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UNO MENOS

El premier japonés,derrotado por una mujer.

28 de agosto de 1989

Que quien mal comienza,mal acaba,podría ser la moraleja y, del corto paso de Susuke Uno por el gobierno del Japón. La semana pasada su partido, el Liberal Democrático, recibió la peor derrota electoral de la posguerra y perdió, por primera vez, la mayoría de la cual disfrutaba en la Cámara alta del Parlamento. Cuando aún no se conocían todos los resultados.Uno anunció su renuncia, en un emotivo discurso en el que se atribuyó toda la culpabilidad por el descalabro electoral de su partido.
Todo había comenzado mal. El nombre de Uno había sido escogido para reemplazar a Noburu Takeshita -involucrado en el famoso escándalo de tráfico de influencias de la Recruit- sólo cuando ya se habían descartado varíos candidatos, lo que dejó en el ambiente la sensación de que Uno no era el agraciado por sus méritos personales sino por sustracción de materia. Muchos veían tras él la imagen de Yasuhiro Nakasone, a quien muchos japoneses atribuían buena parte de la responsabilidad por el grado de corrupción al que había llegado el establecimiento político del país. Por lo mismo, para esos japoneses Uno -quien se desempeñaba como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno anterior- carecía de la voluntad política necesaria para intentar la limpieza reclamada por la opinión pública.
Pero si Uno estaba al margen de los malos manejos estatales, otra clase de escándalo le esperaba a su gobierno. Pronto se supo que el primer ministro le había pagado a una geisha para que fuera su amante durante varios años y había tenido relaciones con una adolescente. El resultado electoral, por encima de cualquiera otra consideración, reflejó el hastío de los japoneses para con una clase política que había llegado a los límites extremos de la corrupción.
Lo más interesante fue la aparición, por primera vez en su historia democrática,de una mujer en una posición de privilegio. Se trata de Takako Doi,de 60 años, líder del partido socialista. De las 126 curules en disputa en la Cámara alta, su partido consiguió 46 y los liberales democráticos 36. En la Cámara baja los socialistas ganaron 23 escaños, mientras los liberales perdieron 40.La señora Doi declaró inmediatamente que su partido convocaría a una reunión de líderes oposicionistas para formar una coalición contra el partido de gobierno, que aún mantiene 293 de los 512 asientos de la Cámara baja, debido a que no todas las curules estaban en Juego.
Esa razón hace que los liberales democráticos no hayan perdido aún las riendas del poder.Pero una Dieta dividida podría llevar a una parálisis legislativa, lo que obligaría al partido de gobierno a convocar elecciones generales a más tardar en el otoño. Esa posibilidad podría llevar a que la nación más rica del Asia fuera dirigida por una mujer. Pero las probabilidades de una coalición opositora fuerte no son muy cercanas, y la imagen de la Doi, acusada de carecer de una plataforma política realista, no parece convencer demasiado. Sin embargo,la presencia creciente de la mujer en la política del Imperio del Sol Naciente deja esa posibilidad abierta.