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MEDIO ORIENTE

"Callejón sin salida" en negociaciones sobre Siria

El régimen sirio insiste en considerar a los opositores como terroristas y los rebeldes denuncian la falta de armas en sus filas.

Alianza DW
14 de febrero de 2014

La segunda ronda de conversaciones de paz sobre Siria, que se celebra estos días en Ginebra, se encuentra estancanda, ante las posturas contrarias de gobierno y oposición y el apoyo a cada una de las partes de Rusia y Estados Unidos, respectivamente.

"El régimen sólo habla de un asunto", afirmó el portavoz de la delegación opositora, Laouai al Safi, en referencia a lo que el gobierno denomina "terrorismo" de los grupos rebeldes.

"Dimos algunos pasos y los discutimos, pero el régimen quiere mantener esa posición, aunque nosotros dijimos que para el cese de la violencia se requiere un nuevo gobierno", agregó. "Llegamos a un callejón sin salida".

Llamado a Rusia

Al Safi pidió además a Rusia, aliada del gobierno sirio, que persuada al régimen de Bashar al Assad para discutir una solución política a la crisis: "Rusia debe convertir el interés del pueblo sirio en su prioridad, y no el interés de un régimen que se hunde".

Sin embargo, el gobierno ruso apoya la postura del régimen de Al Assad, que no quiere oír hablar en Ginebra de la formación de un gobierno de transición. "Lo único de lo que hablan (los opositores) es de la formación de un gobierno de transición. Sólo después de eso están dispuestos a hablar de problemas tan acuciantes como el terrorismo", afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

"Lamento profundamente tener que decir que en esta ronda no se logró ningún progreso", afirmó el viceministro de Exteriores sirio Feisal al Meqdad. "Vinimos a Ginebra para implementar la postura de alcanzar una solución política. Desafortunadamente, el otro lado vino con una agenda diferente y nada realista", agregó.

"Queremos enfatizar que estamos dispuestos a discutir la cuestión de un gobierno de transición una vez que logramos una solución en la lucha contra el terrorismo", dijo Meqdad.

Las actuales conversaciones de Ginebra fueron impulsadas por Rusia y Estados Unidos, países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero al contrario que Moscú, Washington defiende los argumentos de los opositores, que esta semana propusieron que se formase un gobierno de transición cuya primera tarea sería la lucha contra el terrorismo.

Dimisión rebelde

Entretanto, el ministro de Defensa del gobierno de transición opositor en el exilio, Assad Mustafa, anunció su dimisión ante la escasez de armas en manos de los rebeldes. "Se nos priva de los medios legítimos para la defensa propia", se quejó.

La segunda ronda de conversaciones de Ginebra arrancó este lunes y se desarrolló por ahora con más contratiempos que progresos, tras una primera ronda que se inició el 22 de enero. Según lo que trascendió hoy en Ginebra, las conversaciones podrían proseguir, aunque todavía no hay una fecha para ello. Probablemente mañana se celebrará una nueva sesión y tras ella las conversaciones se interrumpirán durante dos o tres semanas.

Rusia propuso recientemente que se amplíe el círculo de participantes en las conversaciones. Lavrov pidió que se incluya en ellas a la oposición interna de Siria, a la que se considera cercana al gobierno.

"La primera tarea que tenemos por delante es dar un carácter representativo a este diálogo", afirmó Lavrov ante la prensa en Moscú al término de una reunión con su homólogo de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.

Desde el inicio de la guerra civil siria, en 2011, más de 130.000 personas murieron en el conflicto, mientras que cada vez más refugiados intentan llegar a Europa a través de traficantes de personas.

La coordinadora de ayuda de emergencia de la ONU, Valerie Amos, instó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a presionar a las partes en conflicto para que protejan la vida de los civiles. "Ambas partes fracasaron en su responsabilidad para proteger la vida de los civiles. Sabemos que hay una guerra, pero incluso la guerra tiene reglas", afirmó Amos.