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TERMINA UNA ERA

Las elecciones del 2 de junio serán el último acto de gobierno de Nelson Mandela.

28 de junio de 1999


MIENTRAS CRECE LA EXpectativa por los resultados de las elecciones del próximo 2 de junio la pregunta
que mucha gente se hace es qué sucederá con la consolidación de la joven democracia y con el proceso de
reconciliación de Suráfrica cuando termine el período presidencial de Nelson Mandela. Es indudable que a sus
80 años el actual jefe de Estado se ha convertido en símbolo de esos procesos tras liderar las negociaciones
de paz que permitieron acabar con el apartheid y que pusieron fin a más de cuatro décadas de violencia.
Aunque sin duda será más recordado por su lucha en favor de la libertad de su pueblo que por sus cinco años
de gobierno, es evidente que el país que entregará Mandela a su sucesor es distinto al que recibió poco
después de salir de la cárcel después de 27 años de prisión y de ganar las primeras elecciones democráticas de
la historia surafricana.
A pesar de que mantiene altos índices de violencia y criminalidad, lo cierto es que ese país se ha consolidado
como la potencia económica y política de Africa subsahariana. El establecimiento de la paz que Mandela
impulsó mediante la creación de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación que tenía capacidad de otorgar
amnistías e indultos a quienes confesaran sus crímenes y violaciones de los derechos humanos mostró
señales positivas, pero sanar las heridas generadas durante el régimen de segregación racial posiblemente
tardará varias generaciones.
Continuar ese proceso de reconciliación entre el 70 por ciento de la gente negra y el resto de la población
integrada por blancos o afrikaners, indios y musulmanes será el principal reto del sucesor de Mandela. El
actual presidente anunció, por su parte, que se retira de la política y que se irá junto con su esposa la
mozambiqueña Graça Machel y su familia a disfrutar tranquilamente sus últimos años= de vida en la aldea
donde nació, en el este del país.
Además de la reconciliación, el desempleo y la criminalidad han sido los principales temas del debate en las
elecciones. Las encuestas dan como seguro ganador al actual vicepresidente y jefe del gobernante Congreso
Nacional Africano, Thabo Mbeki. El hombre sobre quien recaerá la responsabilidad de demostrar que la nueva
Suráfrica es viable sin el padre de la patria.

¿Quién es Thabo Mbeki?
A unque inicialmente su nombre causaba resistencia entre los empresarios blancos su carisma y
personalidad conciliadora lo perfilaron como el sucesor ideal. A sus 57 años Mbeki se destaca por ser
distante y reservado, personalidad que muchos atribuyen a los 30 años que permaneció en el exilio. Durante
ese tiempo estudió economía y terminó un master en la Universidad de Sussex, en Londres. En 1970 recibió
entrenamiento militaren la Unión Soviética, antes de regresar a su país para sumarse a la lucha contra el
apartheid.
Como jefe del Congreso Nacional Africano intentará obtener las dos terceras partes de las curules en el
Parlamento con el fin de impulsar las reformas económicas y sociales que Mandela no pudo adelantar en el
período anterior. Mbeki deberá demostrar que su pasado marxista no es una amenaza para la inversión
extranjera ni para los empresarios locales.