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Santos junto al senador demócrata Ben Cardin y el republicano Bob Corker (derecha). En los costados el embajador Juan Carlos Pinzón y el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas. | Foto: Presidencia de la República

DIPLOMACIA

Santos vende su visión del nuevo acuerdo de paz a los republicanos

El presidente cortejó en Washington el apoyo de varios pesos pesados del partido de Donald Trump.

17 de noviembre de 2016

A dos meses de la posesión de Donald Trump, el presidente Juan Manuel Santos siguió este jueves con su maratónica visita a Washington para garantizar el apoyo bipartidista a Colombia, pero sobre todo el de los republicanos, que van a pasar a dominar tanto la Casa Blanca como las dos cámaras del Congreso. 

El mandatario colombiano tiene como un propósito estratégico exhibir la visión del Gobierno sobre el nuevo acuerdo de paz renegociado en La Habana, y demostrar que recogió las preocupaciones de los promotores del No, que coinciden en algunos casos con las de líderes republicanos. Tras una serie de reuniones, Santos les explicó los detalles del nuevo documento a varios congresistas y senadores, quienes acogieron de manera "positiva" ese texto.

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"Hemos tenido unas reuniones muy productivas, muy interesantes, con diferentes congresistas. Empezamos con un grupo de representantes de ambos partidos y luego nos entrevistamos con el presidente y el vicepresidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, y luego con un grupo importante de senadores republicanos", explicó a la salida del Legislativo.

Entre otros, Santos se reunió con pesos pesados como el republicano Bob Corker, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, quien está en el sonajero para secretario de Estado de Trump y ha dicho que no le gusta la elegibilidad política de las FARC.

Corker se mostró satisfecho por la conversación. “El acuerdo es un mejor acuerdo, y de él ha surgido la oportunidad para el país de avanzar de un modo más unificado", dijo. "Al final, Colombia va a continuar teniendo el apoyo del Congreso, y (Santos) ha tenido ya una buena conversación con el presidente electo Trump este viernes, así que estoy feliz de que el pueblo de Colombia haya logrado un mucho mejor acuerdo", reiteró el senador.

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El mandatario también se reunió con emblemáticos congresistas de ascendencia cubana como Marco Rubio, casado con una colombiana, Mario Díaz Balart e Ileana Ros Lehtinen. Esta última se ha manifestado en contra de retirar a las FARC de la lista de organizaciones terroristas, por ejemplo.

Santos indicó haber relatado a los legisladores las conversaciones y diálogos de las últimas semanas que su Gobierno sostuvo con los partidarios del No en el plebiscito del 2 de octubre "para escuchar todas sus quejas, sus preocupaciones y sus propuestas".

Reconoció, como lo hizo en la alocución en que anunció el nuevo acuerdo, que "es mucho mejor" que el anterior, rechazado en las urnas, y que además tiene un ánimo unificador dentro del país.

Les aseguró que aunque “no todas las solicitudes fueron satisfechas, porque era imposible, una gran mayoría de esas solicitudes sí fueron atendidas”.

"Los militares retirados dijeron que lo que está en el nuevo acuerdo a ellos los satisface, muchos de los empresarios con los que nos hemos reunido. En fin, muchos de estos sectores que fueron parte de este diálogo se han manifestado a favor", agregó.

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El Centro Democrático del expresidente Álvaro Uribe todavía no fija posición sobre el nuevo acuerdo, pero Santos reiteró que los demás partidos sí lo han hecho, y pidió a los congresistas estadounidenses que aprueben cuanto antes los fondos que solicitó el presidente Barack Obama para el posconflicto, mejor conocidos como Paz Colombia, que ascienden a 450 millones de dólares.

El Congreso estadounidense aún no ha aprobado los presupuestos para el siguiente año fiscal, donde se contemplaría la dotación de Paz Colombia.

“Entre más pronto aprueben esos recursos, más nos van ayudar a implementar los acuerdos de paz, y entre esos acuerdos la sustitución de cultivos ilícitos”, les dijo a los congresistas republicanos y demócratas.

A muchos republicanos, que pasan a tener la sartén por el mango en Washington, les preocupa particularmente el crecimiento de los cultivos ilícitos, que se han duplicado en un par de años hasta las 96.000 hectáreas, según el Simci. Varios incluso abogan por regresar a las fumigaciones aéreas con glifosato, un tema controversial de la lucha antidrogas desde que el Gobierno las suspendió por recomendación de la OMS.

Santos recalcó a los congresistas que “la solución estructural al cultivo de la coca la vamos a encontrar precisamente con el acuerdo de paz, porque uno de los puntos que es que las FARC se comprometen a colaborar con el Gobierno para la sustitución de cultivos”.

Colombia ha abanderado en distintos foros internacionales la necesidad de un nuevo enfoque en la guerra contra las drogas, pero diversos observadores anticipan que con la llegada de Trump la postura de Estados Unidos frente al problema del narcotráfico probablemente se endurecerá.

Santos llegó a Washington el miércoles. Esa noche fue galardonado con el Premio al Liderazgo en las Américas por su búsqueda de la paz en Colombia, un reconocimiento otorgado anualmente por el centro de estudios Diálogo Interamericano. Acudió a la clínica John Hopkins para hacerse nuevos chequeos médicos y en la noche del jueves se verá con el vicepresidente Joe Biden, en una cena privada en la residencia del embajador colombiano, Juan Carlos Pinzón.

*Con información de Efe