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UN COCTEL EXPLOSIVO

¿Está el gobierno libio financiando la huelga minera?

17 de diciembre de 1984

La visita de Roger Windsor, jefe ejecutivo del Sindicato de Mineros a Libia, ocurrida hace una pocas semanas, ha desatado una lluvia de indignación sobre los líderes sindicales y se ha convertido en punto de lanza de los ataques a Arthur Scargill, dirigente de la huelga minera en Gran Bretaña. Aparentemente mientras se entrevistan en París con sindicalistas franceses, húngaros y soviéticos, quienes ofrecían apoyo a los mineros británicos, Scargill y Windsor habrían establecido contacto con el coronel Khadafi. Terminada la reunión, Scargill --quien viajaba bajo el nombre de "Smith"-- habría retornado a Londres, mientras Windsol seguía viaje hacia Libia. El jefe ejecutivo de la NUM (National Union of Mineworkers), permaneció en Tripolí cinco días. Según la agencia de prensa libia Jana, tal como lo reporta el periódico Daily Telegraph, Windsor se habría referido allí a las dificultades de los mineros y a las "cotidianas acciones de represión" de la policía británica así como a "múltiples formas de opresión infligidas por el gobierno de la señora Thatcher". La NUM, habría recibido una oferta de apoyo financiero libio.
Desde abril pasado, cuando la mujer policía Yvone Fletcher fue asesinada en el asalto a la embajada de Libia en Londres, las relaciones diplomáticas entre ambos países son tensas. La opinión pública inglesa es en este momento alérgica, a cualquier relación que incluya el nombre de Khadafi. Y como "la oportunidad la pintan calva" como reza el dicho, los opositores de Scargill enfilan baterias contra el encuentro.
David Steel, líder del Partido Liberal, ha acusado a Scargill de "intentar extender el imperio marxista" en lugar de preocuparse realmente por los intereses de los mineros. En el parlamento, los conservadores se manifestaron "horrorizados" por el hecho. Neil Kinoock, líder del Partido Laborista, a veces a favor, a veces en contra de la huelga, calificó de "insulto" recibir fondos asociados con ese gobierno: "Desde cualquier punto de vista político, civil, sindical, el régimen de Khadafi es vil. Cualquier ofrecimiento suyo constituirá un insulto a todo aquello que el movimiento laboral británico defiende", dijo. La misma TUC (central sindical), se mostró pronta a condenar una posible relacion NUM-Khadafi y su secretario general, señor Norman Willis, se afanó en calmar las aguas declarando: "Tanto él (Scargill) como yo consideramos el régimen de Khadafi como una odiosa tiranía. El señor Scargill me ha dado su afirmación categórica de que ningun apoyo financiero ha sido esperado, recibido o será aceptado por la NUM del gobierno libio".
¿Hasta dónde ha podido impactar el affaire Khadafi al NUM? Es difícil cacular esto. Pocos días después de la "bomba", el Daily Telegraph, en un artículo titulado "Los Mineros han visto a través de Scargill", reportaba "asistencia récord" en varias de las minas tomadas por los huelguistas. Durante la semana siguiente a la aparición de la noticia, el número de mineros que retornan a sus puestos de trabajo aumentó a nivel nacional así: lunes 114; martes 45; miércoles 51; jueves 66; viernes 75.
Scargill, por su parte, se defiende y afirma no haber recibido un sólo penique de Libia. Además, el líder sindical ha declarado: "Ha pesar del chantaje, el soborno y la intimidación de los empresarios del carbón, nuestros muchachos se mantienen firmes y continuaremos hasta conseguir el retiro de la propuesta de cierre de minas de la NCB" (National Coal Board). Sin embargo, la NUM debe enfrentar ahora varios otros problemas, además de los malos vientos provenientes de Libia. Si bien la proximidad del invierno presionará al gobierno a lograr un pronto acuerdo para que se normalice la producción del carbón, la misma tambien parece prestarse a debilitar la unidad de los huelguistas. En efecto, el soborno de la NCB al que se refería Scargill, sería una prima de hasta 650 libras esterlinas, ofrecidas como paquete de navidad a los trabajadores que se reintegren antes del 19 de noviembre, propuesta bien tentadora después de ocho fatigantes meses de huelga, sobre todo cuando siguen sin vislumbrarse soluciones claras. De otra parte, el sindicato parece atravesar problemas financieros que vendrían a agravarse con el embargo de 2.7 millones de libras esterlinas del sindicato en un banco en Dublin, decretado por una alta corte irlandesa. El embargo tuvo lugar el pasado 5 de noviembre y es consecuencia del intento de cobrar las 200.000 libras esterlinas con que había sido multado el sindicato en meses pasados y que el NUM se ha negado pagar.
Todo junto, el conflicto laboral de los mineros británicos parece empezar a tocar fondo. El 6 de noviembre, la NCB reportaba 371 "caras nuevas" en Derbyshire, área considerada como "barómetro" del movimiento. Aunque Scargill insiste en que no ha habido "ninguna erosión en la huelga" y que "el 80% de los trabajadores se mantienen en paro", el Times se ha referido a un musual tono conciliatorio por parte del líder sindical: "El señor Scargill insiste en que el sindicato está modificando su línea dura de negociación y ha indicado concesiones en las conversaciones con las directivas". El punto neurálgico, no obstante, sigue siendo la insistencia de la NUM de mantener las minas abiertas de acuerdo con la línea "expansionista del plan para el carbón de 1974", lo cual dadas las condiciones actuales de Inglaterra parece bien difícil de lograr.--
María Clara Rueda, corresponsal de SEMANA en París