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RUEDAN CABEZAS

Cae gobierno italiano por el caso del "Achille Lauro".

18 de noviembre de 1985

"Querían tomarse militarmente la nave de crucero y, "Achille Lauro", mientras el goblerno italiano estaba buscando negociar; luego apuntaron sus ametralladoras contra nuestros soldados en Sigonella, en Sicilia; después amenazaron nuestros aviones caza en vuelo en cielo italiano sin tener autorización y rechazaron identificarse. Primero quisieron que no nos interesáramos en el caso del secuestro de la nave y luego, en dos ocasiones, los norteamericanos actuaron, llegando casi al enfrentamiento militar con los italianos". Son las palabras del primer ministro italiano, el socialista Bettino Craxi, el pasado jueves 17 de octubre, cuando presentó su renuncia al Parlamento de la República.
Las consecuencias del secuestro del buque italiano y el desarrollo del caso son cada vez más sorprendentes tanto a nivel internacional (Arafat no será recibido en las Naciones Unidas en ocasión del 40 aniversario y ni el gobierno inglés, ni la Comunidad Económica Europea, recibirán una delegación palestina), como a nivel italiano. Por primera vez en la historia de la República italiana un gobierno cae por motivos de política internacional poniendo en discusión el papel de Italia en el Mediterráneo y su autonomía dentro de la Alianza Atlántica: es decir, el pacto entre los países occidentales y los Estados Unidos.
El recuento detallado de toda la operación "Achille Lauro" hecho por el Primer Ministro ante el Parlamento, aclara por una parte muchas de las decisiones tomadas por el gobierno en esta dramática semana, y por otra precisa hechos que ya se conocían:
por ejemplo, sigue paso a paso los movimientos peligrosos y arrogantes de los norteamericanos, los cuales presionaban (ya desde antes de que el avión egipcio fuera desviado a Italia y su aterrizaje obligado en Sicilia por una solución militar. El Embajador norteamericano en Roma informó a Craxi "que la acción militar ya estaba lista y preparada para el miércoles 9 de octubre por la noche, dos días después del secuestro y pocas horas después de que se rindieran los secuestradores". Craxi respondió que la nave era italiana y que no quería precipitar la situación porque buscaba ante todo una solución no sangrienta que no comprometiera la dignidad y la soberanía del país. Puntos de vista distintos que han llevado por primera vez en la historia de la posguerra a una crisis seria y aguda de Italia con su principal aliado, los Estados Unidos. "Han humillado nuestra soberanía nacional", declaró Craxi antes de acabar su discurso, el cual fue seguramente elaborado junto con el ministro de Relaciones Exteriores, el demócratacristiano Giulio Andreotti, un verdadero mediador especializado en las relaciones con el mundo árabe, creador de una línea de política exterior italiana que apoya la iniciativa de Arafat y el rey Hussein de Jordania por una confederación jordano-palestina, como inicio de una solución racional al problema palestino y por la paz en el Medio Oriente.
Es una posición opuesta a la del ministro de Defensa, el republicano Giovanni Spadolini, pro Israel y pro Estados Unidos; y esa contradicción llevó a la crisis de gobierno y a la ruptura de la coalición de cinco partidos, que formaba uno de los gobiernos más estables en la historia italiana. Spadolini acusa al Primer Ministro y al ministro de Relaciones Exteriores de haberlo excluido de la negociación que condujo por una parte al arresto de los 4 palestinos secuestradores del "Achille Lauro", y por otra de haber permitido la salida del país, con una acción digna de película, del líder del Frente por la Liberación de Palestina Abu Abbas, principal mediador en la solución del secuestro de la nave, persona que los Estados Unidos aspiraban extraditar o al menos arrestar en Italia. Pero esto no lo podían permitir Craxi y Andreotti, después de haberle agradecido públicamente su mediación. Además, el Primer Ministro en su discurso ante el Parlamento sostiene que el ministro de Defensa estaba al corriente de la situación, y ha mentido. Según la cadena norteamericana ABC, por otra parte, el ministro de Defensa italiano se comprometió con los Estados Unidos personalmente a entregarles todos los palestinos: los cuatro secuestradores y los dos mediadores.
Cuando el viernes 11 de octubre por la noche Craxi ordenó que el Boeing egipcio con los dos mediadores palestinos a bordo saliera de Roma rumbo a Yugoeslavia, concluyó una de las negociaciones más complicadas de estos últimos años, pero no sabía todavía que le costaría la poltrona de Primer Ministro.