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| Foto: AP.

CONFLICTO INTERNACIONAL

Ucrania suspende operativos contra militantes prorrusos

El ministro de Relaciones Exteriores advirtió que reanudarían acciones militares después de Semana Santa.

19 de abril de 2014

La rebelde Donetsk y el Gobierno de Ucrania se tomaron hoy, en vísperas del Domingo de Resurrección, un respiro en su tensa pugna y en la operación antiterrorista declarada por Kiev en el norte de esta región minera.

El ministro de Exteriores de Ucrania, Andréi Deschitsa, se reunió en Kiev con representantes de la misión especial de la OSCE, que será la que supervise la aplicación de los acuerdos a cuatro bandas.

La misión de observadores que ha desplegado este organismo internacional en Ucrania señala en su último informe que la calma reina en todo el país con la excepción de las regiones de Donetsk y Lugansk.

Sin embargo, Andriy Deshchytsya advirtió, en una entrevista con la BBC, que los servicios de seguridad reanudarían sus acciones militares después de Semana Santa si los grupos pro rusos continuaban ocupando edificios gubernamentales.

El primer ministro de Ucrania, Arseniy Yatseniuk, dice que el gobierno está listo para llevar a cabo una reforma constitucional cabal para fortalecer los poderes regionales y otorgarle un estatus especial al idioma ruso en el este.

Pero los activistas prorrusos se niegan a abandonar los edificios tomados e insisten que el gobierno de Kiev debe primero abandonar el poder.

Tensa calma



"Mañana es una fiesta muy importante para nosotros. Hoy todo el mundo ha ido muy pronto al mercado para comprar la mejor carne, porque mañana hay que poner una buena mesa", dijo Eduard, quien se levantó con los gallos para hacer la compra antes de ponerse al volante de su coche.

Tanto la Ucrania ortodoxa como la minoría católica, asentada sobre todo en las provincias más occidentales, celebran con gran fervor y cariño el último día de la Semana Santa, que coincide este año en los calendarios de las dos corrientes cristianas que conviven en este país.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano confirmó hoy la suspensión de la fase activa de la operación antiterrorista declarada en el norte de la región y centrada sobre todo en las ciudades de Slaviansk y Kramatorsk, bastiones de la protesta prorrusa y sus milicianos armados.

El buen tiempo y también el derbi futbolístico que se jugó hoy entre el Shakhtar y el Metallurg, los dos principales equipos de Donetsk, ayudaron a rebajar la tensión y aliviar la incertidumbre que sufre estos días el corazón industrial de Ucrania.

Mañana se cumplen dos semanas desde la toma de la sede del gobierno regional de Donetsk y de la sede del Servicio de Seguridad de Ucrania en la ciudad de Lugansk, ambas ocupadas hasta hoy por activistas prorrusos que exigen la celebración de un referéndum de autodeterminación para las dos regiones rusohablantes.

El sano ambiente del derbi futbolístico se trasladó al Antimaidán -campamento de los que rechazan al Gobierno de Kiev- levantado frente al edificio ocupado del ejecutivo de Donetsk, donde algunos activistas formaron dos equipos para jugar un partido al son de la música rusa que suena a todas horas desde los altavoces.

Cientos de personas se acercaron un día más hasta las barricadas para curiosear y mostrar su solidaridad con la demanda de convertir Ucrania en una federación, una exigencia que apoyan prácticamente todos los vecinos de esta ciudad de casi un millón de habitantes contactados por reporteros durante los últimos once días.

"No reconocemos los Acuerdos de Ginebra (que exigen el desarme de los milicianos y el desalojo los edificios oficiales que ocupan) y vamos a celebrar nuestro referéndum antes del próximo 11 de mayo", exclamó desde la tribuna montada frente al gobierno regional uno de los líderes de la autoproclamada "república popular de Donetsk".

El Antimaídan de Donetsk, como se presenta a veces el movimiento popular que niega legitimidad a las nuevas autoridades ucranianas, la autoproclamada república y su brazo armado, autodenominado como la "Milicia Popular del Donbass" (región hullera), hacen caso omiso a las concesiones de Kiev y se mantienen firmes en sus demandas.

Exigen al Gobierno el desarme de grupos radicales como el Sector de Derechas, la liquidación del Maidán de Kiev -como se conoce la ciudadela que se levanta desde hace cinco meses en el centro de la capital ucraniana-, la dimisión de las nuevas autoridades y la convocatoria de un referéndum de autodeterminación de la región.

Mientras, el gobierno ucraniano continúa cargando toda la responsabilidad de la crisis a Moscú e insiste, una y otra vez, que el Kremlin tiene en sus manos la llave para obligar a los prorrusos del sureste ucraniano a desalojar los edificios ocupados y deponer las armas.

"Ucrania llama a las partes signatarias de los acuerdos de Ginebra a que hagan el mayor de los esfuerzos para impedir una escalada en el este de Ucrania", señaló hoy la Cancillería ucraniana en un comunicado.


BBC Mundo, EFE.