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Imagen de referencia | Foto: Getty Images

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Tragedia en Camboya: mueren 11 personas tras beber vino de arroz en un funeral

Esta bebida artesanal es muy popular en zonas rurales de Camboya.

5 de julio de 2021

Once personas murieron en Camboya tras beber un vino de arroz presuntamente tóxico en un funeral, dijo este domingo un oficial de policía, en un nuevo episodio mortal vinculado a la elaboración de alcohol artesanal en este país.

En los últimos dos meses, más de 30 personas han muerto en tres incidentes relacionados con licores de arroz que contenían metanol, un líquido altamente tóxico que puede causar ceguera si se ingiere.

Desde el viernes, once personas fallecieron y otras diez fueron hospitalizadas tras beber un vino casero en un funeral en la provincia costera de Kampot, a unos 155 kilómetros de la capital Phnom Penh.

“Las víctimas padecían mareos tras beber el licor”, dijo un oficial de policía a la AFP, precisando que se tomaron muestras del vino para su análisis.

El vino de arroz artesanal es muy popular en zonas rurales de Camboya para bodas, celebraciones o funerales como una alternativa barata al alcohol producido y comercializado en el mercado formal.

Pero existe poca regulación ante esta actividad y son habituales los titulares de intoxicaciones masivas, incluso mortales, derivadas de este tipo de eventos.

El mes pasado, al menos 15 productores y vendedores de vino de arroz fueron detenidos, mientras el Ministerio de Salud pide a la población no ingerir estos licores.

A finales de mayo del presente año, al menos 25 personas murieron en el norte de India tras haber bebido alcohol tóxico, según informó en ese momento la Policía.

Por ese hecho las policía detuvo a 10 hombres por vender licor en Uttar Pradesh, el estado con más habitantes de India.

Los medios de comunicación locales informaron en ese momento que el licor había sido comprado en una tienda de propiedad de dos hermanos.

Si bien aún no fue claro cómo se produjo el licor en este caso de Uttar Pradesh, centenares de personas mueren todos los años en India por beber alcohol barato fabricado en destilerías clandestinas.

De los 5.000 millones de litros de alcohol que se beben por año en el país, cerca del 40 % se destila ilegalmente, de acuerdo a la International Spirits and Wine Association of India.

Los destiladores de feni intentan poner de moda un licor ancestral indio

Cinco siglos después de que se comenzara a fabricar feni, un licor fermentado y fuerte, no apto para cualquiera, una nueva generación de destiladores de Goa quiere ponerlo de moda a nivel mundial, pero antes tienen que convencer a los indios para que lo beban.

Este licor se produce a partir de la manzana de cayú. Se trata del pseudofruto del árbol cayú o anacardo, también conocido como merey, cajú, marañón, cajuil, caguil o pepa y originario de Centroamérica.

Desde hace décadas el feni ha caído en desgracia en Goa porque los jóvenes prefieren los licores extranjeros. Para sacudir las costumbres la destilería Cazulo se ha planteado inventar cócteles suaves para el paladar a base de este alcohol que produce siguiendo métodos centenarios.

“Quería difundir el saber hacer tradicional a una clientela moderna”, explica Hansel Vaz, propietario de la destilería.

El licor se produce de febrero a mayo, durante la temporada del anacardo. La tradición exige que solo las frutas que caen al suelo están suficientemente maduras para la elaboración de feni.

Las destilerías modernas utilizan trituradoras metálicas para extraer el jugo para la fermentación.

Pero en Cazulo la manzana de anacardo, sin la nuez, se tritura con los pies y se recoge en un recipiente de piedra tallado en el suelo. Concretamente un obrero agrícola descalzo pisa la fruta hasta que se extrae el jugo que finalmente cae en vasijas de barro subterráneas.

El jugo, protegido de la luz, fermenta allí durante tres días, y después se hierve y destila para obtener un alcohol conocido como urrack. Luego se le añade el jugo fresco para una segunda destilación para obtener el feni.

Tradicionalmente se medía la calidad observando el tamaño de las burbujas que se forman cuando se vierte en un vaso. Hoy en día los destiladores usan un alcoholímetro o toman un sorbo.

*Con información de AFP