BP quita campana de contención para instalar otra con la que captar más crudo

BP recibió el viernes el visto bueno del Gobierno a la operación, la cual inició hoy para aprovechar unos días de buen tiempo tras un período de mar agitado que ha dificultado las actividades de recogida del crudo.

10 de julio de 2010

Los robots submarinos de BP retiraron hoy la campana de contención que capturaba parte del petróleo que se escapa al Golfo de México para reemplazarla por otra más eficiente, por lo que el crudo se derrama por ahora libremente al mar.

Con el nuevo aparato, que se ajustará más estrechamente a la tubería de donde mana el petróleo, la compañía pretende controlar la totalidad del vertido, aunque durante los días que tarde en terminar la operación el flujo que se escapa al mar será mayor.

BP recibió el viernes el visto bueno del Gobierno a la operación, la cual inició hoy para aprovechar unos días de buen tiempo tras un período de mar agitado que ha dificultado las actividades de recogida del crudo.

La petrolera estimó hoy en un comunicado que tardará entre cuatro y siete días en tener el aparato en funcionamiento, pero alertó de que la nueva campana no se ha instalado a tal profundidad antes, lo que hace delicada la operación.

Ha colocado en el lecho marino otras campanas de reserva y podría volver a instalar el sistema que había funcionado hasta hoy si la nueva estrategia no funciona, explicó.

El aparato de captura que los robots han retirado fue instalado hace un mes, pero no recogía todo el crudo que sale del pozo Macondo, especialmente porque la tubería sobre la que estaba instalado presenta un corte irregular, ya que BP no logró realizar una hendidura limpia en su momento.

El Gobierno calcula que del yacimiento se derraman entre 35.000 y 60.000 barriles de petróleo al día, 25.000 de los cuales BP canalizaba hasta dos barcos en la superficie.

Con la nueva campana, la compañía espera captar más de 50.000 barriles por día.

También reducirá el tiempo de desconexión y conexión de los conductos si la zona se ve afectada por algún huracán o tormenta tropical y ayudará en las operaciones para sellar el pozo de forma definitiva, según la empresa.

Si funciona la instalación, la nueva campana permitirá calcular finalmente el flujo real de petróleo que se ha vertido al Golfo de México en los últimos 80 días, que inicialmente se calculó en tan solo 1.000 barriles de petróleo por día.

Ese volumen será un dato clave a la hora de determinar la cantidad de dinero que deberá pagar BP para reparar el daño hecho al ecosistema y resarcir a las comunidades afectadas.

La nueva campana no supone la solución definitiva al problema, que sólo llegará cuando los pozos alternativos que BP perfora en el suelo marino intercepten a Macondo.

El que va más avanzado, que se comenzó a cavar el 2 de mayo, está tan sólo a entre 1 y 2 metros horizontales de distancia del pozo original.

Una vez que se junten, BP inyectará una mezcla de cemento y barro pesado a través del conducto auxiliar para bloquear permanentemente el escape.

El segundo pozo alternativo, iniciado el 16 de mayo, será usado sólo si hay algún problema con el anterior.

Al mismo tiempo, la compañía prepara la conexión de un tercer barco, el Helix Producer, a otra área del pozo averiado para canalizar hidrocarburos a la superficie y espera que esté operativo el domingo.

Se añadirá al Discoverer Entreprise y el Q4000, dos buques que reciben el petróleo desde el fondo del mar y lo separan del agua, para después almacenarlo o quemarlo junto con el gas natural que también mana del pozo.

El derrame comenzó a raíz de la explosión, por causas aún no determinadas, y posterior hundimiento de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon", gestionada por BP, el pasado 20 de abril, un accidente en el que murieron 11 personas. EFE