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El Presidente de Los Estados Unidos, Barack Obama, y el Primer Ministro Británico, David Cameron antes de ingreara la Cumbre del G 8. Foto AP: Charles Dharapak

CUMBRE

Se inicia el G20 entre marcadas diferencias

Los miembros están divididos entre impulsar el crecimiento económico o reducir el gasto público.

26 de junio de 2010

Profundas divergencias entre los puntos de vista marcaron el inicio de la cumbre del G20 este sábado en Toronto, Canadá.
 
El cruce declaraciones y contradeclaraciones dejó evidente que que no hay un acuerdo común ante la disyuntiva de potenciar el crecimiento económico, -postura defendida por Estados Unidos- o priorizar el ajuste fiscal, de lo que se muestran partidarios varios gobiernos europeos y países como Japón.

Estados Unidos ha expresado su preocupación de que los recortes al otro lado del Atlántico perjudiquen la recuperación económica y produzcan una recesión todavía mayor.

Es decir, como afirma el analista económico de BBC Mundo, Marcelo Justo, se teme que si se corta el gasto público se ponga en peligro la frágil recuperación económica.
 
Pero según dice la corresponsal de economía de la BBC Stephanie Flanders, la dura realidad es que puede que no exista una política perfecta que garantice una fuerte salida de la durísima crisis financiera, ni en la acumulación de préstamos de este alcance.

O dicho de otro modo: las economías pueden resultar condenadas si los gobiernos cortan los préstamos rápidamente, con la economía todavía en cuidados intensivos, pero también si no lo hacen.

Cumbres solapadas

La cumbre del G20 tomó el testigo a la cumbre del G-8, celebrada el día anterior. En ella la canciller de Alemania, Angela Merkel, señaló que se logró un considerable "entendimiento mutuo" entre los participantes.

En declaraciones a los periodistas, Merkel afirmó que los mandatarios de Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia coincidieron en que el crecimiento sostenible que necesita la economía global no debe ser incompatible con las medidas de austeridad.
 
Las discusiones estuvieron dominadas por la situación económica global y las reformas del sector financiero, un tema en el que tampoco ha habido de momento acuerdo común.

Según informa el corresponsal de economía de la BBC desde Toronto, Andrew Walker hay dos tipos de recuperación en marcha en las economías del G20.

Los países en vías de desarrollo, con China a la cabeza, están creciendo fuertemente.

Pero los "efectos rebote" que sufren muchas de las economías desarrolladas las hacen mucho menos convincentes.

Muchos de esos países tienen un grave problema con la creciente deuda de sus gobiernos, como consecuencia del gran agujero que la recesión supuso para sus ganancias fiscales.

Dilema
 
Esto genera una difícil interrogante política: ¿deberían apostar por la austeridad y solucionar la deuda ahora o dañará esto la recuperación económica?

El ministro de finanzas canadiense, Jim Flaherty, está preocupado por este riesgo. Al igual que los Estados Unidos.

Los gobiernos europeos son los que están tomando duras medidas de austeridad en los países con los problemas de deuda más severos.

En parte empujados por las presiones de los mercados.

La cumbre del G20 alcanzará probablemente un frente común, como afirmó la canciller alemana.

Pero no cabe duda de que existe un verdadero dilema en las economías desarrolladas acerca del mejor momento para atacar a la deuda.

Esta reunión tuvo lugar pocas horas después de que los legisladores del Congreso de EE.UU. llegaran a un acuerdo sobre la que, de aprobarse, sería la mayor reforma del sistema financiero estadounidense desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo XX.
 
Acuerdos y cuestiones por debatir
 
Los países más importantes del mundo se pusieron de acuerdo en cambio para, a iniciativa canadiense, incrementar en los próximos cinco años en US$5.000 millones de dólares las ayudas para mejorar la atención sanitaria a las mujeres que dan a luz en países en desarrollo y que mueren por causas evitables.

Pero los grupos de presión ya han declarado que este dinero, US$20.000 millones menos de lo prometido hace cinco años, no será suficiente para alcanzar ni siquiera la mitad de los objetivos del milenio que pretendían reducir en tres cuartos la muerte de madres y niños. Y se han mostrado muy decepcionados.

Sin embargo, habrá otras cuestiones -más allá de las económicas- encima de la mesa, como son las recientes disputas nucleares con Irán y Corea del Norte o el reciente conflicto entre las dos Coreas.

Se cree que se tratará de alcanzar una postura más dura en relación a Irán, después de que fuera sancionado recientemente por Naciones Unidas debido a sus actividades destinadas al enriquecimiento de uranio que se teme pueda utilizarse con fines atómicos.

La cumbre del G20 se produce entre excepcionales medidas de seguridad y en lujosas instalaciones especialmente construidas para la ocasión.