Rodrigo Duterte asesina a drogadictos de su país

... No parecería del todo accidental. Rodrigo Duterte está fuera de control. Desde que el presidente de Filipinas asumió su cargo y lanzó su ofensiva verbal contra las drogas, hace poco más de un mes, la Policía y grupos de ‘limpieza social’ han asesinado a cerca de 1.000 supuestos vendedores y adictos. Lo peor es que la terrible situación humanitaria ha encendido muy pocas alarmas en el país. Los filipinos están contentos con la llegada al poder de Duterte, que cuenta con una popularidad del 84 por ciento, movidos por la mejor percepción en seguridad, sin importarles el precio. El mandatario de corte populista ha rechazado todas las convenciones políticas, hasta el punto de tildar de estúpida a la ONU y de “gay hijo de puta” al embajador de Estados Unidos.