CRISIS FINANCIERA.

Amplios recortes de impuestos en plan de rescate financiero

La aprobación del Congreso ha evitado que el impuesto medio alternativo, que inicialmente afectaba tan sólo a los más ricos, golpee ahora con 2.000 dólares más en impuesto a los contribuyentes que ganan menos de 200.000 dólares al año.

Por Jim Abrams
4 de octubre de 2008

Puerto Rico es uno de los muchos beneficiarios del paquete de recorte de impuestos que se ha adjuntado al plan de rescate financiero del gobierno aprobado por la Cámara de Representantes el viernes.

También son afortunados los productores de energía eólica, víctimas de desastres naturales, estudiantes universitarios y millones de contribuyentes y negocios que se beneficiarán de menos impuestos. Lo mismo ocurre con los productores de películas, ciclistas y dueños de circuitos de carreras a motor.

Todos estos recortes de impuestos ya existían. Pero la vigencia de muchos de ellos expiraba el 1 de enero si iban a ser usados durante este año fiscal y la vigencia de otros expira en tres meses, a menos que el Congreso los renueve.

En este último grupo se incluye una extensión de una cláusula que ya expiró y que otorga a Puerto Rico y las Islas Vírgenes devoluciones de impuestos del consumo que se cobran en ron importado. El reembolso, de 13,50 dólares por contenido alcohólico certificado en un galón, existe desde 1999 y supone un coste de 192 millones de dólares.

El plan de recorte de impuestos también extendería créditos fiscales que expiraron a finales del 2007 para ciertas empresas que se dedican al desarrollo económico del territorio estadounidense de Samoa. El coste de eso supondría 33 millones de dólares.

Pero el mayor grupo de beneficiarios del plan de recorte de impuestos son 20 millones de contribuyentes de clase media-alta.

La aprobación del Congreso ha evitado que el impuesto medio alternativo, que inicialmente afectaba tan sólo a los más ricos, golpee ahora con 2.000 dólares más en impuesto a los contribuyentes que ganan menos de 200.000 dólares al año.

El paquete también podría ayudar a miles de negocios que están esperando la renovación de su crédito fiscal para actividades de investigación y desarrollo, las cuales expiraron a finales del año pasado.

Los activistas industriales dicen que, sin el crédito, las compañías tecnológicas, aeroespaciales y biotécnicas tendrán problemas a la hora de contratar empleados altamente especializados, y que son necesarios para competir con empresas extranjeras.

La Asociación de Información Tecnológica de Estados Unidos reportó una caída de 18.500 millones de dólares en actividades de investigación y desarrollo desde principios de año, cuando el crédito dejó de otorgarse. La extensión supondría un coste de 19.000 millones de dólares en 10 años. El coste de tan sólo impuestos en ese proyecto de ley se acerca a los 110.000 millones de dólares.
 
AP