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SE SALIO CON LA SUYA

Con Presidente nuevo y gabinete de bolsillo, Noriega sigue con la sarten por el mango.

2 de octubre de 1989

Si alguien camina por una de las calles de Ciudad de Panamá y encuentra un letrero que diga "Se busca Presidente", que no se asombre porque ese es el sentimiento de frustración que padecen actualmente millones de habitantes de un país que, si sigue como hasta ahora, puede igualar y hasta superar el récord impuesto por Bolivia en materia de presidentes: desde cuando el general Manuel Antonio Noriega inició la serie de derrocamientos se han sucedido seis mandatarios. Por eso la búsqueda continúa.

Este fin de semana los panameños compartían una tensa calma, mientras los círculos oficiales en Washington seguían sin entender cómo hace el general Noriega para no dejarse tumbar. No entienden cómo es capaz de organizar un gobierno provisional encabezado por un presidente de mentiras, Francisco Rodríguez Poveda, y un vicepresidente que había sido canciller, Carlos Azores, también cercano al corazón y los intereses del general, cómo hace para mantener las riendas de un gobierno que ha quedado aislado de buena parte de sus relaciones internacionales, mientras el gobierno norteamericano mantiene la congelación de sus fondos en varios bancos.

Mientras tanto, los vencedores de los comicios celebrados el 7 de mayo Guillermo Endara, Guillermo Ford y Ricardo Arias, elegidos presidente y vicepresidentes, respectivamente, rechazaron cualquier alianza o acercamiento al nuevo gobierno y pidieron a la comunidad internacional que no lo reconozca.

Según Ford, esta designación a dedo, celebrada a puerta cerrada el jueves por la mañana por el Consejo General de Estado, integrado por el presidente, los ministros, el Estado Mayor del Ejército y el comandante de las Fuerzas de Defensa, es decir, Noriega, ha servido "para cambiar de payaso pero no de circo", y añadió que Panamá "necesita una cirugía a fondo, hasta el hueso porque la situación no puede seguir tan descompuesta".

Ford, famoso en el mundo entero porque apareció en noticieros de tele visión, carátulas de revistas y otros medios cubiertos de sangre, mientras un esbirro lo golpeaba en la cabeza, dijo que: los problemas de Noriega con Estados Unidos son muy serios, la investigación que se le adelanta por sus vínculos con el cartel de Medellín será llevada hasta el fin y, "este invento del Consejo General de Estado sólo sirve para sostener la ambición desmedida de un bandolero. Por eso nosotros no podemos aceptar las curules que nos están ofreciendo, la oposición seguirá hasta el fin con la ayuda de los países libres del mundo ".

Mientras en Ciudad de Panamá Noriega ubicaba a sus favoritos de nuevo en el poder, el subsecretario de Estado norteamericano, Lawrence Eagleburger revelaba su fortuna y los delitos acumulados durante todos estos años. Según esos cálculos, el general ha guardado e invertido más de 200 millones de dólares "a través del tráfico de drogas y el abuso del poder". En una reunión especial de la OEA en Washington, se analizaron los principales elementos jurídicos relacionados con el encausamiento de Noriega por parte de tribunales de Miami y Tampa. Acusado de proteger embarques de cocaína y recibir cuantiosos sobornos del cartel de Medellín, Noriega aparece como dueño de varias mansiones y casas en Panamá, un apartamento en París, una finca a 50 kilómetros de esa ciudad, varios apartamentos en República Dominicana, aviones, helicópteros y tres enormes yates bautizados significativamente "Macho 1", "Macho 2" y "Macho 3".

El nuevo gobierno debe ahora encarar las reacciones y las sanciones preparadas por el gobierno norteamericano con el fin de aumentar la presión sobre Noriega, obligarlo a renunciar a sus funciones oficiales y permitir que asuman los ganadores de las recientes elecciones: el embargo comercial, la suspensión de las transferencias bancarias entre Panamá y Estados Unidos, la prohibición al ingreso de barcos con bandera panameña a puertos de Estados Unidos, además de los 300 millones de dólares congelados en bancos de ese país, con los cuales, según el general, Panamá podría resolver algunos de sus actuales problemas. Lo más curioso es que en medio de la peor de las crisis y mientras el hambre y el desempleo azotan buena parte de la población civil, el general Noriega se robustece en su cargo. Algunos analistas encuentran inadecuadas esas sanciones porque los más perjudicados serán los comerciantes e industriales panameños y no Noriega.

Al asumir el cargo, el nuevo presidente aludió a la necesidad de superar los rencores y restañar las heridas y llamó a las fuerzas de oposición para que colaboren con su trabajo. La palabra "provisional" se destacó en las intervenciones del ingeniero y ex procurador Francisco Rodríguez y un plazo de seis meses se ha fijado como meta para encontrar una nueva salida política.

Al mismo tiempo el presidente George Bush admitía públicamente que se sentía "frustrado por el fracaso de los esfuerzos para sacar del poder a Noriega", pero añadió que no abandonaría las acciones diplomáticas multilaterales para alcanzar sus objetivos: "No abandonaremos la diplomacia multilateral, vamos a trabajar con los dirigentes del hemisferio, la mayoría de los cuales siente como yo sobre Noriega, para ver si podemos ayudar al pueblo panameña alcanzar lo que se merece, y eso es una sociedad democrática que surja de elecciones libres y limpias".

Amigo personal de Noriega y el desaparecido Omar Torrijos, el presidente Rodríguez tiene 50 años y ha ocupado varios cargos como ficha política de ambos. En sus intervenciones públicas, después de su designación, ha dejado la imagen de un hombre que en el fondo de su corazón preferiría estar en otro sitio, con menos problemas pero su lealtad a Noriega lo obligan a ejercer el cargo lo mejor que pueda, es decir, favoreciendo sus Intereses.