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| Foto: AFP

POLÍTICA

Crece presión internacional contra Maduro

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió discutir lo que está pasando en Venezuela en una sesión extraordinaria entre el 10 y el 20 de junio. El expresidente Ernesto Samper, por su parte, le apuesta al diálogo.

1 de junio de 2016

La oposición venezolana exigirá este miércoles a las autoridades electorales acelerar un referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro, en momentos en que la OEA aumenta su presión para que la comunidad internacional se ocupe de la grave crisis en el país petrolero.

Una comisión de siete diputados de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) prevé acudir al Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusan de aliado del chavismo, para exigirle que fije las normas y fechas de los pasos para convocar al referendo.

"¡Pronto serán todos los países apoyando al pueblo venezolano que quiere revocatorio!", aseguró el líder opositor Henrique Capriles, al referirse a la decisión del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de convocar a una sesión urgente para debatir el caso de Venezuela.

En la otra vereda, bajo la consigna "¡Almagro, Almagro, vete pa‘l carajo!", jóvenes socialistas protestan contra la OEA, respondiendo al llamado que les hizo el martes Maduro a movilizarse contra "el intervencionismo".

"Almagro que no se meta en los problemas de Venezuela, ocúpese de su vida que aquí el pueblo venezolano resuelve su situación", dijo Emilio Segovia, uno de los manifestantes.

Maduro sostiene que la acción de la OEA, solicitada por la oposición venezolana, busca abrir camino a una intervención de Estados Unidos, por lo que anunció que demandará este miércoles judicialmente a la directiva del Parlamento por "usurpación de funciones" y "traición a la patria".

Para la oposición, el tiempo apremia. Si el referendo se hace antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato-, y Maduro lo pierde, se debe llamar a elecciones. Si ocurre el próximo año, sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.

Pero el proceso es largo y engorroso. El jueves apenas concluye la revisión de 1,8 millones de firmas que le entregó la oposición hace un mes para activar el referendo. Luego deberán ser validadas con huella dactilar y recoger otras cuatro millones de rúbricas para convocar el referendo.

Según la encuestadora Datanálisis, 70% de los venezolanos apoya un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, se necesita una votación de más de 7,5 millones de sufragios con los que fue elegido en abril de 2013.

La OEA no es la solución mágica

Invocando la Carta Democrática, Almagro argumentó la crisis económica, social, política e institucional que sufre Venezuela. Chile, Argentina, Colombia y Uruguay manifestaron su apoyo al referendo, para ayudar a superar la situación.

A la presión internacional y de la oposición se suma el malestar popular ante el agravamiento de la escasez de alimentos y medicinas, y el alto costo de la vida, pues el país petrolero tiene la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 700% para 2016).

"El mundo entero está pendiente de Venezuela, porque aquí hay una crisis que el presidente no puede negar", dijo este miércoles el presidente del Parlamento de mayoría opositora, Henry Ramos Allup.

Pero los expertos se muestran cautelosos. "La OEA no va a producir soluciones mágicas para Venezuela", opinó el abogado constitucionalista Carlos Ayala Corao, quien tampoco descartó que varios países se lancen contra Almagro.

"La implementación de la Carta no es la solución inmediata a todos nuestros males. En especial, pues al final, luego de un camino más o menos largo, la peor situación para Venezuela sería su suspensión de la OEA", consideró el constitucionalista José Ignacio Hernández.

Almagro pidió que el organismo discuta el tema en una sesión extraordinaria entre el 10 y el 20 de junio, al considerar que existe en Venezuela "alteración del orden constitucional" que afecta gravemente "el orden democrático".

La difícil ruta del diálogo

Ante el agravamiento de la crisis política y económica en Venezuela, una mediación internacional intenta abrir un diálogo.

El martes, el titular de la Unasur, el expresidente Ernesto Samper, dijo a la AFP en París que en la próxima semana habrá una "nueva reunión" -tras una celebrada por separado en República Dominicana la semana pasada-, y no descartó que esa conversación sea directamente entre las partes.

"Ratifico (...) que nos vamos a mantener en la mesa de diálogo de República Dominicana y vamos a respetar todo lo acordado (...) y la ruta trazada para que en Venezuela haya diálogo", dijo Maduro la noche del martes.

Pero Capriles considera ese diálogo "muerto". "Lo único para lo que quieren el diálogo es para lavarse la cara, porque en este momento la opinión internacional es contra el gobierno.