y tribunales.

Pero, al contrario de lo que se pueda pensar, la idea no parte del innovador nuevo Papa, según coinciden Lombardi y O'Connell.

"Durante las reuniones del pre-cónclave, muchos cardenales estuvieron de acuerdo en que existía una gran necesidad de que el nuevo Sumo Pontífice cambiara la monárquica forma del gobierno del Vaticano por una forma más participativa o colegiada", asegura O'Conell.

Las pláticas de este G8 Vaticano afectarán ni más ni menos a los 1.200 millones de personas que han sido bautizadas en la fe católica en este mundo, según las cifras de la Santa Sede, y a 250.000 parroquias católicas según los datos de este mismo año del profesor David Voas de la Universidad de Essex.

¿Como será la reunión?

Poco ha trascendido de los detalles de este encuentro de tres días. Se sabe que en el tiempo transcurrido desde el 13 de abril, día en que se anunció la formación del grupo, cada sabio ha sondeado a otros cardenales y obispos de sus continentes en busca de las exigencias y cambios principales que proponen sus comunidades.

Tres son los grandes temas a tratar según O'Connell, el primero de los cuales es cómo se ejercitará el poder, tanto en el centro como en la periferia de la Iglesia.

"Durante los últimos 150 años ha habido una gran centralización y ahora existe una demanda por tratar de descentralizar algunas decisiones hacia las comunidades locales de cada continente (en las diócesis o en las conferencias episcopales)", explica.

En segundo lugar "hay una necesidad de reformar la Curia Romana, el servicio civil papal", dice O’Connell. "La idea es que sirva al Papa y a los obispos y no sea un cuerpo para censurar el trabajo de estos".

Por último, "hay ciertos asuntos pastorales que necesitan atención urgente, como el del divorcio, y si la iglesia ha de permitir a las personas divorciadas o en segundas nupcias tomar la comunión, algo que ahora no se admite".

Las pláticas de este G8 Vaticano afectarán a los 1.200 millones de personas que han sido bautizadas en la fe católica en este mundo, según las cifras de la Santa Sede y a 250.000 parroquias católicas,según los datos de este mismo año del profesor David Voas de la Universidad de Essex.

Estos son los 8 hombres de confianza seleccionados y nombrados directamente por el Papa para esta delicada tarea (en el orden en que aparecen la foto que encabeza este texto):

África: Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, República Democrática del Congo

Monsengwo tiene 74 años y su nombre quiere decir "nieto de un jefe tribal". En efecto, pertenece a una de las familias reales de su país y ha sido una autoridad moral que han tenido en cuenta todos los líderes del Congo a lo largo de décadas de conflictos.

Fue proclamado Cardenal por Benedicto XVI. En la prensa internacional se encuentran descripciones de él como "un defensor de la paz que ha jugado un papel decisivo en los intentos de que termine el conflicto en su país y en la transición hacia la democracia".

Asia: Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, India

Gracias tiene 69 años y también fue proclamado cardenal por Benedicto XVI. Sus padres eran católicos de Goa, excolonia portuguesa en India.

Lidera una diócesis clave en el subcontinente donde la Iglesia católica sufre verdadera persecución. Su nombre sonó como uno de los candidatos a Papa en el cónclave del pasado mes de Marzo. En 2010 padeció de un extraño tipo de cáncer del que ya está recuperado.

Europa: Reinhard Marx, arzobispo de Munich, Alemania

Con sus 60 años, Marx es uno de los miembros más jóvenes del Colegio Cardenalicio. Fue sucesor de Ratzinger en la cátedra episcopal de Munich.

En 2011 publicó "El capital. Un alegato a favor de la Humanidad". Su libro comparte título con la famosa obra de su homónimo, el padre ideológico del comunismo. Pese a las coincidencias, el cardenal critiqua abiertamente a Karl Marx en su tratado, por considerarlo, en parte, culpable de las atrocidades que se cometieron en el siglo XX en nombre del comunismo.

Sin embargo, cree que es importante familiarizarse con la obra de Marx para entender las teorías del capitalismo y el mercantilismo.

Francisco Javier Erráuriz Ossa, cardenal emérito de Santiago de Chile

Nacido en un hogar profundamente cristiano, Erráuriz Ossa tiene 80 años y fue ordenado cardenal en 2001, a la vez que el Papa Bergoglio.

Su nombre apareció días antes de la última elección papal en una lista del New York Times de religiosos que habían encubierto casos de pederastia, en concreto el del clérigo Fernando Karadima.
Ossa se defendió de esas acusaciones diciendo: "Hace mucho tiempo que dejaron de afectarme estas cosas, es imposible hablar de encubrimiento cuando se llevó adelante un proceso judicial, yo mismo pedí que se levantase toda prescripción. Para la Iglesia existe una condena (contra Karadima), cosa que no se ha dado en los tribunales civiles".

América del Norte: Sean Patrick O'Malley, Arzobispo de Boston

Sean Patrick O'Malley tienes 69 años. Es uno de los cardenales más comprometidos en la lucha contra la pederastia en el seno de la Iglesia. También es uno de los más tecnológicos. Tiene una cuenta en Twitter y un blog.

Oceanía: George Pell, arzobispo de Sydney, Australia

George Pell tiene 72 años y fue una promesa del fútbol australiano.

Escribe una columna semanal en el diario australiano Sunday Telegraph. Por su estrecha relación con la prensa es fácil conocer de primera mano sus opiniones en los distintos asuntos candentes de la Iglesia como el divorcio, el VIH o la homosexualidad.

Por ejemplo, sobre el divorcio aseguró en un medio local de Sydney que "más allá de circunstancias excepcionales como el abuso físico, es mejor que las parejas no se separen, especialmente cuando tienen hijos".

En otro artículo apoyó las palabras del anterior papa Benedicto XVI en el sentido de que la solución de la propagación del VIH era cuestión de abstinencia sexual más que de la proliferación del uso de preservativos.

Representante de la Curia Romana: Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano

Bertello tiene 71 años y es italiano. Ostenta uno de los cargos más importantes de la Curia. Entró en el servicio diplomático de la Santa Sede en 1971 y sirvió en las representaciones pontificias de Sudán, Turquía y Venezuela y en la misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra.

Además fue nuncio en Ruanda durante la cruenta guerra que tuvo lugar entre Hutus y Tutsis. El cardenal obtuvo reconocimiento por su labor de pacificación en esos momentos.

Coordinador del consejo: el cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga

Maradiaga tiene 71 años y es uno de los hombres de más confianza del Papa. Es un religioso de gran prestigio en Honduras y su nombre sonó como candidato a ser "el Papa del sur" en la elección de 2005.

Según un perfil que le hizo el diario El País en aquel año, "habla seis idiomas y almacena conocimientos muy variados", entre otros el de ser un buen músico de Jazz. "La suya es una figura rompedora", asegura el mismo artículo.

El gobierno de su país recurrió a él para encabezar una comisión investigadora sobre laos crímenes de la policía política, que condujo a la desmilitarización de las fuerzas de seguridad.