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TRES PERSONAS Y UN SOLO SHOW VERDADERO

En India y Alemania Oriental chocan los servicios secretos de la URSS y USA.

Como en cualquier calle de Medellín, los dos asesinos de la moto que venían tras el auto blanco del diplomático se acercaron y dispararon sus armas automáticas. El carro avanzaba hacia la embajada de la URSS en Nueva Delhi, capital de la India, e iba ocupado por Vladimir Khitrichenko, un ingeniero de 48 años que trabajaba en el departamento de Economía de esa sede, su esposa Nina Aleseevna y el chofer. Cuatro de las seis balas empleadas hicieron blanco en Khitrichenko e hirieron levemente a la mujer y al conductor. Exánime, el funcionario fue llevado de prisa a un hospital donde murió antes de llegar a la mesa de cirugía. Horas después, por medio de una llamada telefónica a la policía, un grupo se atribuyó el asesinato. Dijo llamarse "Fuerza Reaccionaria Ucraniana".
Cuatro días antes, el 17 de marzo, otro diplomático soviético, Igor Gezha, desaparecía mientras hacía sus habituales prácticas de trote en un parque al sur de esa ciudad. Cuando Khitrichenko fue balaceado, las autoridades hindúes -quienes afanosamente buscaban a Gezha por todo el país- llegaron a pensar que existía una conexión entre los dos incidentes y que se había desatado una ola de atentados contra diplomáticos de la URSS en la India. Aunque no fueron despejadas esas dudas del todo, el 23 de marzo, es decir dos días después del atentado, el gobierno de Nueva Delhi se enteró de que Gezha había obtenido asilo político en Estados Unidos y salido clandestinamente del país. De 37 años, el desertor era el tercer secretario del departamento de Información de la embajada soviética en Nueva Delhi. Encargado de editar en inglés la revista Tierra Soviética, destinada a la juventud hindú, Gezha hacia cinco años trabajaba allí y debia regresar próximamente a Moscú.
En los últimos cinco meses dos diplomáticos -uno británico y otro de Kuwait- fueron asesinados en la India y otros dos, de Jordania y de los Emiratos Arabes Unidos, fueron heridos en atentados, sin que ninguno de los atacantes haya sido detenido, particularidad que una semana después también ocurriría ante el incidente Khitrichenko. En el caso de Gezha, el gobierno hindú le transmitió a Washington su "grave preocupación" por el escape del soviético y solicitó los detalles de dicha salida pues a todas luces fue un acto ilegal perpetrado por agentes norteamericanos en complicidad con el ruso y en "flagrante violación de la soberanía de la India", segun expresión de la embajada soviética en Nueva Delhi.
Un tercer incidente vendría a complementar esa zaga de espías. El 24 de marzo un Mayor del ejército nortearnericano era abatido a tiros por un centinela soviético cerca de una instalación militar rusa en Ludwiglust, un pueblito ubicado 48 kilómetros dentro de Alemania Oriental. De 37 años, el mayor Arthur D. Nicholson estaba tomando fotos de un cobertizo de tanques en una zona restringida cuando fue sorprendido por el soldado. Al tratar de escapar en un auto, fue objeto de los disparos. Según los norteamericanos, la muerte del Mayor fue un acto criminal pues él "estaba cerca pero no dentro de una zona restringida". La misión militar estadounidense en Berlín Occidental precisó que "el oficial estaba de guardia como miembro de la misión militar norteamericana de enlace en Potsdam (Alemania Oriental)".
Un acuerdo suscrito en 1947 entre las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, permite que una especie de "espionaje legal" sea realizado por Occidente hacia el bloque oriental y viceversa. Así, oficiales de las misiones de Francia, Inglaterra y Estados Unidos están autorizados para viajar por Alemania Democrática con cámaras fotográficas y prismáticos, excepto por zonas restringidas designadas por los soviéticos, quienes en 1947 ocupaban lo que hoy es Alemania Oriental. Asímismo se permite que oficiales soviéticos viajen en idéntica forma por Alemania Federal. La embajada de USA en Berlín Occidental reclama que Nicholson cuando fue atacado "actuaba adecuadamente", es decir, dentro de lo permitido por el citado acuerdo. Moscú, sin embargo, mediante un cable de la agencia Tass, respondio que el Mayor había actuado en "abierta violación" del acuerdo de 1947 y que el centinela había advertido claramente en ruso y alemán al norteamericano antes de disparar, elemento este último que Washington niega. Tass también dijo que los agregados militares estadounidenses han estado vinculados en cerca de 12 casos de espionaje dentro del bloque soviético, lo que fue rechazado de inmediato por un portavoz de la embajada norteamericana en Moscú.
El incidente ha cobrado importancia por el momento político en que se da: poco después de iniciadas las conversaciones de desarme entre las dos potencias y tras el cambio en la dirección del Kremlin. Hasta que culmine la investigación que los norteamericanos han iniciado del hecho, no se sabrá si lo de Ludwiglust arruinará las posibilidades de reunión cumbre entre Gorbachev y Reagan. Este último ha hecho saber que el incidente no obstaculizará la crucial cita. Pero falta ver en que termina el affaire Nicholson.