A rendir cuentas

Dicen que todo buen hijo vuelve a casa. Pero el regreso a Libia de Saadi el Gadafi, hijo del exdictador Muamar Gadafi, no fue tan agradable. Desde que huyó a Níger luego de la caída de su padre en 2011, el pueblo libio pedía a gritos su extradición. Este jueves aterrizó en Trípoli, donde será juzgado por varios cargos. El primer ministro, Ali Zeidan, agradeció a Níger por su cooperación y afirmó que Saadi será tratado de acuerdo a las normas internacionales. El tercer hijo de Gadafi, quien además fue comandante de las Fuerzas Especiales libias, llegó al aeropuerto de Matiga y fue conducido a una prisión. Parece que Saadi, de 40 años, también conocido por su carrera como empresario y jugador profesional de fútbol, tendrá el mismo destino de sus hermanos. Mientras Saif al Islam es requerido por la Corte Penal Internacional, Mutassim, otro hijo del dictador, murió mientras intentaba escapar de la ciudad de Sirte en 2011.