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"Todo vale en Chile; golpeen sus traseros, ¿ok?": orden de Nixon para derrocar a Allende

Cerca de 3.700 horas de conversaciones que fueron desclasificadas en Estados Unidos develaron el desprecio del presidente Richard Nixon (1969-1974) hacia su homólogo chileno Salvador Allende (1970-1973) y su decisión de nacionalizar varias empresas norteamericanas, acciones que, según Nixon, podrían imitarse en otros países de la región.

2 de julio de 2010

Casi 40 años después de que fueran grabadas en secreto, aproximadamente 3.700 horas de conversaciones fueron desclasificadas en Estados Unidos y revelaron la intención de Richard Nixon, presidente de ese país entre 1969 y 1974, de derrocar a Salvador Allende, mandatario de Chile entre 1970 y 1973, y quien murió durante el golpe de Estado del general Augusto Pinochet.
 
Las conversaciones también muestran por primera vez el posible reconocimiento del papel de la Central de Inteligencia Americana (CIA) en el asesinato, en 1970, del entonces comandante en jefe del Ejército chileno, el general René Schneider, con el objetivo de boicotear la toma de posesión de Allende como presidente de Chile.

Las cintas se conocieron en Estados Unidos a través de la página www.nixontapes.org, donde se publicaron casi 100 páginas de transcripciones y enlaces a audios reales de Nixon, Kissinger, el secretario del Tesoro John Connally y otros altos funcionarios discutiendo sobre Chile.

El contenido de dichas grabaciones se resume en un artículo publicado en Chile por el Centro de Investigación Periodística (Ciper), redactado por el periodista Peter Kornbluh (ver artículo).

Las mayoría de las conversaciones tuvieron lugar en el Salón Oval de la Casa Blanca durante 883 días, entre febrero de 1971 y mediados de julio de 1973. En ellas se escucha a Nixon y a sus más altos asesores refiriéndose a Allende como “hijo de puta” y discutiendo cómo “patear su trasero” .

Nixon y su consejero de Seguridad Nacional y posterior Secretario de Estado, Henry Kissinger, se quejaban por el triunfo de la coalición de Salvador Allende, la Unidad Popular, en las elecciones municipales de abril de 1971.

De acuerdo con la transcripción de las cintas, a Nixon le molestó mucho la decisión de Allende de nacionalizar las empresas estadounidenses en Chile, en especial las dedicadas a la extracción del cobre, principal producto del país.

El 11 de junio de 1971, Nixon le transmitió a Kissinger cuál era la opinión del secretario del Tesoro, John Connally, quien le había dicho que si Washington no se paraba frente a Allende, otros países latinoamericanos empezarían a nacionalizar empresas estadounidenses.

"Sin importar lo que escuchemos desde el Departamento de Estado (...) va a ser malo para nosotros dejar de molestar a los chilenos y ser tan delicados con ellos", señaló el entonces presidente estadounidense.

Y continuó: “en lo que a la opinión pública americana concierne, los americanos mueren de ganas de que golpeemos a alguien en el trasero”.

Escuche y descargue todos los audios aquí.

"Todo lo que hacemos con el Gobierno chileno será observado por otros gobiernos y grupos revolucionarios en América Latina como una señal de lo que pueden hacer y salirse con la suya. Por lo tanto, tiendo a estar en contra de hacer cualquier cosa por ellos", añadió Nixon.

Más adelante, Nixon dijo a Kissinger y Connally: “quizás deberíamos encontrar un lugar para golpear a alguien en el trasero”.

Unos meses más tarde, el 5 de octubre de 1971, Nixon encontró a quién
“patear en el trasero” y comunicó a Kissinger y Connally su decisión: "He decidido remover a Allende".

Connally repuso: "... y lo único que usted puede esperar es tenerlo derrocado... usted puede lograr su punto para probar, a través de sus acciones en su contra, que lo que está cuidando son los intereses de Estados Unidos".

"Todo vale en Chile. Golpeen sus traseros, ¿ok?", instruyó Nixon a Kissinger al final de la reunión. "De acuerdo", respondió éste.

En junio de 1971, el ex ministro del Interior democristiano Edmundo Pérez Zukovic fue asesinado por el grupo de ultraizquierda Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP), lo que hizo recordar la muerte, nueve meses antes, del general René Schneider.

En una conversación, Kissinger señala: "Los hijos de puta nos están culpando a nosotros (...) Están culpando a la CIA (del crimen de Pérez Zukovic)".

"La CIA es muy incompetente para hacerlo (...) Cuando trataron de asesinar a alguien, tomó tres intentos (...) y después de eso vivió tres semanas (...)", añadió Kissinger en el diálogo con Nixon.

Kissinger parece referirse al asesinato de Schneider, lo que supondría la constatación de la participación de la CIA en su muerte, con la que se pretendía incitar a los militares a levantarse contra la inminente investidura de Salvador Allende.

Schneider fue atacado el 22 de octubre de 1970 y murió después de tres días de agonía y no tres semanas más tarde, como señala Kissinger en la grabación.

De acuerdo a las grabaciones, Nixon y Kissinger infirieron que la gente de Allende estaba detrás del asesinato como una maniobra política para ayudar a consolidar su gobierno.
 
Y la respuesta de Nixon fue: “Déjenme decir que en todas las futuras acciones hacia Chile prefiero la línea más dura”.
 
Salvador Allende fue elegido el 4 de septiembre de 1970 y asumió la presidencia el 4 de noviembre siguiente. Tres años después, el 11 de septiembre de 1973 murió durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet.
 
En hechos que aún siguen sin esclarecerse, Allende resultó muerto cuando defendía el Palacio de La Moneda del ataque de los golpistas. La versión más aceptada de su muerte corresponde al testimonio de uno de sus médicos, Patricio Guijón, quien afirmó que el mandatario se suicidó disparándose en la barbilla con un fusil AK-47, en el Salón Independencia.
 
Según Peter Kornbluh, periodista de Ciper, las referencias a las intervenciones encubiertas que llevaba a cabo la CIA para desestabilizar a Allende permanecen clasificadas y las grabaciones fueron borradas.