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SECUESTRADORES SECUESTRADOS

Con la intervención militar norteamericana, el caso del buque Italiano secuestrado por los palestinos se complica

11 de noviembre de 1985

"Secuestramos a los secuestradores" anunció el ministro de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger. En efecto, el avión militar egipcio--un Boeing 737-en que volaban los cuatro piratas palestinos que secuestraron la semana pasada al buque italiano "Achille Lauro" fue obligado el jueves a aterrizar en una base militar de la OTAN, en Sicilia, por cuatro cazas del portaaviones norteamericano "Saratoga". Túnez y Grecia se habían negado a permitir el aterrizaje del aparato egipcio, y los norteamericanos, que al parecer habían planeado anteriormente un golpe de mano contra el buque cuando aún se hallaba en poder de los secuestradores, aprovecharon el desconcierto para interceptar el avión.
Pero con este subsecuestro no termina el asunto, ni mucho menos se resuelve, sino que se complica. Para empezar, el primer ministro italiano Bettino Craxi exigió que los piratas le fueran entregados para que sean juzgados en Italia, y no llevados a los Estados Unidos como lo pretendía el presidente Ronald Reagan. Y la actitud de Túnez al impedir el aterrizaje del avión multiplica aún más los interrogantes.
La odisea, que extendió al mar la piratería que se viene practicando en el aire desde hace muchos años (en secuestros marinos sólo existía el precedente del buque portugués "Santa María", secuestrado hace más de veinte años por un disidente del régimen salazarista), comenzó en la tarde del lunes 7 de octubre. Mientras el "Achille Lauro" navegaba entre los puertos egipcios de Alejandría y Port Said, cuatro piratas palestinos inmovilizaron a sus 331 forzudos tripulantes con sólo disparar unas ráfagas de ametralladora en la sala de mando, y encerraron en sus camarotes a los 180 asustados pasajeros. Uno de éstos no sobrevivió a la aventura. Antes de entregarse el miércoles a las autoridades egipcias, los comandos palestinos dieron muerte a balazos y arrojaron al mar al pasajero León Klinghoffer, judio de nacionalidad norteamericana. La intervención de los cazas norteamericanos se hizo con el objeto anunciado por el presidente Ronald Reagan, de que los responsables del asesinato fueran juzgados.
¿Quiénes son y cuál era el objetivo verdadero del comando palestino? A pesar de que la operación fue reivindicada inicialmente por un grupúsculo poco conocido hasta la fecha, el Frente para la Liberación de Palestina (FLP)y de que el gobierno de Israel se apresuró a atribulr a Yasser Arafat, dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), la autoría intelectual del hecho, más tarde surgió la creencia de que se trató de una acción efectuada por los seguidores de un ala radical pro Siria del movimiento de liberación palestino.
De hecho, la OLP condenó desde el comienzo el secuestro del navio y negó tener cualquier tipo de vinculación con los comandos, a los que calificó de "pretendidos palestinos". El propio Arafat declaró que tal acto ha "resultado perjudicial" al movimiento que él dirige y que estaba calculado para opacar la simpatía de que ha gozado la OLP en Europa después de la incursión israelí contra su cuartel general en las afueras de Túnez, en la que fueron muertas más de 70 personas.
Este planteamiento del dirigente palestino remite a 1984, fecha de una de las decisiones del FLP que condujeron a los enfrentamientos armados entre los partidarios de Arafat y los seguidores de Abu Mussa, un elemento manipulado por el gobierno sirio dentro de la causa palestina. Los primeros, dirigidos desde el 11 de septiembre pasado por Abul Abbas, han venido apoyando los acuerdos entre el rey Hussein de Jordania y Yasser Arafat, de febrero del presente año, tendientes a buscar una negociación para conseguir la paz en el Medio Oriente, en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas. La fórmula vertida en el acuerdo de Aman--que también ha recibido el apoyo del gobierno de Egipto--es la de proponer una reunión tripartita jordano-palestino-israelí, bajo patrocinio norteamericano. Tal salida, que establecería algunas garantías para Israel, es vista como una "traición" por los sectores palestinos extremistas, apoyados por Siria y Libia. El gobierno de Jerusalén igualmente se opone a dicho proyecto de paz.
¿Pertenecían a alguno de esos bandos los asaltantes del "Achille Lauro"? Por lo que se sabe hasta la fecha, ninguno de los asaltantes llegó a especificar sus preferencias, y a su vez la rama prosiria negó también su participación en el secuestro, lo que complica más las cosas. No obstante, el tipo de crimen cometido no encaja dentro del esquema general de las acciones que la OLP reconoce como suyas. Según Arafat, hay que distinguir entre "acciones contra objetivos militares o contra el propio Estado de Israel" y acciones "contra objetivos civiles". Las primeras son generalmente reivindicadas por la OLP y las segundas son "siempre condenadas".
El gobierno italiano, al menos, se inclinó por esta última hipótesis. "Yasser Arafat no puede haber estado al corriente de la organización de esta captura de rehenes. Yo excluyo eso teniendo en cuenta la posición que él ha tenido en este asunto" declaró Bettino Craxi, presidente del Consejo italiano.
Otra cosa dicen en Israel. El viceprimer ministro, David Levy, remarcó que entre los 50 activistas cuya liberación exigían los secuestradores del barco italiano figuraban miembros de la agrupación Fuerza 17 --de donde sale el servicio de seguridad de Arafat--, así como Samir alKountar, un guerillero palestino que en 1979 atacó una casa en el norteño pueblo israelí de Nahariya y mató a cuatro personas.
"Los italianos creen haber obtenido la buena voluntad de los terroristas palestinos solidarizándose con Yasser Arafat y la OLP después del ataque israelí" en Túnez, dijo Levy.
Y la verdad es que esa línea no resultó del todo mala. Las negociaciones que culminaron con la entrega del "Achille Lauro" y el rescate incruento de las 480 personas, fueron dirigidas por dos representantes de la OLP, Abou Khaled, próximo colaborador de Arafat, y Zodhi el Kedra, representante de la central palestina de El Cairo, en asocio de las autoridades egipcias. "Esta aventura terrible pudo haber degenerado en tragedia. Por lo menos ha concluido felizmente para la abrumadora mayoría de las personas que se encontraban en el barco", replicó Craxi a Israel.
Los objetivos de la operación contra el buque italiano tampoco han sido totalmente aclarados. Tanto Jerusalén como El Cario estiman que el "Achille Lauro" no era en sí el blanco del comando. Una versión asegura que los guerrilleros, descubiertos prematuramente, pasaron a la acción obligados por las circunstancias, ya que su meta era desembarcar en el puerto israelí de Ashod y organizar allí un atentado espectacular.
Lo que sí se ha podido establecer es que el atentado venía siendo preparado desde junio pasado, pues en esa fecha fue robado en Roma, a un ciudadano ítalo-argentino, uno de los pasaportes empleados por lo terroristas para tener acceso al trasatlántico.
De los cuatros asaltantes, tres tenían papeles argentinos y uno aparentaba ser noruego. Se cree que este último era en realidad escandinavo, pues el lenguaje utilizado en el primer mensaje anunciando la retención de los rehenes fue emitido en una lengua escandinava. Si se comprueba esta hipótesis de los preparativos desde junio, se derrumbaría la sospecha de que esta odisea en el Mediterráneo ha sido en venganza por el ataque israelí a la OLP en Túnez.
Pero es finalmente el gobierno egipcio, que fue presionado para que interviniera en el asunto por los cancilleres de Italia y de Alemania Federal, quien queda convertido en el culpable de los platos rotos. Tras negociar con los piratas, llegó con ellos al compromiso que les permitió huir indemnes tras el asesinato del pasajero Klinghoffer y la entrega del buque.
Pero la intervención posterior de los aviones cazas norteamericanos, lo deja ahora en posición bastante desairada. Lo que entrará a discutirse ahora es si se trató de un acto de justicia --contra los secuestradores palestinos--o de piratería aérea--contra el avión militar egipcio--. Y se trata de un nuevo elemento de tensión en las frágiles relaciones entre los Estados Unidos y el conjunto de los países árabes. --