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SE ABRE LA SESION

A puerta cerrada y casi en secreto, se reúne el Cuarto Congreso del Partido Comunista Cubano, en medio de las mayores dificultades de su historia.

11 de noviembre de 1991

NUNCA ANTES EL CONGRESO DEL PARTIDO Comunista Cubano se había celebrado con tanto sigilo. Pero nunca antes su permanencia como único ente rector de la sociedad había sido tan cuestionada, dentro y fuera de la isla. La decisión de cerrar el congreso a los extranjeros fue presentada como la necesidad de lavar los trapos sucios en casa. Los enemigos de Fidel no perdieron el tiempo para afirmar que sólo mediante un congreso con tono de conciliábulo. podrían debatirse los problemas sin tener que adoptar decisiones inaceptables. Pero el manto de secreto evidencia antes que nada, el enfrentamiento de fuerzas reformistas y conservadoras que subyacen en el sistema monopartidista, unidas sólo por el liderazgo de Castro.
Las circunstancias en que se reúne el Cuarto Congreso le dan un tinte dramático. En lo externo, el presidente soviético Mijail Gorbachov se vio obligado por su propia bancarrota a darle la espalda a La Habana.
Cuando anunció el retiro de las pocas tropas soviéticas que quedaban en la isla y la eliminación de los subsidios comerciales a Cuba, los isleños supieron que la isla estaría ahora mas que nunca a merced del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos desde 1962.
Moscú dejó a Cuba en un mundo hostil, crecientemente unipolar y encabezado por Estados Unidos, cuya política exterior ha estado dirigida en estos 30 años a destruir la revolución cubana. En el campo interno, la contracción del comercio con sus viejos amigos ex comunistas ha agudizado el déficit de alimentos, paralizado numerosas fabricas y deteriorado el nivel de vida. Para la muestra, las colas que se forman en las bodegas (tiendas de alimentos) son cada vez mas largas y el racionamiento de los productos basicos se hace cada vez mas insoportable. El transporte urbano esta paralizado en mas del 50 por ciento, por la falta de repuestos para un parque automotor húngaro. Factores climaticos, carencia de mano de obra y los problemas de transporte afectaron el programa alimentario y los productos de verano (yuca, boniato y platano) están ausentes de los mercados. También hay escasez de medicinas, transporte, ropa y calzado, entre otros.

A pesar de todo, el pueblo aguanta y las expectativas políticas son escasas.
La disidencia, todavía poco significativa, ha tratado de promover el multipartidismo, pero el eco popular es escaso. El Gobierno y el discurso inaugural de Castro (conocido sólo a través de la TV.) no han hecho promesa alguna de cambio en lo político, a pesar de las presiones externas que señalan que Castro es el único dictador que queda en Latinoamérica.

El monopartidismo sigue siendo una bandera inmodificable que se trata de explicar con el argumento de que cualquier otra organización política que naciera en la isla sería indefectiblemente el partido de los norteamericanos. Por eso, lo máximo que podría pasar sería el cambio de nombre por el de